Capítulo 35

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- Ha llegado el momento de darte las respuestas que tanto has pedido. Ya conoces la leyenda de el hilo rojo, ese hilo que puede estirarse, enrollarse pero jamás romperse. Pues tú y Mateo han estado unidos por ese hilo desde hace muchas vidas atrás, desafortunadamente siempre había algo que los separaba y sin importar que se amarán no podían estar juntos porque uno de los dos siempre moría. Dos fuerzas más y yo nos ofrecimos como voluntarios para que eso no volviera a suceder. El amor, el tiempo y yo; el destino concordamos en poner a aprueba su amor, si es realmente tan fuerte como para soportar tantas vidas y todos estos obstáculos tendrían nuestra bendición, lo cuál significa que nunca les faltará el amor, el tiempo será su aliado y el destino siempre los unirá. Con orgullo puedo decir que han superado esta prueba y por supuesto sacaste lo mejor de esto, así que Emily tienes nuestra bendición.

- eso es... Woow. - las palabras me faltaban - supongo que gracias - ¿Qué más podía decir?

Así que ella es ¿El destino?, La mujer que me encontré esa noche y que hizo la marca en mi mano ¿Es el jodido destino? Eso es woow, probablemente se haya metido agua a mi cerebro y me daño algo.

Una mujer más y un hombre se encontraban frente a mi. Supongo que él hombre es el tiempo ya que de él cuelgan más relojes de los que podría contar y sólo por lógica deduzco que la segunda mujer es el amor, no llegué a esa conclusión por sus heridas y su rostro cansada, sino porque no había nadie más aquí.

- Ahora a tú última duda. La marca en tu mano está desapareciendo - habló el hombre lleno de relojes - y apesar de poder controlar el tiempo no puedo hacer nada para evitar que esa marca desaparezca.

- ¿Qué hay con ella?

- Esa marca no es solo para cambiar de universos, pequeña. Junta tu marca con la de tu amado y si su amor es tan fuerte como lo han demostrado hasta ahora, despertara.

Esto suena tanto a cuento de Disney.

- muy bien, comprendo. ¿Pero cómo salgo de aquí?

- Te daré una pequeña ventaja, pero no durará mucho, el reloj pronto marcará las 12:00 - los tres levantaron su mano derecha y tronaron los dedos al mismo tiempo.

- Buena vida, Emily. - Se despidió la mujer llena de heridas.

Y tan pronto como la luz llego a mis ojos moví mis brazos con demasiada desesperación tratando de salir. Cuando mi nariz estuvo fuera rápidamente tome todo el aire que pude.

Eso fue simplemente intenso.
Las fuerzas en mi cuerpo comenzaron a volver y cuando me di cuenta ya estaba en la orilla de el lago, me dejé caer sobre el pasto y observé el cielo. ¿Varías vidas enamorada de Mateo? Esos es increíble.

Saqué mi celular de la bolsa trasera de mi pantalón y rogando porque aún sirviera lo sacudí y presione el botón de encendido, cuando la pantalla se iluminó sentí tranquilidad y desesperación al mismo tiempo. Faltan 10 minuto para las doce y el hospital queda a 15 minutos de aquí. Tengo que correr.

Me levanté y quitándome la sudadera empapada para evitar más peso comencé a correr. Vamos tú puedes, Emily.

Pero había algo raro que no había notado hasta pasar a lado de una niña apunto de caerse, no seguía con su descenso sólo estaba ahí desafiando a la gravedad suspendida a mitad de camino.

¿Así que está es mi ventaja?

- Gracias - susurré viendo mi mano, no sabían hacia donde más hacerlo.

Y apesar de tener una ventaja no desacelere.

Podía ver el hospital, pero aún me faltaban dos cuadras.
Cuándo atravesaba la penúltima calle el sonido de un claxon me alertó. Un taxi estaba a unos 30 centímetros apunto de haberme atropellado dejándome en claro que mi ventaja había terminado.

En esta y otras vidas másDär berättelser lever. Upptäck nu