Feliz cumpleaños Dazai

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Dazai se removía incómodo en su cama intentando varias posiciones para volver a dormir y no tener que despertar, claramente eso no funcionó pues ya estaba completamente despierto y una vez así ya no puede volver a dormir. Soltó un suspiro y se levantó de su cómoda y calientita cama, con fastidio y pereza caminó hacia la puerta de se habitación y la abrió saliendo de esta, bajó por las escaleras y se dirigió a la cocina donde esperaba que su queridísima y cariñosa madre-notese el sarcasmo- ya tuviera listo el desayuno.

Cuando entró al comedor no solo vio a su madre, sino también a cierto pelirrojo que lo traía loco, pensó que tal vez todavía estaba soñando así que caminó a la pared más cercana y estampó su cara contra la pared, bueno, le quedó muy claro que no era un sueño por el terrible dolor que ahora estaba sintiendo.  Chuuya y su madre se alarmaron al escuchar un sonido sordo voltearon hacia donde Dazai estaba y vieron como este se sobaba la frente mientras caminaba hacia ellos.

-¿Qué hace este enano aquí?.-Preguntó a su madre tomado asiento a un lado de ella quedando en frente de Chuuya. 

-¡¿Ahh?!.-Exclamó Chuuya, el principio enojado por la palabra "enano", pero ese enojo se transformó al ver detenidamente  a Dazai, Dazai aun estaba en pijama pero eso no significaba que se viera mal y su cabello estaba despeinado. Dazai se sonrojó ligermanete al ver aChuuya sonrojado.

"Que tierno", pensaron ambos al mismo tiempo. La madre de Dazai rió dntro de si misma al ver a los muchachos.

-Chuuya vino a recogerte, pero ya que él está aquí y tú estás despierto les serviré el desayuno a ambos.-La madre de Dazai se fue a la cocina dejando a Dazai y a Chuuya solos. 

-¿A recogerme?.-Preguntó confundido

-Si idiota, ayer te dije que hoy saldríamos.

La madre de Dazai no tardó muco en llegar con el desayuno en sus manos, puso un plato con comida en frente de cada uno y todos comenzaron a desayunar. Cuando terminaron Dazai le dijo a Chuuya que lo esperara mientras iba a cambiarse, Chuuya asintió y de mientras conversaba con la madre de Dazai. Cuando el castaño bajó ya listo ambos se despidieron de la señora y salieron.

-¿A dónde vamos?.-Preguntó cuando comenzaron a caminar.

-Tú solo sígueme.

Mientras caminaban platicaban sobre  varias cosas, era un ambiente agradable para los dos, a veces, por lo juntos que estaban, rozaban sus manos pero inmediatamente las retiraban, como si ese ligero toque quemara.

Fueron a varios lugares,fueron aun parque en el que siguieron caminando durante varias horas, después fueron al cine donde vieron una película de acción que fue bastante entretenida para los dos, cuando salieron del cine se dirigieron a un parque de diversiones en el que quien más se divertía era Chuuya ya que siempre quería subirse a los juegos mecánicos más intensos y ante la cara de emoción y felicidad de chuuya, Dazai no pudo negarse. "parece una cita", Dazai se sonrojó al pensar eso.

Cuando el sol comenzaba a ocultarse caminaron hacia un centro comercial, Chuuya le dijo que lo esperara afuera, que solo iría a recoger una cosa, Dazai hizo caso y se sentó en una de las bancas que estaban por ahí.

Dazai esperó un buen rato y comenzaba a desesperarse, justo cuando estaba por levantarse una bolsa de regalo azul marino un moño del mismo color apareció justo en frente de él, la tomó entre sus manos y segundos después Chuuya estaba en frente de él con el rostro ligeramente sonrojado.

-Feliz cumpleaños, Dazai.

Lo dijo con voz muy bajita por la pena pero lo suficientemente alto como para que Dazai lo escuchara. Dazai se quedó en silencio por un momento analizando las palabras de Chuuya... ¡¿Hoy es mi cumpleaños?!, pensó.

-¿Hoy es mi cumpleaños?.- Soltó la pregunta al aire.

-Si, hoy es tu cumpleaños.-Reafirmó Chuuya extrañado por esa pregunta.

"oh, hoy es 19 de Junio..."

Dazai no sabía que más decir, nadie ni siquiera su madre lo había felicitado, solo Chuuya. Dazai sonrió y abrazó a Chuuya.

-Gracias Chuuya.

El pelirrojo le devolvió el abrazo con una sonrisa.

-Tenemos que ir con tu mamá, ella te tiene una sorpresa.- Rompió el abrazo para caminar de regreso a la casa del castaño.

Caminarn rodeados de un para nada incómodo silencio, Dazai estaba muy feliz de haber recibido un regalo de parte de Chuuya y Chuuya estaba muy nervioso por lo que haría un vez llegaran a la casa de Dazai, esperaba que el recorrido fuera más largo para poder calmarse y mentalizarse pero lamentablemente fue todo lo contrario, llegaron más rápido de lo que le hubiera gustado,justo antes de que Dazai abriera la puerta Chuuya lo detuvo con un jalón a su chaqueta.

-¿Pasa algo, Chuuya?.- se giró para mirarle.

Chuuya tenía la cabeza agachada y Dazai podía saber que estaba muy sonrojado ya que sus orejas estaban rojas, Chuuya levantó su cabeza bruscamente y jaló a Dazai para que estuviera a su altura.

-¡¡Me gustas!!.- Gritó y le dio un rápido beso en el cachete para después separarse y comenzar a correr hacia su casa.

Dazai estaba en shock, se sonrojó de golpe al darse cuenta de lo que acababa de pasar, con una mano revolvió su cabello y suspiró, abrió la puerta de su casa y entró encontrándose con todas las luces apagadas de su casa, se adentró más y al llegar al comedor las luces se prendieron dejando ver un bonito pastel con velas encima de la mesa.

-¡¡Sorpresa!!.- Girtó su mamá saliendo de su escondite que se encontraba debajo de la mesa.-¿Cómo te fue con Chuuya, cariño?

Dazai no sabía que responder, solo suspiró y contestó.

-Bien, me fue bien, gracias mamá.

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Esto es por el cumpleaños de Dazai hermoso, precioso.

Espero que les haya gustado y perdonen mis faltas de ortografía.

Los quiero, Bye,bye :3







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