Capítulo 17

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Nos encontramos en el campo de fútbol de nuestra escuela, todo estaba completamente oscuro, habíamos esperado juntos a qué anocheciera. ¿La razón? No sabemos que va a pasar realmente si juntamos las marcas. 

- Sino llega a funcionar encontraremos la forma de volver, ¿de acuerdo? - estábamos realmente nerviosos, puede funcionar o puede que no. En el peor de los casos funcione pero no de la forma que queremos.

- ¿ y si terminamos en dimensiones separadas? ¿que haré sin ti? no hubiera podido con esto de no ser por que estabas conmigo - le pregunté sumamente preocupada. Los nervios y el miedo me comenzaron a invadir.

- Haremos esto; si por alguna razón no nos encontramos juntos nos encontraremos en el parque, nos aseguraremos que estamos en nuestra dimensión y en cuánto podamos nos veremos ahí ¿de acuerdo?

- ¿Cómo sabré que eres tú? - tantas preguntas, tantos riesgos.

- Elijamos algo que decir cuando nos veamos, algo así como una contraseña que nos confirmé que somos nosotros...

- ¿algo como qué? 

- No lo sé puede... 

- ¡Oigan! ¡no pueden estar aquí! - un guardia venia a lo lejos, la luz de la lámpara me cegó por unos segundos

- No hay tiempo, hay que hacerlo - Mateo levanto su mano derechas y la estiró en mi dirección. Muy bien, es momento. Debemos hacerlo, hay que volver a casa.

Imite su acción levantando mi mano izquierda y estando apunto de juntar nuestras manos me detuve 

- ¡Di una palabra o algo, rápido! - los gritos del guardia se escuchaban cada vez más cerca 

- ¡Soy inevitable! - citó la frase de Thanos en  End Game

- Y yo... soy Iron Man - completé mientras sonreía. Y entonces sucedió, nuestras manos se unieron. Cerré los ojos esperando algo pero después de unos instantes de no sentir nada los entre abrí. Mateo estaba en la misma situación que yo. 

- ¡chicos! - el guardia se encontraba a metros de distancia. Mateo y yo nos miramos asustados. Y antes de que pudiera decir algo una pequeña luz blanca comenzó a desprenderse de nuestras manos, la luz iba haciéndose más y más grande hasta al grado de no dejarme ver nada más allá de la luz. Sentí como mis pies se elevaban del suelo, me sentía en un sueño. De pronto la luz se convirtió en oscuridad y mis sentidos dejaron de funcionar.

El sonido como de una alarma que se escuchaba a lo lejos me hizo caminar... ¿o flotar? no sentía nada, solo la necesidad de encontrar de donde provenía ese sonido. Con forme avanzaba se escuchaba más cerca hasta que la sentía sonar a mi lado. El sonido se hizo más intenso hasta que no pude soportarlo, me tape los oídos con las manos y cerré los ojos. ¿Qué esta sucediendo? 

Solté un grito de desesperación y traté de alejarme de el sonido pero lo único que conseguí fue un gran dolor en mi costado izquierdo, casi como si hubiera caído de un lugar no tan alto. Lentamente abrí los ojos y solté la respiración que retenía sin darme cuenta.  ¡Estaba en mi cuarto! bueno, en el suelo de mi cuarto. Me había caído de la cama, trate de ubicar de donde venia ese sonido tan molesto y al ver un reloj vibrar sin para supe que de ahí venía.

Me levante y me deje caer boca abajo en la cama estirándome para darle un fuerte golpe al reloj. Al instante dejo de sonar y me relajé. 

¡Un momento! no puede ser, no, no ,no. Yo nunca he tenido un reloj de mesa y menos con un sonido tan irritante, mi mamá siempre me ha despertado y si no es ella es una dulce melodía de mi celular. Esto no esta bien. Con temor me senté en la cama y miré a mi alrededor.

- ¡Qué maldita mierda! - grite sin poder evitarlo 

Mi supuesto cuarto era completamente azul, habían pequeños destellos blancos simulando ser estrellas, levante la vista y el dibujo de un sol mas grande que he visto me hizo volver a recostarme. ¡tiene que ser una jodida broma! miré la ropa que llevaba y casi me desmayo, era azul tambien, ¡completamente azul! ¿dónde esta lo divertido en esto?

- Señorita Emily - unos delicados golpes en la puerta y la voz de una mujer me sacaron de mi crisis. Espera ¿me acaba de decir señorita?

- ¿Si? - pregunté confundida

- Sus padres la esperan para desayunar, señorita - ¿Quéue esta pasando? esa voz se me hace conocida

- Claro, bajo en un segundo - ¿que otra cosa puedo decirle? - ¡Oye, espera! - salte de mi cama y corri a la puerta. Al abrirla tuve que sostenerme de el marco de la puerta.

- ¿Si señorita Emily? - mi mejor amiga a la cual había decepcionado estaba frente a mi con un uniforme de sirvienta. 

- ¿re-rebeca? - mi voz salio temblorosa. Ella solo me miraba esperando que le dijera algo y solo pude preguntar lo primero que se me vino a la mente - ¿qué día es hoy? 

- Jueves 3 de marzo, señorita - me contesto mientras sonreía amablemente - ¿es todo? 

Solo atine a afirmas con la cabeza, la miré alejarse por el pasillo que extrañamente era mas grande y espacioso que nunca.  Cerré la puerta y me deslicé en ella hasta llegar al suelo.

No es por ser mala pero por Dios espero que Mateo este en esta dimensión... ¿dijo jueves tres de marzo? diablos, tengo que ir a la escuela. ¿Ahora como será mi uniforme? me levante en busca de el. El armario era casi igual de grande que mi cuarto en mi dimensión, relajate. Solo busca el jodido uniforme, me adentre más al armario y lo observe completamente. Cajones, puertas y una estantería con más zapatos que días de el año. Había una pequeña mesa en el centro de todo y encima de ella resaltaba unas prendas doradas con blanco. Me acerque lentamente y al tener la tela entre mis mano y extenderla casi lloro de la emoción. ¡Es mi jodido uniforme! es lo más hermoso y elegante que he tenido entre mis manos. La falda es dorada y la blusa es blanca con el logo de la escuela en el lado derecho de mi pecho, calcetas largas y zapatos negros mas brillantes que mi futuro para combinar. Sin dudarlo me desprendí de mi piyama aburrida y me coloque el hermoso uniforme.

Al terminar me miré en el espejo que abarcaba la mitad de la pared. Me veía realmente bien, omitiendo mi cabello despeinado y los restos de baba en mi cara. Tome la mochila que sostenía un bello perchero de madera y sali de mi nuevo segundo lugar favorito. Entre al baño y me enjuague la cara, me mire al espejo y solte un suspiro. Es hora de ver a mi papás y después de lo que sucedió en la otra dimensión no sé como sentirme. Tomé un cepillo plateado que se encontraba a lado de el lavabo y me cepille el cabello dejando libres los pequeños rulos que se formaban en el. 

Salí de mi habitacion con la mochila sobre mi hombro y con el corazón entre los pies, puedo hacerlo. El pasillo parecia no tener fin, puerta tras puerta y unos cuantos cuadros abstractos colgados en la pared después, logre llegar a las escaleras. ¿Son de mármol? con cada escalón que bajaba el eco se oía por todo el lugar, del techo colgaba un gran candelabro de cristal con detalles dorados y una gran pintura de angeles resaltaba en el techo. ¿Acaso vivo en el cielo? cuándo terminé de bajar las escaleras que se me hicieron infinitas me encontré con el gran dilema; ¿A dónde me dirijo ahora?

De un lado tenía la sala de estar con sillones grandes y una pantalla plan de todas las pulgadas posibles y del otro lado tenia una puerta y un pasillo que recorrer. Pues creo que no me queda opción. Comencé a recorrer el pasillo. Las paredes estaban llenas de diplomas y reconocimientos ¿míos? ¿eso es posible? 

Una foto me llamó la atención. Son mis padres junto a una nave de la NASA, están usando trajes de astronauta.

 Ay, joder ¿a dónde vine a parar? 

En esta y otras vidas másWhere stories live. Discover now