Alone ◦ Draco Malfoy [2]

Epílogo

La puerta del número 12 de Grimmauld Place sonó, dejé a un lado las cartas que escribía y bajé con una sonrisa. Sabiendo de quién se trataba.

-Hola pequeña Black -saludó el rubio desde la entrada, mordí mi labio indicándole que entrara y asegurándome de que nadie lo haya seguido.

-Hola señor Malfoy -Dije apoyándome en la puerta, él me extendió los brazos y corrí hacia él saltando sobre su cintura para besarlo.

-Alguien me extraño -Sonrió egocéntrico, yo asentí besándolo de nuevo -Te traje algo -Añadió interrumpiendo el beso, lo miré extrañada poniendo mis pies en el suelo, sacó de la chaqueta de su traje una pequeña bolsa color blanca, la tomé insegura y él rodó los ojos -Te prometo que nada va a morderte, o a saltar sobre tí, o a envenenarte -Habló aburrido.

-No confío mucho en eso pero está bien -sus ojos se entrecerraron y yo me burlé -Es una broma -Reí, y me quedé atónita al ver una foto nuestra en la sala común riendo

-Es pequeño, pero Blaise me dijo que te gustaba tener este tipo de cosas -Asentí emocionada y lo abracé

-Me encanta Draco, es un gran detalle de tu parte -En serio no tenía palabras, era hermoso. Lo tomé de la mano y lo guié hasta la habitación que estaba utilizando, era la de Sirius.

Coloqué la foto con un hechizo en la pared junto a sus cartas, las coleccionaba. Al verlas, sonrió incrédulo.

...

-¿Cómo dices que se llama ésto? -preguntó analizando el plato de comida sobre la mesa, reí casi de inmediato, se lo había repetido unas 6 veces.

-Pizza, Draco. No muerde, no envenena y tampoco te va a matar -Repetí con su tono de la mañana. Se me hizo tierno observarlo comer comida muggle, pero no le desagradaba, o eso creía -Entonces...¿Qué era eso importante que tenías que decirme? -Dije masticando un trozo de la pizza, vi como su cuerpo se tensó.

-Bueno...Ésto...Yo...Annabelle no puedo tener secretos contigo y lo sabes -Dejé el pedazo de comida en la mesa y tomé su mano, usaba el anillo de la familia Malfoy en esa mano.

-Draco...-Lo alenté a seguir hablando, comenzaba a preocuparme, él suspiró.

-Vas a odiarme, lo sé...Pero, no tuve elección. -Mi cara no transmitía mucha emoción, de hecho en el fondo sabía lo que iba a decirme, se arremangó el traje hasta el codo dejando a la vista la marca tenebrosa. Me levanté de golpe de la mesa alejándome -Annabelle...

-¡¿Cómo pudiste venir aquí con esa cosa en el brazo Draco Malfoy?! -Grite despavorida -Un toque accidental a esa marca y todos los malditos mortífagos estarán aquí -Mi mente daba vueltas -¿Por qué lo hiciste?...

-Porque si no la aceptaba... Él te mataría y luego me mataría a mi -Mi espalda se relajó un poco.

-Draco no debiste...-Entonces sus gritos me interrumpieron.

-¡¿Y crees que tengo esto porque quiero?! ¡¿Que no sabía lo que significaba?! Annabelle no tuve opción -Para este punto se pasaba las manos por el cabello despeinandose, había cambiado este verano, lucía mayor y debo admitir que más sexy que nunca.

-Lo siento -confese en un suspiré, tome su mano y cerré los ojos -Es solo que...estuve a punto de morir y que estés implicado en esto...Draco te pone en peligro, no quiero perderte a ti también, ¿lo entiendes? -Mi mano viajo hasta su cara haciendo que me mirara, veía el miedo en sus ojos -Lo he perdido todo Draco...-Mi voz se quebró.

-Yo también lo he perdido todo, y lo último que quiero que suceda es tener que perderte a tí también, Annabelle...estoy asustado, nuestras vidas corren riesgo, hay mortífagos por toda la casa, nadie respeta a mi madre...nos tratan como...-Lo bese buscando que se calmara.

-Dejame ayudarte -Susurré, él negó

-De ninguna forma te dejaré meterte en esto -Yo suspiré, guiandolo hacia el mueble y sentándome en su regazo.

-Se que no...pero puedo ayudarte a lidiar con el miedo y el dolor -Arqueo una ceja y rei entendiendo su mirada -eso también se puede resolver, pero no, no hablo de eso exactamente

-¿de qué hablas entonces? -Me levanté y me aleje unos pasos para respirar.

-¿Confías en mí? -Pregunté acercándome a él y provocando energía en mis manos, él se sujeto con fuerza del sillón -No te haré daño, déjame ayudarte...¿Confías en mí?

-Confio en tí -cuando termino de decirlo puse cada mano alrededor de su sien y cerré los ojos concentrándome. Quizás me arrepentiría de esto luego pero él estaría siempre a salvo.

-"La sangre de mi corazón te protege, si tu vida se va la mía se pierde. Cuerpo de mi cuerpo, médula y mente, alma de mi alma que a nuestros espiritus ata, sangre de mi corazón, luna y marea, sangre de mi corazón que te salva y me pierde" -Hablé en latín, Draco pareció entender lo que hacía pero al tocarme era demasiado tarde el hechizo estaba hecho. Un choque de energía me lanzó al suelo, mi cabeza dolía como mil demonios.

-Annabelle -Draco se abalanzó contra mi preocupado -¿Qué fue lo que hiciste? -tomo mi cabeza y la puse en en sus piernas.

-Protegerte -Susurré ante de caer inconsciente.