❀Nuevo día❀

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Taehyung volvió a despertar, mirando de nuevo una habitación de hospital, igual a todas las anteriores. 

El tacto sobre su mano lo hizo bajar la vista. 

A la altura de sus piernas, Jungkook apoyaba su cabeza, durmiendo, su mano pequeña y delgada, descansaba sobre la de Taehyung. Cerró los ojos cuando la culpa lo inundó de nuevo. 

Recordaba vagamente lo que había pasado, todo el momento en el cuál buscó las pastillas, y cuando se dirigió al baño a tragarlas. Luego sus memorias pasaban al momento donde se encontraba en brazos de Jungkook, su rostro empapado en lágrimas, y palabras que no recordaba específicamente. No sabía nada del viaje hacia el hospital, lo que lo hizo pensar un momento que las pastillas habían logrado lo suyo. Pero luego volvió a reaccionar en la camilla. 

Por un lado se sentía agradecido de que lo hayan frustrado; no podría hacerle algo así a Jungkook, y ni se había dado cuenta de eso hasta que casi lo hace.

—Qué egoísta —murmuró para sí mismo. Acarició la mano del castaño, suave y cálida. 

Pasó un rato así, mirando la cabellera castaña y esponjosa, con raíces oscuras del chico; hasta que la puerta de la habitación se abrió y una enfermera con la bandeja del desayuno lo saludó  con una sonrisa. 

—No pensé que volvería a verte, Kim Taehyung. —era la misma mujer que lo había cuidado unos meses atrás.

—¿Lo dice en serio? —respondió el pelinegro con una sonrisa sarcástica.

La enfermera hizo una pequeña mueca.

—Tenía una pequeña esperanza —la mujer miró a Jungkook dormido—. El conejito va a tener que despertarse. 

La mujer dejó la bandeja sobre la mesa de luz móvil junto a la camilla de Taehyung, mientras este despertaba a Jungkook, quién se frotó los ojos con cansancio. La enfermera quitó la mascarilla de oxígeno del rostro de Taehyung.

—No vas a necesitar más oxigeno, así que puedes comer tranquilo —habló la mujer—. Al mediodía vendrá el médico para hablarte de tu estado, hasta entonces, descansa un poco —
la enfermera terminó con una sonrisa y se retiró de la habitación.

Taehyung miró el desayuno, unas tostadas con algo de mermelada, una taza de té y unas galletas le parecían pobres para su apetito. Jungkook acercó la mesa, apoyado en el borde de la camilla, le alcanzó la taza de té a Taehyung. El pelinegro dió unos sorbos en silencio, hasta que alzó la vista para ver las ojeras bajo los ojos de Jungkook, y su corazón se encogió de nuevo. Dejó la taza medio vacía, y rodeando la cintura de Jungkook con sus brazos, olvidándose completamente del suero, lo atrajo hacia sí.

Jungkook reaccionó al abrazo un poco tarde, quizás por el sueño, o la sorpresa, y sin entender el motivo todavía, rodeó el cuello de Taehyung, intentando no apoyar todo su peso sobre él. 

—Lo siento, lo siento, lo siento... —Taehyung habló cerca del oído del menor—, no mereces que te haga esto, Kookie, soy muy egoísta y- 

—Ya, Taehyung —Jungkook no quería recordar lo que había pasado, aún cuando sus ojos se nublaron—. No tienes que hablar de esto... 

—Sí, sí, debo hablar de esto, Jungkook—lo cortó—. Estaba pensando en mí, todo este tiempo he pensado en mí, sin ver que las cosas que hago pueden afectar a otros... No quiero que sufras, Jungkook. 

Jungkook se mordió el labio inferior, intentando contenerse.

—Y me siento un idiota por no darme cuenta de eso hasta que... —Taehyung no podía encontrar las palabras—, bueno, eso. 

—¿A qué quieres llegar con todo esto, Taehyung? —la voz de Jungkook sonaba ronca.

—A que espero que puedas perdonarme —dijo por lo bajo—, y que... Creo que hablaré con mí psicóloga para que me ayude.

Jungkook no pudo evitar sonreír ampliamente, sintió como si una mochila pesada se liberara de su espalda. El castaño sentía que debía hacerse cargo de su novio, aunque muchas veces pensó que en realidad no era tan capaz como creía.

—Por supuesto que te perdono, Taehyung —Jungkook apretó un poco el cuello de Taehyung, haciendo que este hiciera un ruido de queja.

La puerta de la habitación de abrió de golpe, haciendo que Jungkook diera un brinco y se separara bruscamente de Taehyung. Jimin y Hoseok miraron algo consternados la escena. 

—¿Mal momento? —preguntó Hoseok. 

—¿Arruinamos la intimidad? —el más alto golpeó a Jimin en el abdomen.

—Te dije que debíamos esperar.

—¡Esperamos toda la noche! —objetó Jimin, con una mano donde Hoseok lo había golpeado—, ¿Van a hacer intimidades veinticuatro siete? También tenemos derecho a ver al enfermito. 

Taehyung frunció el ceño ente el apodo. Jungkook soltó una risa incómoda, acomodándose el pelo hacia atrás nerviosamente.

—No, no. No eran intimidades... 

—Y ahora dices eso —lo contra dijo Taehyung, hablando como si estuviera ofendido. Jungkook lo miró, frunciendo el ceño, y luego rió un poco, invitando a los otros dos chicos a pasar.




❀ live ❀『 Kth +Jjk 』Where stories live. Discover now