Capitulo 25

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Mateo se sentó en el suelo y se mantuvo en silencio por un largo rato. 

- Estamos atrapados aquí, si este universo se jode y no podemos cambiar de dimensión es el fin del juego para nosotros, ¿cierto? - preguntó después de un rato 

- No lo sé, supongo que sí. No sé con exactitud como funcionen los jodidos mundos paralelos - le dije levemente alterada. Estiré mi mano con la marca y espere que la tomara para intentar irnos de aquí de una vez por todas - Vamos, hay que intentarlo una vez más - dudoso levantó su mano y la unió con la mía. Volví a cerrar los ojos con fuerza esperando la luz cegadora de la primera vez pero nuevamente solo me quedé esperando 

- Esto es una completa locura - murmuró 

- ¿Qué haremos? - pregunté asustada 

- Creo que... morir con este universo

Me dejé caer al suelo y abracé mis piernas. No quiero morir, tengo muchas cosas que hacer aún, tengo solo 17 años y apesar de que he viajado por dimensiones aún me quedan muchas cosas por vivir. 

- Por ahora hay que intentar dormir - se levantó del suelo y me tendió su mano. La tomé y me puse a su lado. Estando frente a la cama nuevamente la pregunta de si dormiría en el suelo se hacia presente.

- Duerme en la cama, no hay problema - le dije un poco nerviosa. 

Nos recostamos y apagué la luz dándole la espalda a Mateo, cerré los ojos y comence con mi intento de dormir.

Sólo quedan menos de 46 horas para morir y lo que hago es desperdiciar el tiempo durmiendo, que tontería. Nada parece importar ahora, ¿de que sirve que duerma si pronto dejaré de existir junto todo el maldito universo? 

- No puedo hacer esto - dije incorporándome en la cama, encendí la luz y Mateo se incorporo también - es una completa locura, no pertenecemos aquí ¿y moriremos aquí?. No quiero... no puedo hacerlo.

- Es una completa injusticia, lo sé pero mientras no encontremos la forma de regresar no tenemos opción - me explicó con calma

- Lo comprendo pero... ¿Cómo puedes estar tan tranquilo con esto? ¡moriremos! - dije exasperada 

- Lo sé, estoy muerto de miedo créeme. Pero estoy contigo y sin importar que tan mala sea la situación mientras este junto a ti todo parece que estará bien...

 - Siempre y cuando este a tú lado - murmuré 

- Exactamente - su mano se dirigió lentamente a mi mejilla y con su dedo pulgar comenzó a esparcir pequeñas caricias y con esa simple acción bastó para que todo en mi interior se calmara. - ahora trata de dormir, ¿de acuerdo?

Volvimos a la posición inicial; dándole la espalda.

- ¿Podrías... puedes abrazarme? - pregunté tímidamente. Sentí como la cama se comenzaba a hundir a mi lado y finalmente sentí su brazo sobre mi cintura. Apesar de que básicamente me estaba abrazando no estaba lo suficientemente cerca. Con timidez me moví unos centímetros más hasta sentir su pecho contra mi espalda. 

Inconforme por la posición di la vuelta quedando frente a él. Su mano aún seguía sobre mi cintura y la distancia entre nosotros era muy poca. Subí lentamente mi mano hasta llegar a su pecho y la deje ahí por unos minutos, sentía los latidos de su corazón, un poco más apresurados de lo normal. Continúe subiendo mi mano hasta llegar a su rostro e imite la acción que había hecho conmigo hace unos minutos atrás, lentamente comencé a esparcir pequeñas caricias sobre su mejilla. 

No podía verlo pero sentí la pequeña sonrisa que se formó en su rostro. Cerré los ojos y me la imaginé. Con su sonrisa en mi mente finalmente logré quedarme dormida.

En esta y otras vidas másDonde viven las historias. Descúbrelo ahora