28

629 96 9
                                    

"Quizás no se note, pero la verdad me estoy esforzando mucho para no rendirme."Avenida 749

—Pensé que éramos amigos Dylan

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

—Pensé que éramos amigos Dylan.

La inmensa burbuja que se formó alrededor de nosotros, fue pinchada por esas simples palabras. La atención de Dylan fue dirigida a Marvin, quien se levantó y cruzó sus brazos alrededor de su pecho.

—Ésa palabra te queda muy grande, —le espetó Dylan. —Si realmente fueras mi amigo, no acosarías a la chica que me gusta a la primera oportunidad que se te presenta.

— ¡Estoy enamorado de ella!, —exclamó Marvin.

—Dios me libre...—susurré colocando mi mano en mi pecho en un gesto exagerado.

— ¡Tú te irás! ¡Deja que por lo menos sea feliz conmigo!

¿Qué clase de chiste de mal gusto era éste? ¿Acaso se estaba escuchando a sí mismo?

Dylan me dedicó una mirada cargada de complicidad y buen humor.

—Todo tuyo Enana.

Me dio la fuerte impresión de que logró leer mi mente.

Miré directo a los desesperados ojos de Marvin,

—No tengo ningún interés por ti. Te habrías dado cuenta antes si dejaras de pensar que soy un objeto por el que puedes decidir. Créeme que la única capaz de decidir con quién quiero estar soy yo. Que Dylan se vaya no será la excepción. No me importará que esté del otro lado del mundo. Si realmente yo quiero estar con él, lo estaré, y ni tú ni nadie podrá impedirlo.

—Así que si me disculpas... No tenemos tiempo para perderlo contigo.

—Ya escuchaste a la señorita. Es chiquita pero picosa.

— ¡Dylan!, —empecé a quejarme. No tenía idea la falta que me hicieron sus absurdos comentarios.

Sujetó mi mano con la suya, fue repentino sentir como nuestros dedos se entrelazaban. Mi mano era pequeña en comparación a la suya, lo que hacía que encajara a la perfección en su palma.

— ¿Si? —murmuró observando la nueva unión que creó entre nosotros en un simple y significativo apretón. Me sentí vulnerable. Todo de inmediato desapareció de mi mente, siendo remplazado por la fatídica sensación de mariposas en el estómago.

— ¿Vamos?, —logré formular.

—Si..., —su mirada revoloteó por unos instantes, deteniéndose de improvisto. Su cuerpo, como si se tratara de un instinto básico, se colocó en una postura de alerta.

Intrigada por su extraño comportamiento, perseguí la dirección que seguía la trayectoria de sus ojos. Una camioneta negra empezaba a dar vuelta por la esquina contraria a la que nos encontrábamos.

—Hayley... Lamento tener que hacer una escena de película, ¿Confías en mí?

¿Escena de película?, — ¿Qué? Sí.

—Entonces... ¡Corramos!

Su cuerpo se lanzó, parecía que un imán lo intentaba atraer, no tenía intenciones de detenerse, al mismo tiempo su mano se aferraba a la mía, guiando mis pasos, permitiéndome alcanzarlo.

No pude evitar reírme con cada metro que recorríamos. En plena persecución cada paso era dirigido por Dylan, quien no tenía ninguna dirección en mente y tampoco intención alguna de soltarme. Avanzamos perdiéndonos en callejones que nunca antes transité, la adrenalina comenzó a cubrir cada partícula de mi sangre, al pensar que quien nos perseguía se acercaba peligrosamente a nosotros.

—Dylan, la biblioteca, —le recordé, con mi respiración acelerada, al percatarme de lo familiar de nuestro alrededor. La biblioteca se alzaba imponente y protectora a un par de cuadras del lugar donde nos refugiábamos.

— ¿Estás segura?

— ¡Hombre, sí! Es de vida o muerte. ¡Vayamos!

Hacia un par de minutos que pudimos dar por perdida la camioneta. No necesitaba saber más para poder dar por hecho la conjetura suficiente que aseguraba de quién huíamos.

Recuperamos el aliento y emprendimos la marcha nuevamente. Los metros que nos restaban para encontrarnos en zona segura nos resultaron eternos. Justo a tiempo logramos cruzar las enormes puertas de la biblioteca con los rostros rojos y la agitación hasta el tope.

Mi jefa, Camille, nos observaba sorprendida.

—No te esperaba tan pronto..., —empezó a decir.

— ¡No he llegado!, —me apresuré a interrumpirla evitando romper en risas.

— ¡Yo tampoco!, —coincidió Dylan con voz entrecortada.

—Par de locos, —murmuró observándome de forma acusatoria, fingiendo no estar sonriendo por dentro.

—Vayan al estudio antes de que los corra por ruidosos.

— ¡Gracias Camille!, —suspiré aliviada. Sabía que contábamos con ella. — ¡Te debo una!

—Me debes muchas Hayley. Querré doble cena hoy.

—Le daremos triple, — aseguró Dylan entusiasmado.

—Le daremos triple, — aseguró Dylan entusiasmado

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

N/a:

Estoy muy entusiasmada por el siguiente capítulo, ya está listo. Ojalá pueda publicarlo hoy mismo, si tan solo Wattpad me dejará agregar parte nueva... –_–

¡Pero bueno!, Así es Wattpad, ¿Que más se le puede hacer?

Si logro domar a la bestia, hoy mismo lo traigo.

¡Gracias por leer de verdad!

Un beso, Isee 😘

¡Oye! Ése es mi libroWhere stories live. Discover now