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Capítulo 37; Determinación.


La castaña aplaudió cuando nombraron ganadora del primer lugar a su senpai. Alzó el rostro en alto, pues había logrado el segundo lugar, no tenía nada que envidiar.

—Felicidades, senpai.— Dijo acercándose para felicitarla directamente, la peli-azul la tomó entre sus brazos abrazandola.— Nejire, ya puedes soltarme.— Se quejó sintiendo como si sus huesos se rompieran.

—Felicidades, Nejire-senpai.— Llegó la peli-naranja.— Aresuka-chan, felicitaciones.— Dijo de igual manera para la castaña.

—Ehh, tú también quedaste en tercer lugar, felicitaciones para ti.— Se acercó la mayor.

—Hay que volver a competir el próximo año.— Sonrió la de cabello corto.

—Fue divertido, aunque no se si esto sea realmente lo mío.— Rió nerviosa.

—No digas eso.— La regañó.

—Me tengo que ir, chicas.— Se despidió ya con su buzo de la academia.— Tengo un premio mayor esperándome.— Sonrió altanera, mientras agitaba su mano.

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—Felicidades, Aleska.—

—¡Shinsou!— Se lanzó a sus brazos, quien la atrapó como pudo.

—Oye, no hagas eso.— Perdió un poco el equilibrio.

—Gané el segundo lugar, me lo merezco.— Celebró.

—Bien, bien.— Le dio unas palmadas en su cabeza.

—¿Por qué tan seco?— Hizo un puchero.— ¿Me veía bonita con mi vestido?— Dio algunas vueltas igual que cuando lo hizo con su vestido.

—Mm.— Asintió.

—Está bien, ¿Pasa algo?— Se detuvo.— Estás demasiado frío, más que de costumbre.— Se acercó con intención de que le dijera que pasaba.

Este tomó de su muñeca y comenzó a caminar lejos.

—Oye, aún no me has respondido, ¿Qué pasa? ¿Hice algo malo?— Se dejó llevar, pero no le gustaba que se quedara en silencio por tanto tiempo.

Terminaron muy lejos del bullicio de la gente, donde finamente la soltó y se dignó a mirarla a los ojos.

—Bien, no me gusta como va esto.— Comenzó a pensar en que a lo mejor era un villano que había tomado la forma de Shinsou el que estaba frente a ella.

—Me encantaba como te veías con ese vestido.— Habló por fin, con las mejillas un poco rosas.

—¿Ah?— Suspiró mentalmente, debía de dejar de ser tan dramática.

El peli-morado se acercó hasta tomarla entre sus brazos.— El problema es que no era el único que pensaba así.— Observó sus ojos profundamente.— Eres jodidamente hermosa, hay un millón de hombres que quieren estar contigo.— Pasó una mano por su mejilla.

—Tú vales más que un millón de hombres.— Sonrió pegándose, quien le devolvió el gesto de inmediato.

Uniendo sus labios para primero ir lento, disfrutando cada centímetro, cada caricia, sabían perfectamente como hacer que el otro disfrute.

Mi razón ; Shinsou HitoshiWhere stories live. Discover now