Capítulo 51 "Abigail: 1"

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Abigail: 1


¡Oh, mira el bello sol que me ha llegado a la cara! ¡Oh, mira el bello techo al despertar y a la hermosa Cleo que está en mis brazos!

Me levanto con una sonrisa y doy dos vueltas estilo princesa soñada antes de dirigirme a la ventana. Apenas la abro, me recibe la realidad del por qué me he despertado un sábado por la mañana.

-¡Y hola gran bulla de los camiones mudanza!-ironizo.

Así como lo oyen. ¡Tenemos vecinos nuevos! Y no, no estoy emocionada por eso, y mucho menos me emociona que me hayan despertado a-miro el reloj de mi pared-¡Las siete de la mañana!

¡¿Qué ser humano madruga un sábado?!

-¡Dios mío!-me quejo mientras me arrimo al barandal de mi cuarto.

Una niña conversa con una señora mientras entran con cajas a la casa que estaba desocupada hace años. Para ser exactos no se desde cuándo. Lo único que me acuerdo es que en ella vivía Celina.

A veces me pregunto que hubiera sido de ella si sus padres no se hubieran ido. Eran buenas personas, solían darme dulces cuando era Halloween. Y tenían una sonrisa en el rostro siempre. Incluso cuando la visite en el hospital ella me sonrió.

Eran la pareja más querida del pueblo. Todos los envidiaban, incluso mamá dijo que también lo hizo pero que era envidia sana. Pues todos concordaban que eran grandes personas que se merecían el uno al otro.

Dicen que se conocieron porque él era alumno del padre de ella. Que se enamoraron y que al finalizar la universidad se casaron. Tuvieron a Celina y seguían cantando. Todos dicen que tenían buenas voces, yo las pocas veces que los oí también creo eso.

Ambos amaban mucho a Celina, siempre la protegían y el pueblo la amaba porque era fruto de la música. Así denominaban al dúo. Y el que ella tuviera unos ojos de otro color solo ayudaba a que todos la vieran.

Ojos morados. Así los tiene Celina y creo que combina perfecto con su cabello negro. ¡Es hermosa! Solo que al morir sus padres todos dejaron de verla como una luz, y la asociaron con tristeza.

Nunca entendí por qué, ella siempre sonreía. Y trabajaba junto a su abuelo, Don Ángel en la floristería. Es una niña encantadora, solo que su amiga Rossela es algo impulsiva.

Mi mirada deja de seguirlas cuando las veo entrar y la desvío hacia el camión. Ahí veo con curiosidad a un chico reír con el señor del camión.

Mientras se ríe su mirada va hacia mi casahaciendo que sus ojos den con los míos y enmarque una ceja para luego guiñarmeun ojo. Mis mejillas se calientan de la vergüenza y mis manos se abren en negación cuando hace una seña para que baje.

Mala decisión. Olvide que tenía a Cleo en la mano y veo en cámara lenta como esta cae dos pisos hacia abajo. ¡He cometido un suicido-accidental osal!

-Oh, vamos. Esto debe ser una broma.

Me doy la vuelta y rápidamente me pongo mis pantuflas para luego correr como una loca por las gradas hacia el patio. Abro la puerta de mi casa y el frío me recibe. Camino hacia mi patio y cuando la veo suspiro. Al menos no cayó en las rosas, eso hubiera sido doloroso.

Pero el alivio me dura poco porque un ladrido en mi espalda me pone alerta. Oh, miércoles. Veo como Golum corre hacia ella y yo hago lo mismo. Antes de que la coja me estiro y la alzo haciendo que entre saltos trate de cogerla.

Suelto ahora sí, suelto un suspiro de alivio.

-Eso estuvo cerca-murmuro con una sonrisa y me acerco para amarcar a Golum y entrar a la casa-Eres un perro tontito, Cleo no es un juguete. Es una amiga ¿sí?

Te enamoraréWhere stories live. Discover now