Capítulo 13: Despedidas.

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Otra puerta se abre y la cruzo, dejando atrás esa guarida putrefacta para llegar a la escuela, que está en ruinas. Todo está ardiendo y todos están luchando contra todos. ¿Que carajo es esto? Entonces al final encima de un altar, sentado en un trono lo veo a Magnus que no parece el mismo con el que he coincidido. Me acerco poco a poco hasta él, que al verme deja atrás su trono enorme y se acerca a mi. Entonces me dirige al punto más alto, donde se puede ver todo el caos y la guerra que se ha armado acá vaya uno a saber por qué.

Magnus: srta

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Magnus: srta. Lali Esposito, bienvenida a la División Lila. Mi nombre es Magnus Bane.

Lali: ¿Qué ha pasado acá?

Magnus: la guerra se ha desatado, solo tu puedes restablecer la paz.

 Lali: ¿Como hago eso? 

Magnus: no es mi deber ayudarte a detener lo que tu has creado. 

Lali: ¿Qué carajo decís Magnus?

Magnus: ellos se pelean por tí. - Me señala una estatua de piedra que tiene mi cara. - Tienes que resolverlo. 

Dejo a Magnus ahí y me bajo corriendo al medio de todo este caos, miro a un lado y a otro pero todo es destrucción, incluso los nenes pequeños están luchando acá. Esto debe parar pero ¿Como lo hago? ¿como se restablece la paz en un mundo caótico? Entonces caigo, la reconstrucción. Me paro en mitad de toda la guerra y doy un grito que hace que todo el mundo deje de matarse aunque sea por un segundo, todos me miran y yo empiezo a hablar.

Lali: ¿Qué les pasa? Se criaron juntos acá, muchos de ustedes son familia, no pueden agarrarse a las piñas y tampoco a matarse los unos a los otros porque opinen distinto o actuen distinto a uno. Eso no es respeto, no es libertad y mucho menos es la paz que estuvieron tantos años laburando para conseguir. Dejense de guerra y unanse para reconstruir está escuela que tanto les dio, todo está en ruinas, incluídos ustedes mismos y perdón que lo diga así pero si se siguen matando, no va a quedar ninguno que haga que esta guerra haya merecido la pena. Escuchense, quieranse, respetense... Son una División, bastante mal está planteado que las criaturas de diferentes especies estén separadas, no hagan lo mismo dentro de un mismo pueblo, porque lo único que van a conseguir es la extinción de los brujos y nosotros merecemos más que esto.

Todo el mundo dejó sus armas, dejaron de conjurarse unos a otros y empezaron a reconstruir esa iglesia, entonces yo me paro a leer lo que pone en la placa que tiene la estatua. "La guardiana del palacio de Cristal Celestial, salvó al submundo sacrificando a su familia mundana". ¿Qué cosa? Yo jamás hubiera hecho algo así, pero estas simulaciones al parecer trataban de desestabilizar emocionalmente, pero una vez que todo a mi alrededor estaba reconstruído, pude abrir los ojos, algo en mi cuello se abrió cuando Isabelle me desconectó, sacó el microchip y lo introdujo en el lector.

 Yo me puse junto a los demás, que me miraban agradecidos, a pesar de que yo no quería hablar de lo que pasó en esas simulaciones, ellos no paraban de hacer preguntas, hasta que Isabelle consiguió calmarlos a los dos y yo respondí mientras ella seguía tecleando cosas.

La viajera del tiempo.Où les histoires vivent. Découvrez maintenant