Capítulo 33

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La oscuridad era lo único que abundaba. ¿Estaba muerta?.

- Querías volver a tu dimensión y ahora que estás aquí, deseas volver a irte pero esta vez completamente de tu vida. Eres muy complicada, Emily.

No sé si tenía los ojos cerrados o simplemente no había ningún rastro de luz pero era frustrante no ver de dónde proviene esa voz.

- No te daré muchas explicaciones por ahora, sólo diré que si pasas esta prueba tendrás todas las respuestas que buscas. Sólo saca lo mejor de todo esto y serás recompensada con lo que más deseas. Ahora abre los ojos, pequeña.

La voz femenina se fue distorsionando poco a poco.

- Vamos, tienes que abrirlos - comencé a sentir una fuerte presión en mi pecho una y otra vez. - ¡vamos!

Una fuerza empezó a arrastrarme, no precisamente como unas manos o algo así, sino como si me estuvieran absorbiendo.
Un fuerte golpe en mi pecho me sacudió completamente. Con fuerza separe mis ojos y comencé a sacar agua por la boca, trataba de respirar pero el agua lo impedía así que sólo tosía con desesperación.

Después de unos segundos tomé una gran bocanada de aire y todo comenzó a verse claro y la presión en mi cabeza desaparecía poco a poco.
Miré a mi alrededor y una pequeña multitud me rodeaba a mí y al paramédico que me había salvado la vida. Las luces de la ambulancia me lastimaron los ojos pero después de un tiempo me acostumbré a la luz.

- tranquila, ya pasó todo. - el paramédico de no más de cincuenta años me miraba aliviado.

- Gracias - la garganta me quemaba

- ya estás bien, ¿Hay a alguien a quién puedas llamar? - tarde un poco en procesar sus palabras y cuando finalmente lo hice sólo asentí.

Le di el número de mi mamá y me ayudó a levantarme, las piernas las sentía débiles y temblorosas. Nos acercamos a la ambulancia y me sentó en la parte trasera de esta para después colocar una manta a mi alrededor. Mi cuerpo se relajó casi al instante. El paramédico se alejó un poco y comenzó a hablar supongo con mi mamá por teléfono.

¿Qué se supone que fue eso? ¿Cómo rayos me pide que saque lo mejor de esto si la persona que yo amo está hospitalizada? Y aparte de eso casi muero ahogada.

No puedo hacer esto sin él, no quiero hacerlo.

- ¡Cariño! - la voz de mi madre llego a mi casi tan rápido como sus brazos a mi alrededor. - ¿Estás bien? ¿Que sucedió? Estas tan pálida.

Orlando venía atrás de ella y también me envolvió en sus brazos, sólo que él se mantuvo en silencio.

No me sorprende que hayan llegado tan rápido. Nuestra casa está a un par de cuadras de aquí.

- vayan al auto, hablaré con el paramédico. - se alejó un poco Orlando junto al hombre que había salvado mi vida.

Entramos al auto y me recosté en el asiento trasero.

- ¿Como podré seguir adelante sin él? - pregunté en voz baja.

- es difícil al principio, el dolor no disminuye sólo te acostumbras a sentirlo.

- No quiero acostumbrarme a que no esté a mi lado

Después de un rato estando en silencio el sueño comenzó a vencerme pero no por completo, escuché cuando el motor de el auto se encendió y también cuando se detuvo. Quería abrir los ojos y levantarme pero sentía mi cuerpo pesado.

Los brazos de supongo Orlando me enrollaron y me saco de el auto. Después lo que sentí fue el colchón sumirse ante mi peso y la puerta cerrarse.

- A él no le gustaría verte así. Entiendo que la herida es reciente pero por favor, por mi, por él... Por ti tienes que ser fuerte, no te rindas tan fácilmente. Siempre he admirado lo valiente que eres ante estas situaciones y sé que puedes con esto, y sino en así aquí me tienes a mi, tu madre que nunca te dejara sola. Sé que pronto se recuperará pero por el momento vive por él y por ti, por los dos. Haz que viva a través de todos lo que hagas. Te quiero mucho, mi pequeña.

Realmente la extrañé. Quería abrir los ojos y decirle que la quiero pero el cansancio es demasiado, después de unos segundos en silencio el sueño me volvió a vencer.

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Tengo que hacerlo sentir orgulloso de mí cuándo abra los ojos.

Ese fue mi primer pensamiento al despertar.

En esta y otras vidas másWhere stories live. Discover now