BURNING DESIRE - JinTae × TaeJin [Cmpt✔]

uno

La primera vez que lo ví, recuerdo haber estado muy ebrio, él sin embargo se veía tan tranquilo, aún más atractivo para mí. Nos conocimos por tener un amigo en común, Jung Seon el cumpleañero de aquella fiesta que se estaba saliendo de control, hasta que solo los más cercanos habíamos quedado, éramos alrededor de quince personas.

Mi ebriedad me hacía ver como un idiota, pero a la vez fue una excelente excusa para acercarme al carilindo de labios carnosos, cuello extremadamente largo y unos hombros anchos que se notaban habían sido bien trabajados y-solo por pocos centímetros-era más alto que yo.

No sabía qué mierda sucedía conmigo cuando estaba ebrio, realmente perdía todo pudor, era un desastre. El cumpleañero y amigo en común nuestro, había tenido la patética idea de jugar a "siete minutos en el cielo".

-Amigo, estamos viejos para esas cosas y si mi cerebro no me falla, no hay muchas mujeres presentes -exclamaba el carilindo de nombre Seokjin.

-Wow, Jinnie tiene la hombría frágil -exclamaba otro de sus amigos.

Todos habían comenzado a reírse, yo incluido, mientras que él sonreía de manera pacífica cerrando sus ojos ante las burlas, no parecía ofendido.

-Estos "siete minutos en el cielo" consistirán en encerrarnos en el armario de abrigo con quién nos toque. Ya sea hombre y mujer, hombre con hombre o mujer con mujer -las chicas presentes se miraban de manera pícara y cómplice entre ellas-. Nadie se burlará de la pareja que le toque entrar y... -levantando su dedo índice añadía-, lo que pase ahí dentro, de ustedes dependerá y ninguno de nosotros preguntará, pero saben que es regla que al menos un beso debe suceder. Ustedes deciden si en el cachete o se comen la boca de su compañero o compañera, pero siete minutos son los que deben cumplir allí dentro.

Todos comenzaron a gritar el clásico "wow" y cosas como " ésto se va a descontrolar", yo por mi parte me reía divertido sin añadir bocadillo a la conversación a gritos.

-¿Qué dicen? ¿Tienen ganas de divertirse o son todos aburridos y me equivoque al llamarlos "amigos"? -todos asintieron dando palmadas, pero Seon clavaba sus ojos en Seokjin y con voz ronca preguntaba-. ¿Seokjinnie va a entrar o Seokjinnie será el típico aburrido de la fiesta?.

Todos habíamos dirigido nuestras miradas a él, él negaba sutilmente con una dulce sonrisa y sin quitar la mirada del suelo exclamaba-: De acuerdo Seon, estoy dentro.

Todos comenzabamos a gritar como los imbéciles que éramos estando ebrios.

-De acuerdo, al piso todos sentados como indios y en círculo. Hagan mujer, hombre y así -luego de las órdenes Seon fue a la cocina a buscar una botella de vodka vacía, al volver se había sentado a mi lado y posicionado la botella en el centro-. Quién la gire irá al armario de allí con aquella persona a la que el pico señale ¿De acuerdo?.

Todos habíamos entendido. La casa de Seon era grande, consistían en cinco dormitorios de los cuales tres eran para invitados, cada uno con su baño privado y todos en la planta de arriba.
Abajo la casa consistía en una escalera en el medio de la sala frente a la puerta de entrada, a la izquierda yacía el comedor y la cocina que eran separados por una preciosa isla color gris.
Del lado derecho yacía el living, donde nosotros estábamos, allí habían tres sillones inmensos, una mesa ratona en el centro, la cual en ese instante la habíamos pegado a la pared quedando debajo de su inmensa TV Smart y el armario de los abrigos. Era un armario que medía 2, 54m. De alto, 91, 44cm. De ancho y 91, 44cm. De fondo (8 pies y 4 pulgadas x 3 pies x 3 pies).
Era como una cabina telefónica inglesa, por así decirlo, un espacio algo reducido para encerrarte con quién vaya a tocarte.

El juego había comenzado, la primera en girar la botella fue una tal Irene quién no paraba de mirar a Seokjin, es más se había insinuado toda la noche, pero el chico era lento o muy caballeroso. Se notaba en sus ojos negros y rasgados las ganas que tenía de girar esa botella y que el pico lo señalará a él.

Es más antes de girarlo descaradamente la chica exclamaba-: Seokjinnie no me dio ni una chance en toda la noche, quizás la suerte esté de mi lado -Seokjin se había ruborizado.

«Mierda, que guapo»

La botella comenzaba a girar y, para su mala suerte le había tocado con Dae, un chico de cabellos blancos quién irónicamente había estado detrás de ella toda la noche.

«Karma»

Este no paraba de saltar de la emoción, Seokjin no parecía afectado, pero Irene estaba que explotaba y antes de meterse al armario le había aclarado a cuatro voces:

-Si llegas a aprovecharte no tendrás un pene que utilizar en un futuro cercano.

Todos comenzaban a gritar, pero Seon había aclarado que por favor tampoco nos faltáramos el respeto entre nosotros y menos a las mujeres, límites son límites.

Al tal Dae se le había borrado la sonrisa al ver que no tendría muchas chances con la morocha, pero sin faltarle el respeto asentía junto a una leve reverencia. Sin más preámbulo, Seon los metía al armario y daba inició la alarma en su celular, la primer pareja fue divertida, se escuchaba como Irene le ponía los límites y le decía que hacer y que no.
No podíamos aguantar la risa, solo escuchábamos a un Dae dar disculpa tras disculpas. Cuando finalmente habían salido, Irene se veía furiosa y su labial estaba corrido, lo había besado a pesar de todo, pero no se veía complacida, ella quería al tal Seokjin.

El juego continuaba y mi turno había sido el quinto, lo chistoso era que ya había pasado una pareja de mujeres las cuales para sorpresa de algunos habían salido con el labial corrido sobre sus pequeños y delicados rostros.

«Era obvio»

-Taehyung-ssi -exclamaba Seon palmeando mi hombro-. Te toca.

Me miraba pícaro, Seon era un amigo cercano, pero hasta el día de hoy no sabía si yo era hetero, bisexual o completamente homosexual. Ya que siempre halagaba a hombres y mujeres de igual forma y mi actitud no era amanerada como para que me catalogará de gay.

La verdad, mi orientación no era algo de lo que llegara a hablar en profundidad y tampoco era algo en lo que hubiera pensado mucho.
Aunque he tenido encuentros cercanos de todo tipo, excepto con aliens, como sea, disfrutaba de estar solo porque nadie me había volado la cabeza.

-De acuerdo aquí voy -exclamé con confianza sobando mis manos y relamiendo mis labios.

Había girado la botella con fuerza, giraba y giraba veloz, todos gritaban y golpeaban el suelo porque la misma no se detenía. Cuando finalmente lo había hecho todos exclamaban al unisono un "wow" perfectamente sincronizado. Y sus ojos, incluyendo los míos se habían clavado en Seokjin.

«Ay, carajo»