Alone ◦ Draco Malfoy [2]

25. I CHOOSE YOU

[CAPÍTULO 25]
I CHOOSE YOU



...

Mi cuerpo se sentía pesado, me costaba incluso respirar. Me tapé los ojos ante una cegadora luz que se atravesó en mi camino. Estaba en una habitación blanca, pero no se sentía real, sabía que me dolía el cuerpo y aún estaba caminando, no era posible, en ningún escenario.

-Chica lista -Susurró una conocida voz detrás de mí. Me giré encontrándome con dos conocidas sonrisas

-Papá...Mamá -Corrí hacia ellos abrazándolos, ambos me apretaron fuerte -¿Estoy muerta acaso? -Cuestioné con la voz quebrada, la castaña negó.

-No cariño, no lo estás. No si no quieres estarlo -respondió con ternura, asentí aún confundida y miré a Sirius a los ojos

-Lo siento mucho papá -Las lágrimas caían por mis mejillas -Debí haber estado contigo, debí haber compartido más tiempo, debí...-Me interrumpió abrazándome.

-No nena, no te disculpes. No es tu culpa, Lamento no habertelo dicho antes, ni haberte buscado antes -Mi madre pasó una de sus manos por mi mejilla

-Estamos orgullosos de ti Annabelle, y siempre estaremos contigo. Siempre nos encontrarás al final de la oscuridad, como tu luz, tus guías pero sobretodo nos encontrarás aquí -Señaló mi pecho, directo al corazón.

-Tienes muchas cosas que hacer aún, sin embargo, puedes quedarte con nosotros, nadie te juzgara por eso -Dijo Sirius, pensé por un momento, no sufriría más, no más guerra, no más Charlie...

-Pero Annabelle -habló mi madre -Creo que tienes ciertos asuntos pendientes como una bruja viva -Señaló al otro lado de la habitación, repentinamente era San Mungo y allí donde señalaba había una camilla en la cual mi cuerpo estaba tendido, a mi lado, Draco tomaba mi mano desconsolado, se veía realmente mal, casi como si fuera un cadáver en vida, junto a él Harry, Hermione, Ron, Blaise y Theo me rodeaban.

-Draco -Susurré observando su aspecto, ya lo había abandonado una vez, no podía hacerlo de nuevo.

-Lo entendemos Annie -Dijo Sirius al lado de mi madre con una voz suave. -Te necesitan, te necesita Annabelle -ésto último lo dijo hacia el platinado.

-Vete, ya es hora cariño -Ambos me dieron un último abrazo, un nudo se formó en mi garganta y retrocedí unos pasos -Te amamos Annabelle, te amamos -Repitió antes de cerrar los ojos y provocar que los mios también se cerraran.

Escuchaba murmullos, aquel dolor me invadía, me costaba moverme pero lograba mover mis manos, las voces eran lejanas.

-Llamaré al medimago -Gritó una voz

-Annie...Annabelle cariño, ¿puedes escucharme? -Preguntó otra voz, quería hablar, pero no podía, moví mis dedos en respuesta y al momento sentí unos labios contra ellos.

Estaba de vuelta

...

Los días pasaron realmente rápido, llevaba al menos dos días insconciente, y tenía un riñón perforado además de múltiples contusiones cerebrales y hemorragias debido a los movimienos hechos después del daño al riñón, sin embargo el medimago decía que mi cuerpo sanaba rápido, todos habían venido a verme, en una semana terminarían las clases en Hogwarts y el profesor Dumbledore -quien por cierto había vuelto a ser el director-. Las había dado libres para que los estudiantes descansaran de los castigos de Umbridge y los chicos pudieran visitarme.

Draco no se despegaba de mí, pero también se mantenía muy callado. Lo obligué a irse a descansar y a que lo revisaran pues su aspecto en serio era terrible. A lo último se rehuso, pero dijo que volvería, luego de eso Harry me había dicho que Lucius fue acusado para encerrarlo en Azkaban y su familia estaba atravesando un momento pesado, y agradecía que hiciera el esfuerzo de venir a verme.

Los Weasley habían venido a verme, los gemelos, Ron y Ginny trajeron muchos dulces. Mientras que Harry y Hermione me trajeron algunos libros para distraerme el tiempo que estuviera allí, Blaise y Theo trajeron algunas flores, y varias de mis cosas en Slytherin.

-Veela -Dijo Blaise a mi lado mirando a la nada, solo estabamos él, Theodore y yo en la habitación, Draco se había ido unas horas antes.

-¿Qué?

-Draco, es mitad veela -dijo de nuevo -Por eso se ve tan mal, está en peligro la persona que ama, es normal que se deterioren al estar lejos o preocupados por esa persona -Sus palabras me cayeron como un balde de agua fría. Sacudí la cabeza.

-Estará bien si tú lo estás Annabelle, intenta relajarte un poco. -Murmuró Theo dandome unas palmadas en el brazo.

...

La noche había caído y Draco estaba de vuelta, tenía un mejor semblante entre lo que se podia ver. Me trajo algunas golosinas y libros que había encontrado, además del ajedrez clásico que solíamos jugar en su casa.

-Alguien ha mejorado su técnica -Lucía pensativo, tenía una mano en su barbilla mientras miraba el juego, me encogí de hombros sonriendo

-Ya soy mejor que tú -Añadí riendo mientras jugaba mi turno pero me dedicó una sonrisa malvada mientras negaba

-Jamás podrás ser mejor que yo en este juego nena, jaque mate -Fruncí el ceño al ver que mi anterior jugada había resuelto su juego y me llevé la mano a la cabeza.

-Me estabas distrayendo, eso no es justo -me crucé de brazos haciendo que éste sonriera y se sentara a mi lado.

-Claro que lo es -Depositó un beso en mi frente mientras me atraía hacia él, acurrucandome. -¿Adonde irás Annie? -Preguntó.

-No lo sé, Sirius dejó para Harry y para mí el número 12 de Grimmauld Place, pero no lo sé. Quizás esté un tiempo allí, no tengo adonde ir, con Voldemort pisandome los talones, Charlie ya intentó asesinarme una vez, no espero que haya una segunda oportunidad.

-Me encantaría que fueras conmigo a mansión Malfoy, me siento mejor sabiendo que estás bajo mi cuidado pero es demasiado peligroso, desde que pasó lo del Ministerio y mi padre, los mortifagos la usan para sus reuniones, no quiero exponerte así -Veía la frustración en su rostro, sabía que odiaba ésta vida.

-Oye...tranquilo Draco, estaré bien. Podemos arreglarlo -Por su expresión sabía que escondía algo -Puedes contarme lo que sea y lo sabes -Dudó por unos segundos y me atrajo hacia él besandome.

-Solo que te amo -Me quedé estática en mi lugar, volviendolo a besar.

-Yo también te amo -Dije abrazandolo, no estaba muy segura de que eso era lo que me escondía pero lo descubriría, mientras tanto disfrutaría de su compañía

No sabía cuando sería la última vez que la tendría.

"Y no sé a dónde voy, pero sé que será por un largo tiempo, y me marcharé por la mañana, cuando venga el vino blanco, la amarga luz del sol"
-Beating Heart, Ellie Goulding.