Capítulo 12: Una nueva canción

10 1 0
                                    

- Mamá... - Tomé el agua en mis manos mientras pensaba en una excusa más creíble que un ataque de ansiedad. - Compré un poco de agua.

¡Tonta! Eso es peor que el ataque.

- ¿Y Keysi? - Preguntó, furiosa.

- Ella... lo hace todo mal, te dije que no quería una asistenta.

Lo sé, era terrible...

- Natalia, encárgate de ella. -Su asistenta era muy eficiente, era más como la hija que nunca tuvo y además le pagaba por ello. Ella sí lo hacía bien.

Sé que sueno celosa y tonta pero nunca la escuché regañarle y siempre estaba en casa. Mi madre escondió mi cabello que estaba en una coleta, dentro de la capucha.

- Aún así, no tenías porque comprar una tú sola, arriesgando tu imagen. Eso te vuelve una irresponsable, como siempre.

Era consciente de eso, pero...

- Quería un poco de aire. - Ella levantó una ceja, inquisitiva. - Lo sé, tenía que usar la terraza.

- Correcto, últimamente no estás pensando antes de actuar, y lo digo por esas chiquillas que tienes como amigas.

-Con ellas no. - Su mirada me dejó de piedra. - So..solo te pedí unos días, serán las vacaciones del año.

-¿Vacaciones? - Sacó su móvil y me mostró un calendario con miles de notas y eventos. - Tus vacaciones serán en los Hamptons junto con Will y Amanda.

Esas no eran vacaciones, era promoción para el nuevo álbum y el nuevo episodio de la serie que sería grabado allí. Will era el co-protagonista y Amanda era su hermana, una cantante que canta conmigo una canción de la serie, ella era polémica por lo que un poco de drama para la prensa era millones para otros.

- Mamá ya lo hablamos, por favor. - Ella seguía tecleando en su móvil, ignorándome.

- Ya veremos, si te portas bien en el set, lo pensaré después del concierto.

En el set... pasaron un montón de cosas, desde la enemistad con Daysi que tenía un papel secundario hasta las demandas que el director exigía. Estaba estresado por la meta tan alta al que está expuesto y a la inversión abundante. No es mi culpa, Daysi me ponía de mal humor con sus pésimos comentarios antes de grabar.

Mamá se fue y cuando estaba por seguirla, el chico salió del minimarket. ¿Escuchó todo?

Me miró por unos segundos antes de irse, ¿qué significaba? ¿Tristeza?¿Pena?

- Esta es mi vida. -Susurré para mí.

#

- ¡¿EN UN MINIMARKET?! 

Las chicas gritaron impactadas, no quise contarles nada pero la noticia salió cuando Marie se moría de halagos por él, solo quise que pare y lo logré.

Pensaba contar el misterio de un chico ordinario que casualmente conocí en la playa el día de la fiesta, quizá ellas lo conocían. Marie y Danna hablaban del chico nuevo, ese quién era una celebridad y yo sé de celebridades. En el transcurso de estos días escuché miles de historias hasta que por curiosa vi el celular de Marie y... ¡Pum! 

El chico ordinario y desagradable.

¿Sorprendida? Un poco, ok no, estaba confundida.

- No entiendo. - Susurró, Danna.

- No hablo chino, Dani. 

Marie se estaba probando unos aros de Francia que Isabell Trainor, la actriz ganadora de un Óscar, me regaló por mi cumpleaños.

- Me refiero a que no entiendo por qué trabaja allí...

- ¿Está mal? - El lado liberal de Marie salió a la luz, lista para una batalla que estaba dispuesta a ver.

- No, idiota, la snob es Megan no yo. - Le lancé el vestido que más le gustaba. - Oh, mi precioso, como te lastiman aquí, ¿debería llevarte conmigo? 

- Me iré a París y juro que no te daré nada si sigues hablando así.

- ¿Que es lo que no entiendes? - Marie tomó un papel con la letras de la canción, después de las miles que estaban en el piso, una tenía forma y estaba lista para cantarla. 

Un poco decepcionada por volver al tema de conversación llamado Rayan Brown, sí, su nombre era Rayan. Tomé mi guitarra mientras pensaba en  su gesto de esa noche, al día siguiente no lo vi a pesar de que no quería hacerlo, una parte de mí, sí quería, tal vez para explicarle lo que pasó con mi madre.

- ¿Por qué trabaja allí si sabemos que no tiene la necesidad?

- ¿A qué te refieres?

- Megan, no hablo chino.

- Y puedo ver que te cuesta aprender este idioma...

- ¡Idiota! - Me tiró una bola de papel que estaba en el sofá impoluto mientras me partía de la risa.

- Se refiere a que la familia de Rayan es poderosa en el ámbito comercial.

-Tal vez quiere empezar a conocer el negocio.

- No lo dudo, - Dani sacó su móvil para ver las noticias de la escuela. - algo pasó para que se integre en el negocio, porque nunca lo vi por allí.

Me gustaría decir lo mismo, pero yo no compraba mis cosas personales. Toqué unas notas musicales mientras veía como mis amigas sacaban información de sus locas cabecitas.

- Tal vez quiera conseguir dinero por su propia cuenta. - Comenté.

-Puede ser... 

-Oh Danna para ya. Es solo un chico, deja buscarle un tercer ojo.

- ¡Estoy con Marie!

-Muy bien, luego me darán la razón y seré yo quien las ignore.

Tocaba la nueva canción y parecía que a mis amigas les gustaba porque la tarareaban cuando cantaba. Era bailable, pienso que si muevo algunas notas y alargó otras cambiado esas por un tono grave y doble se vería genial. 

Tocaron la puerta dos veces y ella entró, arruinando nuestra charla del día.

- Señorita Megan, su padre...

-No necesitas anunciarme, Natalia, es mi hija.

No estaba preparada para lo que pasó pero sabía como actuar ante situaciones incómodas y nuevas.

Le dicen, indiferencia.

ENTRE VERSOSWhere stories live. Discover now