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MinSeok despertó un poco confundido, viendo todo el ambiente desconocido a su alrededor, luego recordó en dónde se encontraba.

Había entrado a la habitación de JongDae para ver un poco sobre él, pensó que tal vez ahí encontraría algo del pasado del mayor que los acercara un poco más; sin embargo, su misión fracasó porque al momento de tocar el suave colchón de la cama, el sueño se apoderó de todo su ser y cayó completamente dormido.

No había descansado bien durante mucho tiempo, ahora mismo se sentía revitalizado, ya le hacía falta recuperar energías o en cualquier momento podría colapsar de cansancio en su trabajo.

Salió un poco adormilado de la habitación, sin dejar de abrazar al dinosaurio de peluche que tanto le había gustado desde que entró al dormitorio, porque tenía la fragancia de JongDae, y ese aroma lo tranquilizaba, además, le recordaba un poco al mismo.

Al instante, un aroma delicioso llamó su atención. Rápidamente se dirigió a la cocina, encontrándose con un JongDae hecho todo un desastre y rió por la escena ante sus ojos.

Tenía mezcla de chocolate en toda la cara, junto con harina, sus manos estaban igual y ni hablar de su ropa. No se había dado cuenta de su presencia debido a que estaba muy concentrado batiendo la poca mezcla que quedaba en el bowl.

—Dice Gordon Ramsay que le dará un colapso mental por tu desastre.—Bromeó para interrumpirlo, al instante recibió una bonita risa como respuesta.—¿Qué haces?

—Trataba de cocinar unas galletas para ti, se supone que debía terminarlas antes de que despertaras, soy un fracaso.

MinSeok se acercó y con un dedo tomó chocolate que estaba en la mejilla del contrario, para probarlo. Eso hizo que el otro sintiera leves nervios debido al contacto tan repentino.

—Sabe bien, no eres un total fracaso.

Se acercó a una bandeja que estaba ahí, donde habían galletas algo deformes pero que se veían comestibles. Tomó una y la comió sin pensarlo, saboreandolas despacio.

—¡No! Te vas a enfermar del estómago, estas cosas no se ven nada bien, ¿Y si mueres por mi culpa?

—No seas exagerado, profesor Kim.—Pegó la naricita del dinosaurio de peluche a la nariz del castaño, mientras reía.—Saben realmente bien, ¿verdad, Chennie?

Volteó a ver al dinosaurio mientras simulaba darle de comer una de esas galletas y hacía un ademán de asentimiento.

—¿Le pusiste nombre al dinosaurio?

—Claro, un nombre tan bonito como él.—Lo abrazó y le dio dos besos al dichoso peluche.—¿Tiene algo de malo?

—No, pero...me tienes a mí para ponerme apodos bonitos y para darme besitos como a él, también para decirme que soy bonito.

Frunció el entrecejo mientras cruzaba los brazos. Sintió como si aquel dinosaurio lo estuviese desafiando por el amor del de ojos felinos.

Sí, desde ahora sería su enemigo. Nunca había visto tanta traición en un sólo ser de felpa.

—¿Estás celoso de un peluche? No seas ridículo.

Rió y abrazó al mayor, escondiendo su rostro en su pecho. El otro se sorprendió, estaba adorando toda la confianza que ahora le estaba teniendo, se sentiría demasiado mal si aquel lazo se llegara a romper algún día.

Danza De ángel [ChenMin]Where stories live. Discover now