❀Un idiota❀

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El día del alta, Taehyung esperaba en su silla de ruedas, en la sala de espera del hospital.

Él tenía que esperar a que Jungkook buscara su auto, ya que al parecer, vivía a unas cuadras de hospital e iba caminando.

Antes de irse, el castaño había tomado a Taehyung de su rostro para que lo mirara.

—Ya vuelvo, no te muevas.

—Como si fuera a salir corriendo de aquí —respondió el peliazul con una sonrisa.

Jungkook sonrió un poco, besó la frente del chico, le revolvió el cabello y se fué.

El peliazul se quedó solo en el hospital, los enfermeros le habían dado un par de batas para que se pusiera en su casa, ya que le era muy complicado ponerse ropa normal con los yesos.

Las prendas estaban dobladas sobre sus piernas, y el peliazul jugaba con la manga de la bata mientras esperaba.

No se dió cuenta de la persona que estaba parado, a dos metros frente a él, hasta varios minutos después de que Jungkook lo dejara.

Taehyung se sonrojó de furia, bufo e intentó huir con la silla, tirando de una de las ruedas con su único brazo sano, pero solo logró girarla y terminó golpeándose con la pared, sin poder moverse.

—Taehyung, por favor —la voz de Jimin a su espalda sólo lo enfureció más.

—No, vete, no tienes que estar acá —Taehyung sintio el nudo en su garganta, su voz se escuchó ronca.

Sintió su silla moverse, y vio por sobre su hombro a las manos que la empujaban.

No eran las manos Jungkook, sino las pequeñas del mayor idiota que él había conocido.

—¡Jimin, basta!

Taehyung sintió la silla de ruedas parar, su ex-amigo la rodeó rápidamente y de se agachó para mirar directamente al peliazul a la cara.

—Tae, enserio, lo siento, sé que me odias pe-

—¡No quiero escucharte! —Taehyung había comenzado a llorar, tapó su rostro con su mano libre.

—Tae... —Jimin tiró de brazo del mayor para que su rostro quedé libre—, tienes que escuchar, por favor.

—¡No! ¡No tengo que lidiar con un idiota como tú!

Jimin se mordió el labio inferior con fuerza, sus ojos estaban llorosos, y un nudo comenzaba a nacer en su garganta.

Si no empezaba a hablar con Taehyung en ese momento, ya no podría decir alguna palabra.

—Taehyung, enserio, lo siento, me siento muy muy culpable, como no tenes idea...

El peliazul lloraba, rogando con todo su corazón que alguien lo sacara de ahí.

—Cuando me llamaron del hospital para decírmelo que había pasado vine corriendo, yo...sabía que era mi culpa, todo es mi culpa. Venía a la noche a visitarte, cuando estabas dormido, porque no era que capas de verte a la cara... si te despertabas y me veías... Te dejé flores, todos los días... noches, luego me dijeron que te conseguiste un amigo y ya no quería molestarte tanto...

—Jimin, todo eso me importa una mierda —Taehyung lo vio a los ojos, se mordió el labio para contener sus lágrimas. —Yo ya estoy muerto, c-cuando me tiré de ese puente ya estaba muerto... morí cuando Seokjin murió... morí cuando lo mataste... Y luego me entero que el mismo idiota que acabó con toda mi vida, con lo que amaba... Era mi única puta visita... con todas esas cartas estúpidas...

Taehyung suspiró, Jimin lloraba en silencio, mirando al peliazul al rostro.

—Cada día estoy más muerto por tu culpa.

Jimin se cubrió el rostro con las manos, ocultando sus lágrimas.

Taehyung miró las puertas automáticas abrirse, y al chico de pelo castaño entrar.

Jungkook buscó con la mirada por la sala hasta que dió con Taehyung, le sonrió de esa manera alegre y amplia que hacía a sus ojos como dos líneas.

Luego Jungkook vio al joven agachado frente al peliazul, las lágrimas en el rostro de Taehyung y su expresión cambió.

Se acercó rápidamente al peliazul, inclinándose, lo tomó del rostro ligeramente para que lo mirara, pero el chico corrió sus pequeñas manos con su brazo sano.

—Taehyung —Jungkook casi imploraba con la voz.

Saco un pañuelo de tela de su bolsillo y limpió las lágrimas de Taehyung sin decir nada.

Taehyung tiró de Jungkook hacia abajo, rodeó con su brazo sano la cintura del castaño y hundió el rostro en el torso de Jungkook.

El chico tardo un segundo en reaccionar, por la sorpresa, luego se inclinó sobre el peliazul y lo envolvió entre sus brazos.

—Jungkook... llévame a casa —escuchó el nombrado, Taehyung no levantaba la cabeza del pecho de Jungkook.

Él asintió, se alejó suavemente, hasta tomar el mango de la silla de ruedas.

Retrocedió para esquivar al chico frente a Taehyung, quien estaba arrodillado llorando con el rostro entre sus manos.

Afuera, Taehyung sintió el aire fresco por primera vez en mucho tiempo, al igual que el sol en su rostro.

Sus ganas de llorar se fueron un momento, se sentía a salvo, estaba con Jungkook, y sacarse de encima a Jimin le era un alivio.

Vio el auto acomodado frente a la puerta del hospital, se sorprendió cuando vio que estaba equipado para que alguien en silla de ruedas pudiera entrar.

La parte trasera era amplia, las puertas corredizas estaban abiertas, y una rampa subía hacia el interior del vehículo.

Jungkook acomodó la silla en la parte de atrás, la engancho para que no se moviera, luego guardó la rampa en el baúl y subió al asiento del conductor.

Puso la dirección de la casa de Taehyung en el GPS,y arrancó.


❀ live ❀『 Kth +Jjk 』Where stories live. Discover now