Alone ◦ Draco Malfoy [2]

12. MEMORIES

[CAPÍTULO 12]
MEMORIES

...

Desperté en medio de la noche desorientada, tanteé el lugar a mi lado pero solo conseguí las sábanas de la cama, me agité para sentarme y visualizar lo que me rodeaba, allí estaba en la habitación de la casa de la orden del fénix. -Un momento-Pensé. Entonces vino a mi mente Draco y todo lo que había sucedido, pero, ¿qué había pasado? ¿cómo estaba aquí? Recordaba haber ido a los jardines de Kensington, y haber encontrado a Draco, Draco...Nos habíamos besado, ¡Sí! ¡Había besado a Draco! su confesión..oh su confesión.

Me llevé las manos a la cabeza para acariciarme la sien, ¿Acaso había sido un sueño? decidí despejar las dudas y salí en silencio de la habitación.

-Kreacher, Kreacher..¿Donde estás? -Susurré. El elfo doméstico apareció con un chasquido frente a mí.

-¿Si ama Holmes? -Preguntó con su tono habitual.

-¿Acaso he salido esta noche? -El elfo me observó confundido.

-Me temo que nadie ha salido esta noche de la casa ama Holmes, Kreacher lo sabría, incluso sabría si es sonámbula -Su respuesta me dejó en el aire, acaso, ¿había soñado todo? Revisé mis bolsillos en busca de la nota, pero de nuevo, nada había allí

-Gracias Kreacher -Susurré por lo bajo y me devolví a mi habitación.

Suspiré antes de volver a la cama, ¿qué demonios había pasado?

...

El año nuevo se cernía sobre nosotros, a un día de comenzar otro año, en la casa de la orden nos encontrábamos ocupados todos decorando la casa, por mi parte decidí salir junto a Molly a comprar algunos regalos para todos, pasando por una tienda cerca observé un hermoso vestido rojo de terciopelo, con una caída suave sobre los hombros, me detuve frente al cristal plasmando mi mano sobre el vidrio, Molly se dió cuenta y acaricio mi espalda, bajé la mirada para seguir caminando pero ella me detuvo.

-¿Adonde planeas ir? Vas a probartelo de inmediato -Sugirió mientras entrabamos a la tienda, se que Molly no tenia tanta experiencia en el mundo muggle pero era enternecedor y cómodo que estuviera allí para subirme los ánimos, aún cuando no podía costear el vestido.

Antes de entrar en la tienda, di media vuelta debido a la sensación de alguien mirándome fijamente, pero estaba sola. Molly hablaba alegremente con la vendedora que vestía un fino traje y parecía feliz con el discurso de la pelirroja acerca de lo bien que se veía la tienda.

Al cabo de un rato estaba dentro del probador arreglando el doblez que se había hecho en uno de mi hombros, era hermoso, me hacía sentir como alguien de alta clase, casi como si volviera a mi vieja vida con Charlie donde todo era glamour, cosas caras y fiestas de la gran ciudad. Acomodé mi cabello hacia un lado y ladeé la cabeza inspeccionándome en el espejo, tomé un respiro, y salí del probador, Molly de inmediato secó unas lágrimas que resbalaron por su mejilla.

-Eres igual a tu madre cariño, idéntica...-Suspiró antes de abrazarme, la vendedora mostraba una sonrisa amable y caminó con una mano en mi espalda para llevarme al gran espejo de la tienda.

-¿Es muy caro? -Pregunté de golpe, la vendedora llenó sus mejilla de aire y miró a otro lado, oh por supuesto que lo era.

Asentí dejando ir el reflejo de mi misma, un minuto más con el vestido y me sentiría peor. Al entrar al probador me deshice cuidadosamente de él y tomé mis jeans, pero algo cayó al suelo apenas lo tomé, me agaché confundida y estiré la mano para tantear lo que había caído. De inmediato un hermoso collar con un rubí se hizo presente al regresar mi mano, entonces una sonrisa vislumbró mi rostro al recordar el "sueño" el cual definitivamente, no había sido ningún sueño.

...

El ambiente en casa era contagioso, los gemelos bromeaban por todos lados, Hermione y Ron discutían por alguna mala lección de piano y Harry hablaba sonriente con Sirius, mientras tanto me encontraba sentada en la mesa, con el libro que Sirius me había dado, estaba escrito en un idioma muy antiguo, casi parecían runas antiguas era una suerte que había empezado a tomar clases, y realmente algunas palabras se me hacían fáciles, tal vez Hermione supiera mejor qué decía pero no planeaba embargarla con tantas cosas.

Subí hasta la habitación y registré mi bolsillo tomando de nuevo el collar en las manos, casi me recordaba al regalo de Cedric, el collar de su madre, el cual había guardado bajo llave con todas sus cosas, quizás si le devolvía el mismo al señor Amos me sentiría un poco mejor conmigo misma, lo extrañaba con el alma y odiaba que nuestro tiempo haya sido tan corto, ¿Acaso estaba haciendo bien? ¿Estaba disfrutando lo suficientemente de mi vida? Por supuesto que no, estaba siendo perseguida por mi padre y una manada de mortífagos que planeaban verme muerta, el hombre del cual estaba enamorada estaba comprometido con otra persona y mi madre estaba muerta, por Merlín...¿Qué estaba haciendo con mi vida?

Pasé el collar por mi cuello ajustándolo y acariciándolo cuando este guindaba sin ningún problema de mi pálida piel, suspiré. No quería cuestionarme sobre lo que había pasado con Draco de si era realidad o no, porque claramente lo era, pero no de una manera física. Había buscado la forma de meterse en mis sueños y hacer que viera una realidad que él creó, lo cual me hacía pensar en lo talentoso que era para su corta edad.

Tomé un lápiz que se había colado en mi bolso de casa, odiaba utilizar plumas, más aún después de descubrir que podía dibujar y me servía para drenar mis problemas, por ese momento, dejé mi mente volar, recordé el sabor de sus labios, el enojo que sentía por su compromiso, el dolor de sus palabras, la angustia de su mirada

Al cabo de unos minutos estaba lista mi pequeña creación, sonreí a los ojos grises que se alzaban en el dibujo, era una versión de Draco, una expresión de su rostro cuando estaba distraido, acaricié el dibujo con ternura y lo guardé en la mesita de noche que estaba a mi lado.