Del desaparecido Krypton llegó Kara Zor-El, luego de pasar décadas en la zona fantasma, un lugar donde el tiempo no pasa, por esto ella seguía luciendo como una niña de 13 años.
Al estar a la deriva en un planeta desconocido como era la tierra, su p...
Al otro día me levanté muy feliz, tenía muchas ganas de ver a mi novia, esa palabra sonaba tan extraña pero a la vez me hacia muy feliz.
Odiaba tener que actuar como simples conocidas en la secundaria pero ni modo que estuviera besándola cada vez que la viera en algún salón o por el pasillo, sería mas difícil de lo que creí.
-Buenos días, Señorita Luthor- Le dije al llegar a clases, le di una sonrisa coqueta que nadie más vio. Al parecer la timidez había desaparecido. Disimuladamente se mordió el labio.
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Rao, que equivocada estaba, seguía siendo la misma persona tímida y nerviosa de siempre, ella sabia jugar muy bien este juego, pero yo no quería quedarme atrás.
Así transcurrió la clase, entre miradas y momentos en los que parecía que no aguantaríamos más el estar tan cerca pero a la misma vez tan lejos. Cuando por fin finalizó Winn, Nia, Brainy y yo ya estamos caminando por los pasillos, pero una voz detrás nuestro nos detuvo.
-Señorita Danvers, el ensayo que le pedí ayer no está en mi escritorio.
-Oh, lo siento aquí está - Saco una carpeta de mi maleta, realmente no tenía nada adentro pero nadie se daria cuenta. Ya estaba caminando hacia Lena pero me volteo de nuevo para ver a mis amigos - Chicos, vayan siguiendo, ahorita los alcanzo.
Todos asintieron y siguieron su camino, teniamos clase de historia con el profesor Lockwood, después de ciencia esa era la peor materia, y no porque se me dificultara sino porque él era un partidario de la campaña anti-alien. Sus clases aparte de aburridas eran sobretodo ofensivas.
Llegué al salón y Lena me jaló hacia el interior, cerró la puerta y me empezó a besar con intensidad, al principio me sorprendí pero luego seguí el beso.
Teníamos los labios hinchados y las mejillas rosadas, el labial de lena estaba un poco corrido así que yo tendría la boca manchada también. Me acerqué para limpiar la comisura de sus labios suavemente y ella hizo lo mismo conmigo.
Se arregló la ropa, pasó sus manos por su cabello, se veía muy linda hoy, yo sólo le sonreía como idiota.
-Desde que llegaste quería hacer eso, no podía esperar - Dijo mirándome a los ojos.
-Entiendo, yo tampoco quería esperar hasta después de clases.
-Cariño, ahora si debes irte - Dijo dándome un corto beso en los labios.
-Seguiremos con esto más tarde, Lee - Le guiñé el ojo y me mordí el labio. Su cara era un poema.
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