capitulo 6: Adiós

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Los días siguientes al concursos eran una tortura. No podía seguir con todos los ensayos, la tarea de la escuela, las discusiones de mis padres, la presión y amenazas de mamá.

Yo solo tenia amigos en la escuela, mama no lo sabia pero Danna y Marie eran mis mejores amigas. La escuela no estaba mal, me gustaban las materias  a diferencia de mis compañeros. Ellos no tenían idea de las cosas que pasaban en casa lo que hacía que ame más la escuela. Era libre de jugar con quiera.

- Mamá ya practicamos esto, déjame terminar...

- Silencio, Megan, cada día soporto a ese apestoso gato, creo que también puedes soportar esto.

- Pero...

- Basta! Así no se formaron las estrellas.

Otra vez con lo mismo. Isi ni si firmin lis istrillis.

Respiré, volví a tocar la pieza esta vez con más soltura.

Papá no estaba en casa, se fue a un viaje de negocios, me dejó justo en el peor de los momentos. Mi madre se ponía loca con esto de la perfección. Todos los días tenía que practicar y esto no era nuevo solo que esta vez era aún peor porque no toleraba un solo error, gritaba como una loca y volvíamos a repetir todo de nuevo.

La razón era que la serie fue un éxito, empezaba a tener más fama de la que tenía, lo que traía halagos y presión para mamá. A papá como siempre no le gustaba, y era frustrante sus peleas en público para que después esté en las redes. Además, la hija de una amiga de mamá también es actriz en otra serie, pero no es tan famosa, aún así todo representa una competencia para ella. Lo bueno es que a mi madre ahora le gusta las series, más que las películas.

La escuela no iba bien, tenia tareas acumuladas y muchas faltas gracias a mi madre. Papá se molestaba con ella y volvían a pelear así que las cosas en casa iban de mal en peor. Ni siquiera tenía tiempo para el señor Gatuno o pintar con las acuarelas. No podía con todo.

Terminamos el ensayo a las dos de la mañana y es que a pesar de salir bien volvíamos  a practicar solo para asegurarse que no fuera suerte y los pasos salgan naturalmente. Aprendí mi rutina como todas las anteriores, pero la tarea de mañana era muy pesada y estaba tan cansada que solo me recosté al lado del señor Gatuno y me dormí.

Fue al día siguiente cuando la maestra me regañó y llamaron a papá porque mamá terminaba discutiendo con ellos. Él se molesto cuando llegó a casa. 

- ¿Dónde está mami? - Me preguntó.

- Salió con su amiga. Papi, ¿me ayudas con mi tarea? Ya casi termino.

- Pequeña, ve a tu cuarto, mami y papi tienen que hablar, luego terminaremos todas las tareas, ¿de acuerdo?

Otra vez van a discutir, no sé porque se molestan en que me vaya si voy a escuchar todo gracias a sus gritos. Lleve mi tarea, y vi que mami salía del auto. Y ahí como siempre estaba mi Gatuno, recostado en la cama le acaricié la cabecita, esto era una de las cosas que me gustaban. Enseñaba al señor Gatuno a escribir y a leer, parece tonto pero me gustaba jugar con él.

- ¡Estás loca si piensas que mi hija dejará el colegio!

El grito de papa me despertó. ¿Aún no terminan de discutir?

La mejor forma de evitarlos era dormir y así no escucharlos, pero esta vez papa gritó tan alto que escuché todo claramente. Abracé al señor Gatuno, besé su pequeña cabecita y su ronroneo calentó mi corazón, era su manera de decirme que me quería y que estaba conmigo pase lo que pase.

- Odio que me contradigas, no tiene futuro en esa escuela. Su vida esta en el escenario.

- Cállate de una maldita vez. Lo único que piensas es eso.

ENTRE VERSOSWhere stories live. Discover now