Alone ◦ Draco Malfoy [2]

10. GIFT

[CAPÍTULO 10]
GIFT

...

La navidad había llegado y el ambiente animaba a toda la casa, Hermione, Ron y Harry discutian sobre el postre de Hermione que Ron se había comido, Fred y George le gastaban bromas a Ginny y el resto del consejo se reunía abajo, yo moría a carcajadas junto a Harry del regaño de la castaña al pelirrojo, tarde o temprano estarían juntos, por eso apostaba.

-Annie, ¿pensaste en lo que te dije acerca de Draco? -Mi risa paró por un momento y mi semblante se tornó serio, no esperaba hablar del rubio ahora mismo.

-Sí y creo que tenías razón...no vale la pena gastar mis sentimientos en la persona equivocada -Hermione me observó triste ante mi declaración y se acercó para abrazarme.

-Él se lo pierde, es un imbécil, creído y tonto que se pierde de lo que tienes amiga -Dijo, Ron la apoyó con la boca llena de dulces haciendome reir -Ahora, vamos a arreglarte, Ginny y yo nos aburriamos de no tener a alguien para maquillar.

-Suerte con eso Annie, la necesitarás -Dijo Harry recostandose de la cama entre risas mientras que Hermione me arrastraba a la habitación donde Ginny estaba.

...

Al cabo de unas horas estaba listo mi aspecto final, Hermione me había prohibido verme en el espejo y Ginny estaba retocando mi cabello.

-Okay, a la cuenta de tres abre los ojos, ¿de acuerdo? -Dijo emocionada, sonreí y mordí mi labio ansiosa.

-Uno...-empezó Ginny

-Dos...-Siguió la castaña.

-¡Tres! -Dijeron al unisono, al abrir los ojos casi me desmayo, tuve que parpadear y acercarme al espejo para detallarme...realmente no parecía yo. Ginny había peinado mi cabello por la mitad con ondas haciendo resaltar su color rojizo, mis labios estaban con un labial rojo fuerte y mi rostro mantenía su naturalidad pero resaltando ciertos puntos, como las pestañas y las mejillas rosadas, y mi atuendo se basaba en una camisa de mangas largas y cuello de tortuga verde esmeralda, una falda negra de cuero alta y un par de botas con tacon a juego con la falda.

-Chicas...en serio se los agradezco! -Las abracé fuertemente -En serio no puedo creer que sea yo, me veo...

-Adulta -Dijo Ginny, en señal de aprobación.

-Chicas ya la cena está...wow -Harry interrumpió pero se quedó callado observandome, de inmediato me sonrojé y él sonrió -Annie te ves espectacular 

-En seguida bajamos Harry -Dijo Ginny entre dientes

-Las esperaré abajo chicas, ¿me ayudas Harry? -Dije en tono para que me extendiera su mano, me costaba un poco caminar con los zapatos.

-Ah sí claro, vamos Annie -Las reacciones del resto en la casa fueron igual a la de Harry, creo que nadie estaba tan acostumbrado a verme.

...

-¡Aquí está! -Dijo molly empujando la silla de ruedas donde estaba Arthur al pie de la mesa, todos celebramos y le dimos un aplauso para animarlo a lo que él sonrió, tenía puesto un sombrero que hacía alución a una corona en la cabeza y lucía cansado.

-Bien chicos, podemos empezar a comer. ¡Feliz navidad! -Todos intercambiamos la felicitación y la cena transcurrió con normalidad, discutiamos temas triviales como el desempeño de los equipos de quidditch en el último partido, o los últimos chismes de Hogwarts en el caso de Ginny y Hermione.

-Annabelle, las malas lenguas me dijeron que tienes aptitudes para las pociones, ¿es eso cierto?  -Preguntó Arthur, observé de inmediato a Sirius quien levantó su copa en señal de inocencia.

-Así es señor Weasley, es una de mis asignaturas favoritas -Respondí terminando de tragar mi comida.

-Claro, hasta la mía cuando el profesor es el jefe de tu casa -Dijo Ron evidentemente frustrado, reí y decidi molestarlo más.

-No es mi culpa que no hayas quedado en mi asombrosa casa -Respondí arrogante.

-Oye, Griffindor es la mejor casa Hogwarts -Dijo Fred a mi lado señalandome con su tenedor y la boca llena, reí más.

-Eso es porque aún no has estado en Slytherin -Fred rodó los ojos e hizo como si estuviera rezando.

-Agradezco a Merlín que no, no podría convivir con tantas víboras -Le propiné un pequeño codazo en sinónimo de ofensa.

-¡Oye! No soy un vibora -Dije inocente.

-Es verdad Annie, ¿cómo haces para convivir con los Slytherins? Son verdaderamente insoportables -preguntó la pelirroja menor.

-Y que lo digas, son como plagas -Explico Fred ganandose otro codazo - ¡Annabelle! -Me encogí de hombros en señal de inocencia

-Son verdaderamente agradables cuando convives con ellos, ya sabes, entre serpientes nos cuidamos -Finalicé tomando otro bocado.

-Bien niños, ha llegado la hora de los regalos! -Un vacío en mi pecho se hizo presente, no esperaba ningún regalo ya que prácticamente Sirius me habia traido a último momento, sin embargo disimulé mi malestar -Este es de Harry, este de Ginny, este es el tuyo Annabelle -Mi boca se abrió formando una "o"

-¿para mí? -Pregunté incrédula tomando el paquete

-Pues claro, no hay otra Annabelle Holmes cerca, ¿o sí? bien, este es de Sirius, este de Fred...-y entonces dejé de escucharla, me concentré en abrir el regalo y me encontré con un sueter de lana con bordes dorados tejido a mano con unas iniciales a la altura de mi pecho, "AH" de inmediato se me humedecieron los ojos, no recibia un regalo desde aquella visita a la casa de...bah, no era justo recordarlo ahora.

-Gracias señora Weasley -Dije haciendo que su mirada se enterneciera, pronto se acercó a mí y me dio un beso en la coronilla.

-Eres bienvenida siempre en esta familia Annie, eso nunca lo olvides.

-Prometo traerles sus regalos pronto, realmente lo olvidé por completo - Me sinceré poniendome el suéter, me ayudaba para el clima tan helado de Londres.

El señor Weasley se aclaró la garganta y levantó su copa, todos repetimos su acción y nos preparamos para oir lo que tenía que decir.

-Hoy, brindo por la salud de los que están sentados en esta mesa, porque siempre estemos unidos y porque siempre nos mantengamos siendo una familia, ¡salud mi familia! -Acto seguido me levanté de la mesa y alcé la copa en señal de respuesta.

-¡Salud! -Dijimos todos al unisono.

Por fin tenia una familia o algo cercano a ella, sin duda alguna no habría cosa que no haría por mantener a estas personas a salvo, daría mi vida como ellos la han dado por mí.