6

960 141 45
                                    

"Si amas a alguien, déjalo leer. (O regálale libros)"

— ¡Katlin! ¡Escóndeme!

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

— ¡Katlin! ¡Escóndeme!

Mi mejor amiga me observaba como bicho raro.

— ¿Qué mosca te pico Hayley?

— ¡Por ahí debe de andar!—susurré, observando a mi alrededor con ansiedad, refiriéndome al roba libros profesional.

No tenía ni la más remota idea de por qué me causaba tanto pánico verlo.

— ¡Roba libros! ¡¿Dónde estás?!—gritó a los cuatro vientos.

— ¡Cállate!—exclamé tapándole la boca, pero ya había sido demasiado tarde. Toda la escuela nos miraba y se burlaba de nuestra locura.

Oh bueno... de la locura de mi mejor amiga.

— ¡No quiero que venga!

—Entonces que no venga, yo iré.

— ¿Le pedirás mi libro por mí?—le pregunté con mis ojos resplandeciendo y una mirada de cachorrito que nunca podía fallar, — ¡Jamás!—, excepto hoy.

—Iré a buscarlo para que venga por ti, pequeña cobarde.

— ¡Katlin!

— ¡Katlin nada! Es hora de que lo enfrentes de una vez por todas. Además por lo que me dices es increíblemente guapo y divertido.

Sabía que no debí de haberle contado nada.

— ¿Tan rápido caíste enamorada de mí, Enana?

Mi corazón se detuvo.
Me di la vuelta y frente a mí estaba mi pesadilla hecha carne y hueso. El roba libros.

¡Corran! ¡Protejan a sus libros!

¿Por qué siempre tenía que llegar en el momento más inoportuno?

— ¡Vaya vaya! Con ese rostro en vez de libros, deberías robarme a mí.

Trágame tierra, de nuevo.
Con amigas como éstas, ¿Para qué quiero enemigas?

Él increíble muchacho se echó a reír a carcajadas y su risa resonó en mis oídos. Por un segundo deseé poder escuchar ese sonido para siempre.

—A la única que me quiero robar aquí es a Hayley, pero no se deja.

Ambos se reían. Y se rieron aún más al observarme completamente roja.

— ¡Este es un complot!, —exclamé enfurruñada.

—Me gusta. Aprobado como tu futuro novio Hayley.

—Katlin Guillermina Gütierritos. VEN ACÁ.

La jalé con todas mis fuerzas lejos de él. Cuando estuvimos suficientemente lejos del alcance de sus oídos. Observé cómo se quedaba mirándonos con una sonrisa de oreja a oreja y cuando menos me di cuenta, me sacaba la lengua como niño pequeño.

Lo ignoré por completo. No iba a admitir la gracia que me causaba su actitud.

— ¿Qué demonios crees que estás haciendo Guillermina?

—Sabes que detesto que me digas así, —tuvo el descaro de defenderse.

—Así como yo detesto lo que sea que estés haciendo con él.

— ¿Acaso no puedo conseguirte novio? Es un excelente candidato.

Rodé los ojos. La amaba, aun cuando se esforzaba tanto por hacerme la vida imposible.

— ¿Ves? Ni lo niegas.

—No me...—empecé a decir.

Sacudí mi cabeza. No teníamos por qué estar hablando de eso. Era un completo desconocido, ni si quiera su nombre sabía. Lo único que quería es que me devolviera mi libro.

— ¿Traes mi libro?, —le grité al roba libros.

Se acercó con una sonrisa.

—No me llamas roba libros por nada,—dijo guiñándome un ojo, al mismo tiempo que sacaba de su mochila al amor de mi vida.

Mi preciado libro.

Alargue mis manos a punto de tomarlo y de inmediato lo levantó en el aire. Fuera de mi alcance.

—No te dije que ya te lo iba a dar Hayley. Existe una condición.

Enarqué mi ceja, fulminándolo con mi mirada. Nunca se rendiría.

— ¿Cuál?, —le pregunté como último recurso. Lo necesitaba.

—Te lo doy a cambio de un beso.

¿WTF? ¿Éste man que se creía?

—Bueno, ahora sí, ya empezaré a planear la boda—interrumpió Katlin entusiasmada.

—Bueno, ahora sí, ya empezaré a planear la boda—interrumpió Katlin entusiasmada

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
¡Oye! Ése es mi libroWhere stories live. Discover now