Capítulo 18: Bienvenido a tu prisión.

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La entrada de Peter al Palacio de Cristal Celestial fue algo más llamativa que las demás, pues él no quería pasar desapercibido. Todos en la planta de delitos menores lo miraban raro, pensando tal vez que era demasiado inconsciente para adoptar esa actitud. Lo echaron al piso como si fuera un perro, entonces él se levantó y empezó a observar a los seres que había a su alrededor, ninguno parecía peligroso, todos estaban a lo suyo, con sus grupos excepto una chica, que a él le sonaba así que se acercó a ella que al verlo se sobresaltó.

 Lo echaron al piso como si fuera un perro, entonces él se levantó y empezó a observar a los seres que había a su alrededor, ninguno parecía peligroso, todos estaban a lo suyo, con sus grupos excepto una chica, que a él le sonaba así que se acercó...

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Peter: hola, me llamo Peter ¿Vos?

Vale: mi nombre es Valentina... ¿Vos sos de la escuela de Magnus Bane no?

Peter: si y vos tenes un novio hombre lobo que se llama Dante. ¿No?

Vale: ¿Como sabes? - preguntó ella asustada.

Peter: estás de suerte, me dio esto para vos. - Discretamente le dio la carta que Dante le había dado.

Vale: ¿Él está bien? - Preguntó soltando alguna lagrima.

Peter: si, al menos eso parecía cuando lo apunté con un cuchillo de plata.

Vale: ¿Que hiciste que? - Preguntó sacadisima.

Peter: tranquila, solo quería un buen motivo para entrar acá.

Vale: ¿Por voluntad propia?

Peter: no lo digas muy alto igual... Voy a necesitar tu ayuda, llevas acá más tiempo.

Vale: no deberías haber venido, acá van a pasar cosas malas Peter.

Peter: no tengo miedo...

Vale: deberías tenerlo...

La joven Valentina no dijo nada más, se levantó y se fue a otra esquina a leer la carta que su Dante le había dado, mientras Peter no dejaba de pensar en Lali, que en aquel momento estaba junto a Alec y a Mercedes, hablando sobre las funciones que tenían que ejercer sobre la nueva situación que se les planteaba. La prisión estaba sobre poblada, empezaban a escasear los recursos para alimentar a tanto preso, así que Mercedes les dio la opción de plantear una nueva solución para su problema, pero las ideas que Lali tenía no hacían más que enojar a la directora del Consorcio.

Lali: ¿No hay recursos para ellos pero si para nosotros? No es justo, les daremos de nuestra comida, compartiremos con ellos, de esta forma habrá más recursos.

Mercedes: pero la gente sigue delinquiendo y viniendo a la prisión.

Alec: ¿y los juicios justos?

Mercedes: en algún lugar deben estar mientras se efectúan ¿No te parece?

Lali: ¿Acaban encerrados por todo o es solo la imagen que yo tengo?

Mercedes: todo aquel que incumpla una sola de las peticiones del Consorcio o de los acuerdos de La Clave termina preso de por vida y tu eres la que decide que pasa.

La viajera del tiempo.Where stories live. Discover now