Capítulo 12 "Violines"

1.4K 75 8
                                    

Violines


Nunca jures en vano.

Era lo único que se repetía en mi cabeza y lo único que aun podía pensar. Las madrugadas y yo no somos para nada compatibles. Así que aún estaba tonteada.

Madrugo para el colegio, pero como tenía que ir a verle a mi hermana tuve que hacerlo el doble.

Las calles no están desiertas, al parecer las personas diariamente tienen que madrugar. Yo recién lo hago este día y me costó montones levantarme de mi cama. Aún estoy con la pijama, solo que con una chompa que le tapa en su mayoría.

Y claro, con sandalias. Tengo pantuflas como Hailey pero tampoco quiero que los demás lo sepan. No es que cuando sea grande o me case vaya a dejarlas de usar. Mi esposo me tendrá que aceptar con todo y pantuflas.

Somos dos en unos.

Una bocina me hace saltar y abrir los ojos que estaban medios cerrados. Un carro pasa al frente mío. Mierda, si sigo así moriré atropellada antes de poder casarme con alguien que me acepte con todo y pantuflas.

Me estremezco por el frío y trato de taparme más, siguiendo mi camino. Todo es tan silencioso que da miedo. La oscuridad tampoco es que ayude mucho.

Cuando estoy frente a la casa toco esperando que abran. Siempre me he sentido incomoda cuando tengo que esperar a que me abran la puerta, y esta no es la excepción. Me remuevo inquieta.

La puerta es abierta y la madre de Gema me sonríe. Le devuelvo la sonrisa.

-Buenos días señora Dresser. ¿Cómo está?

-Abigail, que gusto verte. Estoy muy bien, gracias por preguntar. Hailey bajara en unos segundos.

-Claro.

Ella sube y miro todo lo que me rodea. Sin tanta gente la casa se ve más grande. Los recuerdos de ayer me inundan y hago una mueca. Vaya con Trina. Mi mirada pasea por la puerta y siento que mis mejillas se sonrojan recordando a Cooper. Mierda, estoy loca.

Los pasos me avisan que ya están bajando por lo que dejo de ver la puerta. Mi hermana me recibe con un asentimiento de cabeza y Kayle con una sonrisa. La miro con reproche. Ella rueda los ojos y me abraza.

-Hola hermana-es su saludo.

-Hola gruñona.

-De las dos, la que gruñe a despertar eres tú.

Ruedo los ojos ante su respuesta listilla. Disimuladamente y aprovechando que Kayle se va a la cocina, golpeo con mi mano su nuca. Ella se queja.

-Por listilla-le murmuro.

-Bien. Supongo que te veo más tarde-dice regresando Kayle a Hailey.

-Sí, supongo-responde ella encogiéndose de hombros.

-Bueno, gracias por todo. Pero tenemos que irnos.

Después de eso salimos hacia casa. Bueno, yo prácticamente la arrastre a casa. Quería llegar a dormir unos minutos más. Pero no siempre te puedes salir con la tuya.

-¿Y qué hicieron?-pregunto tratando de sacar un tema de conversación.

-Ver películas.

-¿Sobre?-sigo.

-Varias cosas.

-Que cortante-bufo.

-No tengo muchas ganas de hablar.

Te enamoraréWhere stories live. Discover now