Green & Blue (Supercorp)

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Me levanté temprano, todavía no habia amanecido, las calles se veían oscuras, mire hacia todos lados para comprobar que nadie me estuviera mirando, cogí impulso para volar, usé la poca energía que me quedaba para llegar a lo mas alto de un edificio, cuando quería pensar o recargar energías siempre venia a éste lugar.

Amaba ver el sol salir, aparte de recuperar toda mi fuerza, pensé, pensé en Lena, pensé en como me sentiría yo en la misma situación y me odié un poco por eso, no me gustaba Imra, ella era agradable pero Lena se robó mi corazon, por más cursi que sonara eso, me gustaba la morena de ojos esmeralda y debía desmostrarselo.

Volé un poco más, me sentía libre haciéndolo, me sentía feliz a pesar de todo, el viento en mi rostro era muy relajante, después de esto me sentía capaz de cualquier cosa.

Finalmente volví a mi casa, me bañé, me puse un suéter vinotinto con rayas negras, una falda negra mas arriba de la rodilla y unos zapatos cómodos, arregle mi cabello, me puse mis gafas y bajé al primer piso.

No había nadie más, al parecer hoy trabajaban desde muy temprano. Preparé café y una montaña gigante de pancakes qurmados, no soy muy buena en la cocina, pero cuando estaba nerviosa comía más de lo usual.

Winn me recogió, el camino a la secundaria fue silencioso y era culpa mía, no tenía muchas ganas de hablar, mi amigo notaría rápidamente que me ocurría algo, no podía arriesgarme a ser descubierta.

Él trató de hablar varias veces pero desistió al ver que contestaba con monosílabos. Se aclaró la garganta con fastidio.

-¿Qué sucede, Kara? Estás muy silenciosa, no es normal.

-Nada, Winn. Es solo que estoy muy cansada, no he dormido muy bien, lo siento - Digo con la mejor mirada de disculpa que pude hacer en ese momento.

-Sabes que puedes contarme cualquier cosa, ¿no? - Sabia que no se habia tragado mi mentira, me conocía muy bien, pero también sabia que le contaría lo que fuera que estuviera pasando cuando estuviera lista - Soy tu mejor amigo y te quiero.

-Yo también te quiero, Winslow - Respondí bromeando para aligerar la tensión.

Sonrió y seguimos caminando, al llegar Nia y Brainy nos estaban esperando. Algo pasaba entre ellos dos, lo sabía sobretodo por la expresión de felicidad en la cara de mi amiga. Preferí no comentar nada, me lo contaría cuando ella quisiera.

-Hola, chicos ¿todo bien? - Preguntó Nia con una sonrisa.

-Sí, todo bien - Le dí un beso en la mejilla y sonreí.

Winn asintió, Brainy no hablaba mucho así que solo nos sonrió en forma de saludo, ya nos habíamos acostumbrado a su forma de ser, él era realmente amable con todos, aunque con Nia más. Era lindo saber que habia algo mutuo entre ellos.

Entramos a clase, por fin vería a Lena después de este largo fin de semana, a pesar de estar ansiosa también estaba nerviosa por saber de que manera se comportaría.

Al entrar interrumpió cualquier pensamiento que se cruzara por mi cabeza, se veía más hermosa de lo normal, llevaba una blusa manga larga, una falda un poco más abajo de las rodillas y unos tacones, iba completamente vestida de negro.

Saludó a todo el salón muy amablemente y empezó la clase, ni siquiera me había mirado, solo ignoró mi presencia, me sentí un poco mal durante toda la clase pero entendía, aunque debo admitir que era muy buena profesora, despues de años y años por fin entendía esta materia.

Terminó la clase y esperé a que todo el mundo saliera, era mi oportunidad de hablar con ella, Lena notó mi presencia pero siguió de largo, realmente estaba enojada conmigo.

Salí, el pasillo estaba vacío, solo se escuchaba el sonido de sus tacones, ya iba a mitad del pasillo, la alcancé y tomé su brazo. Volteó a verme con la ceja levantada, notaba el enojo en su rostro.

-¿Qué necesita, Señorita Danvers? - Extrañaba que me llamara 'cariño'.

-L-Lo siento, lo que viste el viernes no era lo que parecía, Lena - Empecé a hablar rápidamente.

-Señorita Luthor - Me corrigió - Tiene clase, llegará tarde.

-P-Pero...

-Pero nada Danvers, vaya a clases.

Rao, me odiaba, realmente me odiaba, no quería ni verme, ni hablar conmigo, tendría que hacer algo pero no sabia qué, necesitaba algún un consejo que sé que ninguno de mis amigos podria darme. Ya sabía a quien llamar, pero tendría que esperar hasta salir de aquí.

Seguía la clase de Maggie así que corrí a los vestidores, me cambié y salí a la pista, otra vez llegué tarde, cumplió su palabra, pero fueron cincuenta vueltas más.

-Danvers, cada vez que llegues tarde serán más - Dijo con el ceño fruncido aunque podía ver la diversión en sus ojos, se estaba vengando por lo del sábado.

A pesar de seguir siendo dura estaba siendo más amable de lo usual, había una razón para eso y su nombre era Alex Danvers. Al terminar la clase, como de costumbre, ayudé a Maggie con el desastre que dejaron mis compañeros.

-Se ve muy feliz, entrenadora Sawyer ¿podría saber el porqué? - Digo rompiendo el silencio.

-Cierra la boca, pequeña Danvers - Responde Maggie con una risa.

-Gracias - Le digo sonriendo.

-¿Por qué? - Me mira con confusión.

-Por hacer feliz a mi hermana, realmente lo necesitaba.

Doy media vuelta y camino hacia las duchas, el simple hecho de verlas felices me alegraba un poco el día.

El almuerzo fue tranquilo, llamé a Imra, le conté toda la situación pero estaba algo ocupada, dijo que después nos veríamos para hablar y que me ayudaría con un pequeño regalo, no quiso decirme que era pero que lo sabria cuando lo viera.

Al volver a clases pasé por el salón de maestros y aún no había llegado Lena pero me fijé que había un ramo de rosas encima de la mesa con una tarjeta que decia 'Lena Luthor', sonreí. Le debía una muy grande a Imra.

Escuché que se estaba acercando Lena, lo sabía por el latido de su corazón. Me escondí hasta que la vi entrar, rápidamente volví a la puerta y me asomé un poco, no quería que me viera, necesitaba su reacción natural, vi una pequeña sonrisa en su rostro, había una pequeña nota pero no sabía que decía, después le preguntaría a mi nueva amiga, después de agradecerle un millón de veces.

Salí satisfecha de ahí directo a mi otra clase, cada vez estaba más cerca de arreglar las cosas con ella y todo gracias a Imra. Terminaron las clases y me encontré con una sorpresa, no sabía si buena o mala, seguramente la segunda.

Cuando dijo que nos veríamos después no pensé que estaría esperándome afuera recargada en la que parecía ser su moto. Entré un poco en pánico, me despedí de mis amigos prometiendo que después les contaría quien era la chica misteriosa que me estaba esperando.