XIV

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-Jennie - salió como un pequeño gemido mientras se separaba de la castaña para besar su mandíbula - Jennie - sus labios bajaban de forma peligrosa por su cuello, mientras sus manos se posicionaban en su abdomen dentro de su camiseta, paso su lengua delicadamente lamiendo sobre el pulso de la castaña, sin aviso se levantó, la vio directo a los ojos - Levántate Jennie llegaras tarde.

Todo se desdibujo tan rápido como había empezado, justo frente ella se encontraba unos ojos oscuros viéndola con el ceño fruncido y los brazos sobre sus hombros.

-Que soñabas? Tarde muchísimo en lograr despertarte, llegaras tarde - al enfocar bien se dio cuenta que su amiga estaba completamente lista su cabello caía delicadamente sobre sus hombres en una hermosa camisa azul cielo de botones, unos jeans ajustados negros y unos tacones de unos 12 centímetros. Giro levente en dirección al reloj

-Mierda Jisoo porque no me has levantado más temprano? - quito las sábanas con sus pies y salto de la cama cual ninja

-Disculpa? Te vine a llamar hace una hora, dijiste que te levantarías, vine a tu habitación porque pensé que aún te preparabas y me encuentro contigo removiendote como si tuvieras un sueño húmedo. - el rojo se le subió al rostro, por suerte para ella había llegado al cuarto de baño antes de que su amiga pudiese notarlo, se desvistió de forma ágil y entró a la ducha.

-Un sueño húmedo - susurro para si misma, se sentía avergonzada parezco una adolescente caliente, quizá ha pasado demasiado tiempo desde la última vez, aún así, nunca había fantaseado con una mujer, claro que había pensado como sería besar una, pero a tal grado de tener sueños húmedos. Salió casi corriendo de la ducha y se preparo para irse, Jisoo la esperaba con un pequeño termo violeta en sus manos.

-No quiero que te duermas en clases

-Te amo tanto - tomo el termo como si fuese el santo grial y salieron del departamento.

Había pasado el resto de la semana entre clases y actividades con Jisoo, la castaña poco había sabido de la rubia, le había escrito una o dos veces pero ella no siquiera había abierto la conversación, según Jisoo quien ahora se escribía con bastante frecuencia con la pelirroja comentó que la rubia se quedó cuidándola toda la semana, se había vuelto unas ermitañas y se la pasaban comiendo, jugando vídeo juegos y viendo películas. Pero era Lunes, el fin de semana con su padre había salido mejor de lo que esperaba y por fin podría ver a esa rubia que ahora se colaba en sus sueños, una vez en la universidad ingreso a su clase junto a  Jisoo, busco con la mirada y vio una  distraía rubia viendo hacia el frente, jugando con un lápiz en su mano con la que golpeaba su sien, parecía perdida en algo, se dirigió hacia ella, no podía evitar sonreír mientras estaba cada vez más cerca, se sentó a su lado, volteo y le dio una sonrisa preciosa y tímida, le regreso la sonrisa, su presencia le resultaba a la castaña como un mar en paz.

-Buenos días, antes de empezar me gustaría saber como estar en oratoria, así que elijan un poema, les daré 5 minutos y empezaremos.

Jennie apenas podía prestar atención, estaba pendiente de cada movimiento de la rubia a su lado, en su respiración tranquila, en como curvaba ligeramente los labios mientras golpeaba el lápiz en su mano contra el escritorio.

-Muy bien... Manoban - sus ojos subieron de su cuaderno a Jisoo en una milésima de segundo - al frente - la rubia asintió, lo que menos deseaba era molestar de nuevo a Jisoo, Jennie sonrió realmente adorable pensó, la rubia se levanto y se posiciono al frente, respiro profundo y empezó a hablar.

Cualquiera diría al verte
que los catastrofistas fallaron:
no era el fin del mundo lo que venía,
eras tú.

Su voz temblaba un poco pero sonaba realmente hermosa, la castaña cerró los ojos por un momento

~The Letter~ Jenlisa | ChaesooWhere stories live. Discover now