Alone ◦ Draco Malfoy [2]

18. FINALLY

[CAPÍTULO 18]
FINALLY

...

Al llegar a mi habitación había otra nota en el suelo, la conversación Blaise me había dejado algo pensativa. Tomé la nota del suelo y entré cerrando la puerta detrás de mí. Me senté en la cama para abrir la nota

"Percibí que nadie te habría regalado algo por San Valentín, te veré a las 10 en la torre de Astronomía, espero que te guste"
L.B

Tenía unas cuantas tareas de Umbridge por hacer y era lo último que me apetecía, así que...¿Por qué no ir? Faltaban unos 15 minutos, así que me apresuré de tomar mi varita y salí tropezando con alguien.

-¿Qué no ves por dónde caminas? -Exclamó una voz chillona, rodé los ojos al saber de quién se trataba -Ah, es la rata Holmes.

-Exclamó la zorra -Dije para seguir caminando, las personas alrededor rieron y ella tragó.

-La pagarás Holmes -Gritó por el pasillo.

-Sí, seguramente lo haré Pansy -Respondí para mí misma cansada, caminé fuera de la sala común a hurtadillas, si algún profesor me atrapaba estaría muerta.

En el camino iba pensando, ¿Quién podría ser L.B? no conocía a nadie con esas iniciales pero quizás sería emocionante conocer a alguien nuevo, tambien pensaba en lo que Blaise me había dicho para ser sincera eso tenía mi cabeza dando vueltas, estaba lo de mi madre y el hecho de que Charlie seguía buscandome.

Tuve que sostenerme de uno de los muros del séptimo piso cuando sentí un mareo repentino, mi cabeza dolía a más no poder, cerré los ojos intentando calmarme, sentia mi corazón latiendo a toda potencia, entonces caí de bruses al suelo

"Me encontraba en una casa oscura, era la mansión Malfoy. Entonces en un momento, estaba en el comedor, Voldemort encabezaba la mesa, a su derecha Bellatriz y a su izquierda una rubia que no conocía, seguido por Charlie, Narcissa, Lucius y...Draco. Discutían sobre algo, pero no podía escucharlos. Después todo se quedó vacío excepto por Draco que aún estaba en la mesa sosteniendo su sién.

-No lo haré -Susurró, a sus espaldas Lucius le pegó una bofetada.

-Sí, lo harás. No permitiré que desgracies el honor de la familia por esa rata -Escupió con veneno, Narcissa lucía triste.

-No lo haré, no la involucraré en esto. No me importa el señor Tenebroso, no me importa su estúpida guerra no le haré daño a Annabelle -Dijo levantandose.

-Oh, lo harás -Respondió el platinado mayor con un tono autoritario.

Repentinamente ya no estaba allí, todo se había vuelto oscuro, escuchaba mi nombre de todos lados, en susurros, giraba para buscar a alguien pero no había nadie

-Annabelle -Dijo por fin una voz a mis espaldas, al girarme vi a mi madre parada sonriendome.

-Mamá -Me abalancé a sus brazos y ella me recibió con un abrazo fuerte -Estoy...¿muerta? -Pregunté, ella rió negando.

-Digamos que estás en una especie de trance, no estás muerta pero tu espíritu no está en tu cuerpo tampoco -Explicó

-¿Qué hago aquí? -cuestioné de nuevo.

-Buscando la verdad, es lo que anhelas -Respondió, para luego desaparecer.

Entonces me encontraba de nuevo en la casa Malfoy ésta vez en el estudio de Lucius, donde Draco lucía en shock.

-Falla a ésta tarea y te juro que yo mismo me haré cargo de ella y de tu madre

-No te atrevas a tocarlas -Respondió el platinado menor

-No me dejas opción, hijo. Eres demasiado débil -Alzo su varita contra Draco y el retrocedió -Imperio -Susurró, causando que Draco se volviera una pequeña marioneta ante él y sus órdenes

De nuevo todo se volvió nombre y comencé a escuchar de nuevo mi nombre, solo que esta vez lo gritaban muchas personas, me tapé los oídos alterada y deseando que todo acabara"

Volví a mi misma, me dolía la cabeza y respiraba con dificultad...Katherine y Blaise tenían razón, no era Draco, o al menos no en sus cuatro sentidos. Me sentía algo tonta entonces recordé aquel grito de Lucius...Draco Lucius Malfoy Black ¡Eso es! Lucius Black, L.B, ¡era Draco! casi de inmediato y cómo pude me puse de pie y seguí caminando a la torre de astronomia pero me frené de golpe al pie de la escalera, aquel platinado estaba allí parado dispuesto para irse, me miraba asustado

-Annabelle...-Dijo en susurro, mi cuerpo no reaccionaba, quería abrazarlo, llorar, besarlo de nuevo -Por favor no te vayas, yo necesito explicartelo

-No lo hagas -Interrumpí en apenas un susurro

-Perdóname...Jamás quise hacerte daño -Era la primera vez que veía a Draco llorar de esa manera, implorando...culpable, me partía el corazón verlo así -Me obliga...-Ésta vez tomé su cara entre mis manos y lo miré a los ojos, se veía sorprendido, definitivamente no esperaba que hiciera eso.

-Te perdono -Susurré, acércandome. Él me tomó de la cintura y me atrajo hacia él aún más, miraba al suelo -Oh Draco...-Lo rodeé del cuello y lo abracé casi con desesperación, escuchaba sus sollozos sobre mi hombro.

-Me amenazaron, me dijeron que si no lo hacía te matarían y matarían a mi madre y entonces mi padre...-Acarició mi mejilla y se mordió el labio -Me alegra que hayas escapado ese día -Susurró -No podría vivir si te hubiera hecho algo, creí que te perdía

-No me perdiste, vamos. Te di una paliza -Añadí logrando que sonriera -Estoy bien...En serio lo estoy -Entonces me abrazó de nuevo

...

Después de un rato conversando en el borde de la torre lucía más calmado, y yo sin duda me sentía más cómoda, fue entonces cuando recordé las notas.

-Draco -Él giro hacia mí -¿Eres tú el de las notas? -Pregunté, se relamió los labios y sonrió

-Creí que nunca lo preguntarías Annie -Sacó del bolsillo de su traje una pequeña caja, me giré para verlo mejor -Sí, era yo. Supuse que si colocaba mis iniciales no vendrías o me ignorarías

-El principe de Slytherin se preocupa porque una chica lo ignore, eso si es nuevo -Dije con sarcasmo suprimiendo una sonrisa.

-La cosa es que no es cualquier chica -Respondió, me extendió la caja -Te debía algo por navidad y todo lo que pasó, y ahora es San Valentín y yo solo espero que te guste -Comentó inseguro, le dí una sonrisa y tomé la caja abriendola con cuidado

-Draco...No puedo aceptarlo -Allí en la caja brillaba el anillo que había visto en la tienda ese día, era hermoso.

-Pues lo harás, no puedo devolverlo -Dijo encogiendose de hombros -Ven, déjame ponertelo -Sacó el anillo de la caja y extendí mi mano, el anillo encajó perfectamente en él, Draco sonreía.

-Es hermoso, gracias Draco, es demasiado hermoso -No podía dejar de mirarlo contrastaba con sus ojos la piedra del centro.

Por ese momento, todo fue perfecto.