Capítulo 69 "Reglas rotas"

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Reglas rotas


Del uno al diez si me hubieran dicho que la amiga, antes ex, de mi novio me invitaría a su cumpleaños yo de seguro le hubiera llevado al manicomio porque de verdad esa persona no estaba en sus cinco sentidos.

Así que del uno al diez ¿Qué tan loco es eso?

Yo te digo: Infinito.

Frunzo el ceño mientras le sonrío de forma desconcertada, su mano sigue extendida con la invitación mientras yo solo puedo verla sin creer lo que sale de su boca.

-¿Qué?-pregunto creyendo que me he quedado sorda.

Tal vez no me lave bien las orejas en la mañana.

Tal vez incluso debía agendar una cita para que me las laven con profundidad.

-Te invito a mi fiesta-repite-será este fin de semana. Es mi cumpleaños-sonríe-espero que vayas. Seguro te divertirás, habrá muchas sorpresas.

Todos los curiosos me miran pareciendo esperar con ansias con mi reacción. Seguro esperan que le lance el jugo de caja que tengo en mis manos pero al contrario de sentirme molesta o con sed de venganza, me siento algo cohibida por qué bueno, aún recuerdo sus gritos furiosos de ese día, pero culpemos a que estaba herida. Así que asiento y le doy una sonrisa.

-No hay problema, estaré ahí.

Por alguna razón eso le emociona. Y sonríe cuando cojo su tarjeta. Como que ahora tengo algo de miedo.

-Entonces te veré ahí. No faltes. No puedes faltar.

Asiento desconcertada mientras sostengo una tarjeta que dice pase de una persona y la dirección de un hotel. Vaya... supongo que cumplir los dieciocho es algo para festejar. Un año más de sabía para ella.

Para mí, mis cumpleaños son una excusa más para quedarme en casa y ver un maratón de alguna película o dorama. En especial de ese último.

No es que sea una muy adicta a eso pero debo admitir que algunos me gustaban y disfrutaba de verlos. Me he enamorado como todas alguna vez, de un chico protagonista, aunque seguía siéndole fiel a mis libros.

Aunque tampoco era una devoradora de libros, pocos los terminaba. Unos porque dejaban de llamar mi atención, otros porque me estresaba ver tanto drama. Otros porque olvidaba de que iba el rollo y pues me da pereza volver a leerlo.

Soy una lectora perezosa.

Aunque tengo dos amigas que son muy buenas para esas cosas. Una es army de corazón y la otra es una devoradora de libros.

Yo solo he devorado helado en mi vida.

Y no me arrepiento de eso. Además de comer gomitas.

Siento que si no me detengo pronto estaré con hambre, así que empiezo a caminar hacia el aula. Cuando entro veo una tarjeta del mismo color en las manos de Gregory así que me acerco.

-¿También te ha invitado Verónica?-le pregunto algo sorprendida.

He de admitir que no lo esperaba, la chica últimamente lo quería tres metros bajo el suelo, sobre el cielo y a una izquierda y derecha de ella.

A veces daba la impresión de que no quería ni mirarlo.

Supongo que su corazón se ha sanado de las crudas palabras de Gregory. Y creo que él, se ha arrepentido ya mucho de ello.

Asiente viendo fijamente la tarjeta.

-Sí-hace una mueca.

-¿No solucionaron nada cuando hablaron ese día?

Te enamoraréWhere stories live. Discover now