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Chūya despertó. Estaba acostado en una cama con sábanas confortables y suaves, la habitación era oscura.

¿Cómo llegué aquí?
Se preguntó y un nombre llegó a su mente: Dazai.

Ese hermoso ser que le miraba con ternura, adoración y anhelo.
Es un maldito. Recordó también. 

Y junto al pensamiento recordó lo cómodo que se sintió al abrazarlo ¿Por qué él se había sentido atraído a Dazai?  

Ambos eran hombres,  no debía existir ese deseo de cercanía ni debió dejarse llevar cuando deseó acariciarle y abrazarlo.

Eran acciones repudiables ante la iglesia y él, siendo un cazador y habiendo jurado lealtad a esta no debería haberse dejado guiar por instintos.
Un servidor de Dios debía renunciar a los instintos de la carne y dedicar su vida a actos correctos.

No estaba prohibido el matrimonio, claro que no, pero debía ser con una buena mujer que también siguiera los estatutos católicos.

Un nuevo recuerdo llegó a su mente, de sus primeros días de entrenamiento junto a Nathaniel:
Debes ser cuidadoso, Chūya, los demonios siempre intentarán hacerte flanquear y caer en tentación. Pondrá ante ti pruebas y tentaciones.

¿Dazai era la tentación que el sacerdote siempre le advirtió?
Debía serlo.
Ningún humano sería tan hermoso nunca.
Además, siendo un demonio -o cercano a ello- no podía sentir amor, la forma en que le miraba no era más que una ilusión. Los demonios eran seres crueles, mentirosos y despiadados que buscaban condenar almas para mofarse de Dios.

Lo que él debía hacer era escapar de ahí, llegar a la iglesia y comunicarle a Nathaniel lo que ocurría en ese bosque.

¿Y por qué debería huir? 

Quizo golpearse al notar como el temor casi le había hecho retroceder.
Él jamás se había retirado de una batalla, esta no sería la primera. Lo había decidido.

Él mataría a Dazai.

...

ーTu pequeña y dulceー añadió sarcásticoー Freya está planeando matarte.

Dazai dejó caer la liebre de la que se alimentaba y por poco se ahoga con la sangre.

ー¿Qué?ー preguntó desconcertado mirando a Ranpo, quien seguía sentando dándole la espalda, recargando su pecho y brazos en la mesa girando una moneda sin mirarle, como si estuviesen hablando de algo tan irrelevante como el clima.

ーChūya planea matarte.ー repitió.

ー Creí que no entrabas en las mentes humanas ー se quejó frunciendo el ceño y Ranpo encogió los hombros, sin dejar de jugar.

ー No lo hago. Su mente es muy ruidosa y no puedo dejar de escucharle.ー Se giró y miro a Dazai con burla ー Cree que eres la tentación que Dios le ha puesto como prueba. Y que eres atractivo por ser un demonio.

Dazai hizo una mueca de molestia y Edogawa rió libremente.

ー Yo era atractivo antes de la conversión ¡su idea no tiene sentido!

ー Claro que lo tiene. ー pronunció mientras veía como Dazai arrojaba lejos el cuerpo, ya sin sangre, de la liebre ー No te imaginas como ha cambiado la religión desde que te convertirse. Cada vez es más restrictiva y culpan de todo al demonio.  Hasta tener deseos sexuales es culpa nuestra.

ー Pero varias cosas si las provocas tú ーMencionó sentándose en la silla de al lado.

ー Solo cuando estoy aburrido, pero también les doy  una explicación. No dejo culpen de todo a Dios o a Lucifer. De cualquier forma ¿No te preocupa desee matarte?

Dazai soltó un bufido y cruzó los brazos.
ーMe pasé meses intentando suicidarme y nunca lo logré ¿De verdad crees que él podría matarme? Antes de que lo logre estará enamorado de mi.

ー Sobre eso... También tiene la idea de que sentir atracción por tu mismo sexo esta mal.

ー Maldita sea.ー murmuró mientras golpeaba su frente. Mephisto volvió a reír.

Samsāra Donde viven las historias. Descúbrelo ahora