Capitulo #1

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»El inicio.«

Sentada en una de las bancas bicolores a las afueras del café: Frapethe se encontraba Bethany Anderson una chica "común" decía ella, alguien realmente ordinaria, a pesar de que los chicos no la consideraran de esa manera. Ellos (algunos) pensaban que era la misma Afrodita en persona y era cierto. A pesar de ser una chica tímida, con pocos amigos, era linda. Pero ella no se sentía de esa forma, no. Y... nadie entendía el porque de su negación.

Al terminar su café miró en todas las direcciones de las solitarias (por ser lunes) calles de Italia. Suspiró al no encontrar a donde dirigirse luego, ella tenia prácticamente toda la tarde libre. Su madre trabajaba en unos de sus restaurantes por el día, en otro por la tarde y por otro en la noche, no tenia tiempo para sus tres hijas. Ella y sus otras dos hermanas eran sus mas preciados tesoros en la vida. Y ellas al ser trillizas se le dificultó mucho al ser ellas unas niñas ya que era madre soltera, las tres la comprendían, sabían por lo que había pasado, todo lo que sufrió. Así que ahora mas que nunca la ayudaban.

Gabriella, la hermana mayor estudiaba arquitectura. Melissa la siguiente estudiaba medicina (de las tres era la única a la que le gustaba esa profesión). Si, las tres iban a la universidad. Ella a excepción de las otras dos, se dedicaba mas tiempo a sus estudios que a otra cosa. También sabia que no trabajaba debido a su condición física, ella se cansaba con facilidad, se agitaba y, es que, desde hace tiempo le diagnosticaron una rara enfermedad pulmonar, eso la asustó al ser solo una niña de diez años. Pero su madre trabajó el doble para con los gastos de sus medicamentos.

Siempre fue una niña pasiva, no era problemática, y eso le gustaba a su madre, no es como si tuviera favoritismo con sus hijas, no. Al contrario, ella las amaba igual a todas y cada una de ellas. Las tres lo sabían. Pero no siempre fue así, al morir su padre ellas tenían nueve años de edad, su madre calló en una gran (y horrible) depresión para luego de un tiempo ir a rehabilitación y seguir luchando con sus hijas. Y actualmente las chicas tenían veintiún años, para ellas y su madre había valido la pena seguir adelante.

Su celular vibró en el bolsillos delantero de su pantalón, ella tomó la llamada con una sonrisa en los labios.

Beth voy camino a tu casa. – decía del otro lado de la linea.

–Math, ¿a que debo esa visita? –frunció levemente el ceño.

Solo quiero pasar tiempo contigo, mirar alguna película ya sabes como todos los sábados...

Si, Matthew era su novio ambos llevaban una linda relación de un año, o eso es lo que ambos creían. Ellos se conocieron en la universidad, ambos cruzaban el primer año de su carrera. Él deseaba, anhelaba, ser un gran ingeniero de eso exitosos, millonarios, rodeados de mujeres lindas. Pero esa ultima parte ella no lo sabía, si, Matthew era alguien ambicioso, orgulloso y muy machista. Podría llegar a ser peor en un futuro, pero nadie puede cambiar a las personas, por mas que lo intenten.

Ella aceptó su visita, ambos quedaron en verse en su casa. Pagó el café que había pedido y luego se marchó.

🍀🍀

///M///

Al aparcar su coche rojo frente a la casa de su novia, salió, tomó las golosinas, refrescos que había traído para pasar una buena noche de películas.

La familia de Matthew Bonnati era algo grande, poderosa y muy bien colocada en economía. Era una familia de dinero y eran una tanto reconocidos en Italia.  Con una gran sonrisa y las manos llenas tocó a la puerta, esta se abrió de inmediato dejando ver a una hermosa chica, ambos se adentraron, colocando las cosas sobre la mesita frente al televisor de la sala. Prepararon todo, se acomodaron en el sofá y poco tiempo después la película dio inicio.

Todos los sábados por las noches hacían lo mismo, se sentaban (o recostaban) en el sofá para degustar la comida que él siempre llevaba y mirar películas hasta quedarse dormidos. A su madre no le sorprendía el encontrarlos a ambos en la sala. Ya era algo común de ver, así que solo los cubría con una manta y los dejaba descansar. Matthew era como un hijo mas para ella, y un hermano mas para Gabriella y Melissa.

🍀🍀

Cuando la película finalizó ambos (como siempre) se quedaron dormidos, uno recostado al otro. Él la abrazaba mientras ella reposaba su cabeza sobre su hombro. Ambos estaban seguros de que uno amaba al otro, pero en la relación la mas enamorada era ella. Matt no era su primer amor, no, pero si era al que mas amó con locura, »Mi amor eterno« decía ella. Temía algún día perderlo, o que él se apartara de su lado. Deseaba desde lo mas profundo de su ser que ellos y su amor llegaran a mas, hasta que ambos envejecieran. Según ella sería su único y mas grande amor.

Pero las personas se aburren, no esperan y ha veces las indicadas llegan mas adelante, en la siguiente parada de ese tren que corre como loco, ese que conlleva muchos sentimientos de amor, felicidad, tristeza, sufrimiento, pero que con el tiempo se convierten en algo mejor. Solo en ese tren al que llamamos vida...

Nunca lo olvides.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora