¡Oye! Ése es mi libro

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"No soy lo que escribo, soy lo que tú sientes al leerme". —

3er día sin saber nada de Dylan. Resignada y de mal humor, me animé a volver a abrir mi libro.

Leí, distrayéndome lo más posible, aunque si era sincera, lo que realmente quería era llegar al final del capítulo donde encontraría otra nota...

Sucedió en el capítulo 20. Ansiaba leer la nota, sin embargo, no estaba preparada para lo que venía.

"Ya me había dado por rendido. En mi mente cruzaba la idea de que no tenía caso seguir intentando, de la nada me sentí diminuto. Sí, Dylan quien aparenta poder con todo fue incapaz de acercarse a ti. Me intimidabas, ¿Sabes?, eres demasiado perfecta, incluso para mí.

No puedo creer que hayas estado ahí Hayley. A pesar de que era obvio jamás se me ocurrió. Eres lectora, vives entre libros, entre páginas, entre puntos y comas, tú perteneces a la secuencia infinita de las historias que no tienen final.

Llámame loco, sé que lo estoy.

Al verte ahí, fue como si todo encajara de repente, la vida me dio la oportunidad que necesitaba y no tenía intenciones de desperdiciarla.

Tenía que hacer algo, lo que fuera... Lo malo sin duda fue que tenerte de frente me desarmó. Todo mi valor se fue al carajo. Sí, seguramente pensaste que era demasiado seguro de mí mismo. Te confesaré algo, fingía. Dentro de mí me temblaba hasta el alma.

Y entonces, lo arruiné. Verte corriendo enojada no estaba en mis planes... ¿A quién quiero engañar? Jamás hubo un plan.

Tampoco estuvo planeado que escribiera cada una de las notas a estas horas de la madrugada. Pero aquí me vez, confesándolo todo con la intención de darte razones para que pienses en mí.

No lo puedo evitar. Dime lo que fue, tú debes saberlo, algo debiste haber hecho para impedir que salieras de mi mente...

Solo por un momento deseé que sintieras lo mismo por mí... y que cada una de las palabras escritas fueran suficiente para invadir cada fibra de tu ser...

Así que dímelo, ¿Sera posible que algún día te conviertas en la protagonista de nuestra historia? Porque de mis pensamientos ya eres el estelar".

Me resultaba imposible. ¿Cómo podía ser posible que alguien que escribe algo así, tenga malas intenciones detrás de sus acciones?... Me parecía absurdo el hecho de haberlo pensarlo.

Su escrito me calmó, esfumó por completo cualquier duda que tuviese respecto a las cizañosas palabras de Marvin.

Pero a pesar de eso, aún tenía la incertidumbre al no tener la menor idea de que sucedió con Dylan. Esperaba que apareciera pronto.

Ya lo extrañaba.

De acuerdo, lo admito. Lo extrañaba demasiado. Todo era su culpa. Las notas cumplían con su propósito, su objetivo encajaba como anillo al dedo. Sí, era su culpa por saber la manera ideal de mantenerme pensando en él.