¡¡Feliz día del padre!!

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Esto es varios años depués, ya ambos son adultos y trabajan.
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Dazai llegó a su hogar casi arrastrando los pies, sacó las llaves de su bolsillo y abrió la puerta encontrándose con las luces apagadas, todas menos la de la cocina-comedor.

Dejó su saco y bolso en uno de los sillones de la sala, caminó lentamente hacia el comedor preparándose mentalmente para el regaño de su querido esposo por haber llegado tarde. Antes de pasar al comedor asomó su cabeza para ver si Chuuya estaba esperándolo enojado pero fue todo lo contrario, Chuuya estaba dormido sobre la mesa y lo sabía por que su cabeza estaba sobre sus brazos utilizándolos como almohada y por el leve movimiento de sus hombros indicando su erspiración pausada y calmada.

Caminó hasta llegar a su lado y ahí pudo escuchar unos ronquidos muy bajitos, Dazai sonrió con ternura y sacó su celular para tomar una foto.

Después de sacar la foto guardó su celular y cuando lo miró con más detenimiento notó que unos papeles estaban debajo de él, en el intento de quitárselos para observarlos logró despertarlo e inmediatamente el pelirrojo escondió esos papeles para que Dazai no los viera.

-¿Qué tienes ahí, Chuuya?.-Intentó mirar por sobre este pero solo consiguió que Chuuya los escondiera más.
-¡Nada!, n-no quieres cenar? ahora mismo te sirvo.

Dazai vio como Chuuya se metió a la cocina y salió con un plato con comida en sus manos, las cuales ya no tenían los papeles que él quería leer.

-¿Tú no vas a comer?.- Chuuya colocó el plato en frente de él y después se sentó.
-No, yo ya cené.

Dazai comenzó a comer viendo como sus esposo revisaba su celular hasta que Chuuya lo apagó y lo miró.

-Mañana no tienes ningún plan, verdad?.-Dazai dejó de comer y respondió.
-Mañana es Domingo así que noup.
-Excelente por que mañana vamos a salir a primera hora.
-¿A dónde?.-Chuuya sonrió y separó para quitar el plato de Dazai y llevarlo a la cocina, salió y se acercó a Dazai para darle un beso en el cachete.
-Es una sorpresa.

Los dos subieron a la habitación que compartían, ya acostados se abrazaron y platicaron un rato más antes de dormir.
-¿Ya decidiste que casa quieres comprar?.-Preguntó mientras acariciaba el cabello del contrario.
-sep, es una casa muy bonita y espaciosa, tiene 3 cuartos y un baño en cada uno.
-Sigo sin entender para qué quieres que cambiemos de casa si con esta nos es más que suficiente.
-Mañana lo entenderás.
-Hmm.
Fue lo último que dijeron por que ambos quedaron profundamente dormidos.



A la mañana siguiente Dazai despertó antes de lo que le hubiera gustado gracias a los gritos de su esposo.

-!Ya levántate idiota¡

Dazai se sentó y se recargó en el asiento de la cama.

-¿Qué pasó con el Chuuya cariñoso de anoche?.

 Chuuya se acercó para besarle, Dazai obviamente correspondió y segundos después Chuuya se separó.

-El Chuuya cariñoso de ayer no tenía nada importante que hacer y el Chuuya de hoy sí tiene algo importante que hacer con su esposo, así que si quieres que el Chuuya de hoy sea igual de cariñoso que el de ayer ,más te vale que te levantes y te prepares para salir en este mismo instante.

Chuuya salió de la habitación dejando a un Dazai adormilado, sin pensarlo mucho se volteó a acostar tapándose con la colcha hasta la cabeza.

-¡¡Levántate ya!!

-¡¡Que ya voy!!

Después de un rápido desayuno los dos se subieron al coche y se dirigieron a un lugar desconocido para Dazai.

Soukoku One-shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora