Capítulo #15

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»Besito«

///M///

El sábado por la mañana en un día soleado, caluroso y lindo para salir y disfrutar de la playa. A través de la ventana en el cuarto de Melissa se colaban los rayos del sol, estos eran apenas notorios. Y algunos de ellos se posaron sobre el bello rostro de la muchacha, perturbando sus sueños hasta que ella abrió los ojos por la iluminación.

Cuando estaba a punto de estirarse se detuvo y frunció el ceño al sentir un peso en su cintura, giró su cabeza hacia un lado y se encontró el fino rostro de Francella al dormir. Se desconcertó mas, ¿que hacía ella ahí, en su habitación?

Con delicadeza de no despertarla retiró su brazo y salió de la cama. Entonces pudo inspeccionarla desde otro ángulo, aun no lo entendía. Así que negó y luego de unos minutos entró al cuarto de baño para darse una ducha. Dentro de esta se colocó pensativa, perdida. Observaba como las gotas de agua caían por la puente de su nariz, bajando por sus labios, mentón, cuello, pechos, abdomen, piernas, hasta morir en el frío suelo de la ducha. Subió una de sus manos y la pasó por toda su cara tratando de no pensar mas.

Al terminar de ducharse se colocó, con algo de paciencia, la ropa interior y luego un corto short deportivo (el cual ocupaba para hacer ejercicios), salió del cuarto de baño, encontrándose a Francella ya despierta. La rubia estaba sentada sobre la cama con una mano en su rostro, al alzar la vista y notar su presencia le sonrió un poco mostrando sus lindos (y blancos) dientes. La castaña en cambio solo alzó una ceja. La otra chica comenzó a recorrerla de pies a cabeza, pero su atención estaba en su abdomen (bastante plano y con pequeños cuadritos marcados en el) ya que ella estaba solamente en short y sostén. Se acercó a la cama y se cruzó de brazos.

–¿Que haces aquí?

–Pensé que te gustaría verme...

–No fue lo que te pregunté. –atajó Mel.

Am... Bueno, tu sabes de mi insomnio por las noches... –apretó los labios. –... Grabiella me propuso venir y dormir en su casa, porque ella también lo sabe...

Ella no respondió a eso, no le molestaba que ella llegase a dormir ahí, pero lo que si le molestaba era el simple hecho de que ella no pudiera dormir en otra habitación, solo en la suya. ¿Porque? ¿Solo con ella se sentía bien? O ¿su cama era la mas cómoda?

Ridículo...

A ella le fastidiaba eso debido a que no soportaba el dormir con alguien, en ese sentido era egoísta, su cama era suya, solo de ella. Suspiró al no recibir mas por parte de ella, se acercó a su closet y sacó una camisa de mangas largas (la cual al colocársela se la arremangó hasta los codos) color morado oscuro, también sus vans negros. Francella se colocó en pie y se acercó a ella a pasos lentos. 

–¿Estas enojada conmigo solo porque dormí contigo? –se cruzó de brazos.

–Sabes que no tolero...

–¡Lo se! –Mel se giró, quedando frente a ella, mirándola desde arriba ya que era una cabeza mas grande que la rubia.

–Ya supera eso, ni que fuéramos extrañas...

Melissa solo apretó los labios. Entonces la rubia la retó dando un paso al frente y colocando sus manos en sus hombros. Sabía que tampoco toleraba eso.

–Francella.

–¿Mm...?

–Sueltame. –la otra hizo caso omiso. – Dije que me sueltes.

–¿Y si no lo hago, que?

–Si no me sueltas... –la tomó de los hombros, obligándola a girar y pegando su espalda contra la puerta del closet. Mel teniendo el control de la situación.

La chica rubia se mordió el labio inferior  mientras la otra mantenía su cara de pocos amigos. Melissa tenía sus brazos a los costados de su cabeza impidiéndole la salida, mientras ella apretaba su camisa negra con tonalidades en azul. Las dos se dedicaban miradas retadoras, hasta que ella liberó su labio porque dolía de tanto morderlo. Mel relajó su expresión y, bajando su mirada a los labios (pequeños, rosados y mojados) de la otra sonrió solo un poco. Francella tragó grueso y también observó sus labios, (tan grandes, rosados y jugosos) relamió los suyos hasta que, casi por impulso, inclinó un poco su cabeza subiendo su mirada hacia los bellos ojos de Mel quien no se movía, solo sentía. La rubia sin esperarlo mas acercó su rostro al de ella y rozó sus labios en un acto consiente, la castaña no se separó ni protestó, pero tampoco aceptaba. Sólo estaba ahí inmóvil, incapaz de saber que hacer. Al ver que ella no se apartaba se inclinó un poco más y succionó su labio superior, dándole un pequeño besito en los labios. Cuando Melissa reaccionó (y salió de su incógnita) solo pudo observarla y relamerse los labios para luego acercarse también y...

Y besarla...

Le estaba devolviendo el beso...

Lo estaba haciendo...

Primero solo fue un juego entre labios, una rozaba los labios de la otra, hasta que Francella plantó otro beso en su boca, pidiendo mas que solo un rose. Melissa lo entendió así que después del ultimo rose unió completamente sus labios. El beso era lento, mojado, deseoso... delicioso. Ambas lo deseaban, en especial la rubia quien movía sus bocas en compás con la de la otra. El beso era delicado hasta que ella pidió mas y lo intensificó provocando que sus labios hicieran contacto con los afilados colmillos de Melissa quien no era consiente del daño que le causaba.

Francella no lo resistió así que se separó de ella, causando que un ruido saliera de sus bocas al hacerlo, y se dio cuenta que de su labio inferior estaba brotando algo de sangre.

Que hice...?

Melissa hasta entonces se dio cuenta de lo que habían hecho y se limpió la boca con el dorso de su mano, mirando a su amiga con sorpresa pero arrepentimiento a la ves. Entonces...

Salió de ahí...

Al quedarse sola, Francella solo se dedicó a limpiarse la boca con una toalla y pensar que a pesar de todo ella no se arrepentía de nada, y que había valido la pena.

Ella si lo disfrutó...

Nunca lo olvides.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora