40

1.7K 180 143
                                    

Capítulo 40; baby hotline.

[[ A d v e r t e n c i a : capítulo con contenido subido de tono al final, se puede ignorar o leer según la decisión del lector (💫) este símbolo significa que empieza el contenido, si se decide no leer no afectará al desarrollo de la historia ]]

Abrió sus ojos, encontrándose con el trasero de su gato frente a ella, chillando por comida.

Micho, déjame dormir un rato más.— Se dio la vuelta y siguió durmiendo.

El gato fastidiado por la falta de atención saltó a la mesa al lado de su cama, botando una por una las cosas que tenía.

Michoo, no te atrevas.— Se sentó y pestañeo un par de veces para que sus hinchados ojos puedan acostumbrarse a la luz.— Te voy a botar a la calle si botas mi celular.— Lo señaló.

El felino se lo pensó, prefería estar con su papá que si le prestaba atención, su pata se movió y el celular cayó quedando estático en el aire.

Ella suspiró, trayendo el celular hasta donde estaba, viendo la hora 11:53 am.

Supongo que tienes hambre, ¿No?— Se levantó de su cama dando un bostezo.

Ambos fueron a la cocina, donde el plato del felino fue llenado y ella se comió unos tres panes con mantequilla y un café. Notando unas tres llamadas perdidas de su novio.

Marcó y esperó a que contestara, si la llamaba era por algo importante, supuso.— Hola, mi amor, ¿Me habías llamado?— Preguntó comiéndose un pancito.

—Aleska, ¿Cómo estás? ¿Recién te despiertas?— Escuchar la hermosa voz de su novio hizo que su ánimo cambiara.

—Con sueño, acabo de despertar, culpa de tu gato.— Comenzó a contar.— ¿Qué tal tú?—

—Estoy con mi madre haciendo una mochila con todo lo necesario para mi padre, va a estar en el hospital por mucho tiempo, así que no lo vamos a ver en un buen tiempo, por eso estamos empacando ropa y lo necesario.— Explicó.— Va a venir más tarde sólo a recoger la mochila y después de eso ya no va a quedarse en casa.—

—Oh, dile que le envío mis buenas vibras, estoy segura que todo va a mejorar.— Dio unas palabras de apoyo para su pareja.

Oyó un suspiro.— Eso espero... Me tengo que ir, mi madre necesita mi ayuda.— La chica solo dio un sonido como afirmación.— Cuídate, te quiero.— Iba a contestar, pero la llamada ya se había cortado.

Volvió a bostezar.— ¿Qué deberíamos hacer, bebé?— Preguntó acariciando a su gato, este sólo maulló.

Se levantó, caminando hasta su cuarto, para cambiar su pijama, quedando en brasier deportivo y un short de tela cómodo, su cabello amarrado con un gancho.

Prendió el altavoz que tenía y lo colocó en su sala, conectando con el bluetooth de su celular.

Amor de mis amores comenzó a oírse por todo el departamento, agarró una escoba y comenzó por limpiar su sala, después la cocina y el corredor.

El felino se subió a su árbol para ver lo que hacía desde lo alto, tratando de alcanzar con sus patitas los objetos que levitaban.

Amor de mis amores, si dejaste de quererme no hay cuidado que la gente de eso no se enterara...— Cantó mientras seguía barriendo por debajo de la mesa.

Recogió la basura y lo dejó fuera en el balcón, buscando el trapeador, pues la siguiente cumbia también era perfecta para limpiar bailando.

Se limpió el sudor al ver su trabajo, su apartamento se parecía al que se podía encontrar en una publicidad.

Mi razón ; Shinsou HitoshiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora