Blue eye

1.1K 66 30
                                    

“¿Hasta donde estás dispuesto a llegar, Valt?”

Red había visto todo. Desde que llegaron hasta cuándo entraron en el Snake Pit y tuvieron la primera batalla contra sus sombras.

No valían la pena, se convencía cada minuto que pasaba mirando las cámaras que Ashtem tenía en su despacho. Rantaro fue el primero en perder y no resistió a soltar un gruñido molesto.

Son patéticos, ninguno tenía que ofrecer. Simplemente blancos fáciles, combatientes débiles. Solo eso.

Tal y como el.

(...)

—¿Me preguntó quién irá ahora?— hablo un rubio con una piruleta en la boca. —¿Valt o Wakiya?

— a puesto a que seré yo — exclamó con seguridad el pequeño Blader.

— es mi turno — sonrió confiado Wakiya.

— oigan vamos ganando hasta ahora, espero que no arruinen la buena racha que tenemos — mencionó Rantaro parándose firmemente frente a ellos.

— lo dice el tipo que perdió su duelo contra Yellow Eye ... — espeto el rubio con ironía.

— ¡lo que digas! — contesto dándose la vuelta.

— esperen un segundo; ¿ya se les olvidó por que vinimos hasta aquí? — pregunto Daigo seriamente.

— no te preocupes por eso — tranquilizó Valt — es solo que no puedo evitar emocionarme cada vez que veo una batalla, ¿De acuerdo?, Shu sigue estando en radar — aseguró con una sonrisa y un leve sonrojo.

— eso sonó mucho mejor — suspiro Daigo aliviado.

— ¡Definitivamente ganaré el siguiente y enfrentaré a Red Eye! — hablo con decisión, con un puño en alto.

—¿Hu?

— el muro... Se dirige hacia nosotros... — mencionó Wakiya con horror.

Y era cierto, dicha información era verídica. El pasillo por qué que caminaban se había vuelto un callejón sin salida.

La pared tras ellos empezaba a avanzar velozmente y parecía que planeaba aplastarlos.

— ¡AHHHHH!

—¡¿POR QUE HAY TANTAS TRAMPAS!? — exclamó furioso mientras corría con todas sus fuerzas.

— ¡NI IDEA! — le respondió Audaz igual que el.

— miren ! — señaló Valt con un dedo — ¡Una puerta! — no podía ver perfectamente con lo poco que alcanzaba su campo logró dedicirlo; pero al acercarse más... —Ay no... ¡Está congelada! — espeto con desesperación.

—¡ Vamos a morir! — dramatizó el rubio casi a punto de llorar.

— ¡Vamos!, ¡Tenemos que romper el hielo! — después de dicha frase, y a escasos metros de la puerta, todos se lanzaron al mismo tiempo sobre ella logrando derribarla.

(...)

La habitación se había llenado de un clima helado. Placas de hielo se alzaban sobre el agua frívola que corría por doquier. Todo resplandecía en una paleta de colores blanqueados.  Un viento fresco de invierno sacudió sus ropajes y pelo haciéndolos andar en un Vaivén rápido. Y a sus propietarios temblar de frío.

𝐂𝐮𝐞𝐧𝐭𝐚𝐦𝐞 𝐮𝐧𝐚 𝐡𝐢𝐬𝐭𝐨𝐫𝐢𝐚 [one shots/Shalt]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora