Encendí el auto molesta, mire enfrente y no tenia la mínima idea de donde podría estar metido Jake y menos a esta hora, bufe un poco derrotada con la mente en blanco mientras jugaba con el celular en mis manos, hasta que por fin mi cerebro me dio una pequeña señal.
— Dios santo. — Reí amargamente. — El único lugar al que pudo haber ido Jake es donde la oxigenada de Abbigail. — Negué seria para mi misma.
Tome el celular nuevamente y le marque a Hannah, era la única que me podía decir donde vivía la oxigenada sin tener que llamar a mi hermano, por suerte no tardo mucho en contestarme.
— Kayla, que bueno que llamas. — Saludo.
— Hannah escúchame. — Espete seria. — Por favor dime donde vive la oxigenada de Abbigail. — Le pedí un poco autoritaria.
— ¿Para que quieres saber donde vive? — Cuestiono. — Escúchame Kayla, no vayas a cometer una tontería. — Me pidió exaltada.
— No voy hacer nada malo. — Asegure un poco molesta. — Eres mi mejor amiga y se que me vas a decir donde vive esa tipa. — Le supliqué suspirando.
— Esta bien. — Se rindió. — Vive en el edificio Lincon Park, apartamento 604 cerca al Starbuks donde siempre vamos. — Anuncio.
— Gracias Hannah, sabia que no me ibas a fallar. — Sonreí. — No te voy a meter en problemas, hablamos al rato. — Colgué y tome el volante.
Emprendi rumbo a la dirección que Hannah me había dado y llegue en pocos minutos, me baje frente al edificio y era bastante fino, mire hacia un lado y mi auto efectivamente se encontraba hay aparcado, un dolor se instalo en mi pecho mientras negué dolida para mi misma y me atreví acercarme al guardia de seguridad.
— Buenas noches señorita. — Saludo el señor. — ¿En que puedo ayudarla? — Cuestiono el muy amable.
— Buenas noches. — Salude incomoda.
Sabia que si anunciaba mi nombre el señor llamaría a la oxigenada y ella no me dejaría pasar, solo me quedaba dos opciones, armar un plan para entrar o irme, la segunda no era la mejor opción así que respire hondamente y me puse a pensar, recordé que la oxigenada tenia una amiga llamada Hope por lo que un plan relámpago se pasó por mi mente.
— Señor mi nombres es Hope, soy amiga de Abbigail. — Sonreí incómoda de boca cerrada.
— ¿Quiere que la anuncie? — Cuestiono mirando una libreta. — Porque tiene acceso a entrar sin que la anuncie señorita. — Me miro.
— No. — Sonreí. — Entrare sin avisar, es una sorpresa para mi amiga. — Bufe mentalmente.
El asintió y tome el elevador, marque el piso seis mientras que la caja metálica subía y por suerte no demoro, el pasillo estaba lleno de puertas y busque la 604, respire hondamente y toque dos veces, poco después salio Abbigail con un buso de hombre puesto y la mire horrorizada, para mi suerte no era la que Jake traía puesta.
— ¡Que demonios haces aquí en mi casa estúpida! — Chillo cabreada. — ¿Como demonios entraste? — Grito duró.
— Vengo a buscar a mi novio y no me pienso ir sin el, me dices donde esta Jake o voy en este instante a la policía a ponerte una denuncia. — La amenace.
— ¿A ver y porque me vas a denunciar babosa estúpida? — Cuestiono riendo con odio mientras acomodaba sus manos en su cadera.
— Porque Jake esta aquí, mi auto esta abajo y no se que hiciste con el pero se que no me engañaría contigo. — Grite exasperada.
— ¿Estas muy segura? — Cuestiono desafiante.
— Bastante. — La mire seria. — Confió en Jake y se que no me engañaría con una mujer como tu. — La mire asqueada.
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DESTINADA A TI©
RomanceObstinada, sarcástica y prepotente pero con una belleza natural, esa es Kayla Harrison. Toda su vida da un giro inesperado cuando un amor llega del pasado, Jake Huddson el hijo de los mejores amigos de sus padres llega de nuevo para hacer de su vid...