×22 pt. 2/2×

1.1K 122 62
                                    

Al instante olvidó por completo sobre lo que estaba alegando y se dejó llevar por aquel beso lleno de amor. Besarlo era como irse a su propio mundo, encerrarse en su propia burbuja, besarlo era todo lo que necesitaba para perder la razón.

Y ni hablar de los perfectos labios del de ojos felinos. Para el mayor, eran el paraíso, una suave nube de algodón de azúcar, tan dulces, tan frescos, tan vivos, tan...Kim MinSeok. Besarlo era como jugar con fuego mientras estabas en el mismo cielo.

Estaban disfrutando el uno del otro, saboreando sus dulces sonrisas traviesas que de vez en cuando se regalaban, de algo inocente, pasó a algo más intenso, lleno de fuego y de pasión. El de mirada felina abrió la boca levemente para darle permiso al otro de seguir con lo que ambos comenzaban a desear. Las lenguas empezaron a juguetear en sus cavidades, primero tímidamente y luego sin temor alguno, exploraban sus bocas, sus sabores.

Los labios del mayor pasaron a recorrer las arreboladas mejillas del otro, luego a las líneas que marcaban su mandíbula, disfrutando de las bonitas facciones que le hacían parecer un muñeco de porcelana acompañado de su blanca tez como la nieve, como si de un príncipe del invierno se tratase.

El rubio desabrochó su cinturón de seguridad, así como el del castaño, se levantó de su asiento y se sentó de cuclillas sobre el regazo del castaño, enredó sus brazos sobre los hombros de éste, quedando frente a frente, con las respiraciones agitadas, compartiendo miradas cómplices sin cruzar una sola palabra.

JongDae quizo probar más de aquella piel, se dispuso a darle pequeños besos en la extensión de su cuello, MinSeok sintió corrientes eléctricas con esos toques sobre aquella zona tan sensible para él, se estremeció, echó levemente la cabeza hacia atrás para darle acceso completo al mayor, y que así pudiera recorrerlo como más quisiera. Éste comenzó a marcarlo con leves mordidas, al principio creyó que lo detendría, pero no fue así, lo dejó seguir gustoso, ambos se querían marcar, lo sabían sin decirlo; Si no lo mordía, le obsequiaba pequeños y devotos besos, bajando hasta donde sus clavículas se encontraban, acompañó aquellos gestos con largas lamidas, yendo sin discreción alguna desde su respectiva clavícula hasta su lóbulo, arrancandole leves gemidos de sus dulces labios, cosa que le hizo perder la poca fuera de voluntad que le quedaba al castaño en ese momento.

Sin pensarlo más, despojó de su camisa al menor con una mezcla de cuidado y de increíble necesidad por sentir más de él, se deleitó al verlo tan sonrojado mientras bajaba la mirada como un cachorrito y se cubría el abdomen con su ropa, avergonzado.

—No vamos a hacer nada de lo que no estés seguro.—Lo tomó del mentón y levantó su rostro, le regaló una sonrisa tranquilizadora.—vamos a parar si así lo deseas.

Aunque sea muy difícil para mí. Pensó.

—¡No! E...estoy seguro de que quiero, pero...—Balbuceó apenas entendible.—me da mucha vergüenza que me veas desnudo.

—No puedo cubrirme los ojos en estos casos, menos si se trata de ti.—Bromeó y lo tomó de la cintura, con cariño lo atrajo poco a poco a su cuerpo, envolviendolo por completo en sus brazos. Se acercó a su oído y mordió su lóbulo, arrancandole un pequeños jadeo mientras le susurraba con voz ronca.—porque yo necesito verte por completo, MinSeok.

El mencionado sintió su piel estremecer, sintió algo parecido a la adrenalina recorrer su espina dorsal. Era un pecado si paraba ahora mismo.

—Te voy a decepcionar, no soy bonito como MinHee y otras personas con las que podrías estar en este momento.

—Pero yo no quiero estar con alguien más.—Llenó de besos sus hombros ahora desnudos.—y no me vas a decepcionar, no pienses en esas cosas que te hacen mal. Eres demasiado bonito, sólo necesitas darte cuenta de ello.

Vous avez atteint le dernier des chapitres publiés.

⏰ Dernière mise à jour : Aug 31, 2019 ⏰

Ajoutez cette histoire à votre Bibliothèque pour être informé des nouveaux chapitres !

Danza De ángel [ChenMin]Où les histoires vivent. Découvrez maintenant