XXVIII

5.6K 507 194
                                    

POV JISOO

Lisa me esperaba en su auto, se veía despampanante, sea lo que sea que le haya hecho Jennie anoche, necesitaba el doble de eso, la resaca me mataba y ella estaba ahí tan tranquila.

-Como es que luces tan bien? Bebiste lo mismo que yo - Lisa le sonrió mientras ponía el auto en marcha

-Esto - estiro un pequeño termo transparente con algún tipo de sustancia grisácea - pruebalo, sabe mejor de lo que se ve y te recupera de cualquier cosa - tome el termo y lo abrí, juro que esto olía a cemento o algún tipo de embudo - no seas cobarde Jisoo, solo tómalo - fruncí el ceño, esta niña ya no me respeta, acerque el embudo a mi boca y empecé a tomarlo, la verdad si sabían bien, algo dulce, pero tenía una sensación bizcosa, cuando intenté bajar el recipiente Lisa tenía la mano en él haciendo que tomara más, ella sonreír de forma maliciosa desde su lugar. - en un rato te sentirás de maravilla.

-No te creo - la fulmine con la mirada, aunque la verdad el dolor de estómago se había reducido considerablemente de forma inmediata - a donde vamos? - anoche habíamos quedado que Lisa me ayudaría con mi puntería y así ella practicaría un poco también.

-Conozco un lugar, Rosé tiene tan buena puntería porque practicábamos en una sala de tiros, ella siempre ha tenido mejor orientación en eso - sonrió en grande - excepto en las direcciones se pierde en cualquier lugar. - asentí

-Así la conocí - sonreí al instante al recordar la primera vez que la vi.

-Pensé que no lo recordabas, nunca hiciste ningún comentario

-Y que debía de decir? Rosé no es exactamente alguien con quien puedas jugar ese tipo de cartas, con ella... - me sentí de repente Inhibida - es diferente.

-Ahora que lo mencionas - me gire a verla, parecía nerviosa - algún día se lo pedirás? O solo estas pasando el rato con ella? - así que era eso

-Lo he pensado - ahora era yo quien veía la carretera - me estoy tomando mi tiempo

-No llevo mucho en la universidad, pero tu fama te precede Jisoo, no quiero que Rosé...

-No lo será - me apresure a decir - dame algo de tiempo

-Es que acaso... - sentía su tono burlón - oh dios, la gran Kim Jisoo nunca a tenido una pareja formal?

-Será mejor que te calles Manoban

- Esta aterrada! - Lisa soltó una carcajada - oh esto es realmente algo que escribir

-Aún soy tú profesora y puedo reprobarte si me da la gana Lalisa - su risa se detuvo de inmediato, así me gusta

-Lo siento - se disculpo, genial ahora me hace sentir culpable, el viaje no fue largo, mientras hablábamos me di cuenta que Lisa en realidad no era tan infantil como me lo parecía, tenía las ideas bastante claras, conocía libros realmente bueno que yo me había arriesgado a leer hasta hace muy poco y además era muy divertida. Una vez en el lugar, nos atendió un entrenador, estábamos en una sala blanca con pequeños cubículos, a un par de metros estaba el blanco, una figura metálica con un blanco rojo y blanco dibujado en medio, nos explicó como debíamos disparar, y nos dio un par de audífonos, y un arma cada una, estaba muy nerviosa, nunca había tenido un arma en mis manos y a pesar de que no tuviese balas de verdad no dejaba de ser un arma. Lo intenté un par de veces pero era realmente mala en esto, lo más cerca que estuve del blanco fue cuando le di en la cabeza a la figura metálica, Lisa no dejaba de reír y tuvo mejor suerte que yo. Cuando estaba por rendirme alguien empezó a disparar dándole 6 veces en medio del blanco sin problema alguno, ambas nos apoyamos en la pared del cubículo asomando solamente la cabeza para saber de quien se traataba, una figura delgada con unos Jeans negros que marcaban muy bien unas delgadas piernas y un trasero respingado con una blusa blanca destapada en la parte de atrás que nos dejaba ver su espalda, el cabello le caía en los hombros y llevaba unos tacones negros a juego, al verla en esa posición con las piernas levemente abiertas, los brazos extendidos con el arma, y el trasero levemente levantado fue inevitable tragar en seco de lo hermosa que era.

~The Letter~ Jenlisa | ChaesooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora