Capítulo 1

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Hola! Aquí está la segunda parte de Without you, titulada With you, ya que la trama se va a centrar en su historia tras el secuestro.

Espero que lo disfrutéis tanto como el primero, jeje. Nuevamente mil gracias por vuestro apoyo, sois lo mejorcito que hay en mi vida.

I

Intentaba respirar tranquila, serenar los latidos de su corazón, contando hasta mil en su mente, despacito, volviendo a empezar si se perdía en algún numero, aparentando serenidad, mientras sentía el fuerte agarre de Inés, apretando su mano como si fuese una pelota anti estrés, transmitiéndole todo su nerviosismo, su histeria, mientras miraba por el rabillo del ojo como la jerezana no podía dejar quieta la pierna, como repiqueteaba insistentemente sobre ese suelo de mármol frío, con la vista perdida en ninguna parte.

Cansada de sentirla tan vulnerable y pequeñita, con sus dedos entrelazados y ese agarre que denotaba los estragos ansiosos que Inés estaba gestionando en su interior, se inclinó para besar su mejilla con cariño, llamando su atención, provocando que la jerezana buscase su mirada, intentando regalarle un gesto tranquilo y sereno, deseando que se contagiase de su calma fingida, mientras volvía a empezar esa cuenta interminable en su mente, respirando despacito.

Los ojos de Inés le devolvieron una mirada cargada de miedo, de dudas, de anhelos... Una sonrisa tímida apareció en sus labios mientras empezaba a juguetear con su anillo, mostrándole una vez más lo nerviosa que estaba, lo vulnerable que se sentía, ya que el tic de dar vueltas a esa alianza solo salía cuando no podía gestionar sus propias tormentas.

Buscando su cercanía, apoyó su cabeza en el hombro de Irene, sintiendo como su esposa la atraía en un abrazo protector, mientras besaba su frente y sus cabellos con cariño, jugando con sus bucles chocolate, enredándolos entre sus dedos, masajeando suavemente su cabeza para intentar relajarla.

-No me gusta Amor meu.- Susurró muy bajito la jerezana, captando su atención, provocando que detuviese sus caricias y volviese a juntar sus labios contra la frente de su mujer. –No me gusta el hospital.

Irene suspiró, cada vez que pisaban ese edificio Inés se volvía una niña asustada, llenando su mente de recuerdos demasiado horribles que, a pesar de los dos años que ya habían pasado, seguían atacándola en medio de sus pesadillas.

-Tranquila Petita Meva.- Inconscientemente buscó sus labios, regalándole un beso suave y tierno. – Solo es una revisión rutinaria, volveremos a casa en seguida.

Notó como un escalofrío recorría el cuerpo de Inés, por lo que estrechó su abrazo, tiernamente, desterrando sus propios miedos, impacientándose ya que tardaban en salir a atenderlas y quería sacar a Inés de ese lugar cuanto antes para que volviese a sus labios una sonrisa, para espantar ese brillo de miedo en su mirada, volver a pelear con uñas y dientes para desterrar los recuerdos de ese maldito disparo que casi acaba con su vida.

Cuando iba a levantarse a investigar cuánto quedaba para ser atendidas, una muchacha salió de la consulta con una sonrisa en el rostro y una lista en las manos, con los nombres de los pacientes que debía atender.

-¿Inés Arrimadas?- Al leer el nombre y reconocer a la mujer ante ella, su sonrisa se volvió nerviosa unos instantes, más actuó con profesionalidad, sin dejar notar que temblaba por dentro al pensar que tenía que atender a la Inés, una de las mujeres más carismáticas e influyentes de la política nacional y, a parte, la esposa de la actual presidenta del País. –Mi nombre es Julia Fonseca, seré su doctora a partir de ahora.

Inés se levantó, con una sonrisa en el rostro, estrechando la mano de esa mujer con fuerza, escondiendo los nervios en un rincón de su interior mientras la seguía a la consulta, sintiendo la mano de Irene enredada en la suya, sin soltarla, sin dejarla caer.

With youWhere stories live. Discover now