❀ live ❀『 Kth +Jjk 』

❀Vivir❀

Jungkook se estacionó frente al complejo de departamentos que el GPS le marcaba como destino.

Miró el edificio, su fachada gris y las tristes plantas moribundas de la entrada.

Y hablando de la entrada.

Vio las escaleras.

No había una rampa por la cual pudiera subir la silla de ruedas de Taehyung.

Suspiró, apagando el motor.

Miró al peliazul en la parte de atrás del auto.

El chico tenía la mirada perdida, observando un punto fijo en el suelo.

Jungkook se bajó del auto para rodearlo y abrir la puerta junto a Taehyung.

El chico lo miró de reojo.

—¿Sabes si hay una rampa por la parte de atrás del edificio o algo así?

—No hay rampas —respondió fríamente.

Jungkook se mordió el labio, algo frustrado.

—Bien... tendré que cargarte en mis brazos hasta tu departamento —Jungkook miró de forma coqueta a Taehyung.

El peliazul había vuelto a mirar al punto fijo en el suelo y parecía que no lo había escuchado.

Jungkook se acomodó el pelo hacia atrás, con un suspiro.

Luego tomó el mentón de Taehyung y lo giró para que lo mirara, Jungkook había acercado su rostro y estaban tan cerca que sus narices se tocaban.

Una sonrisa pícara apareció en el rostro de Jungkook cuando vio el leve rubor en las mejillas de Taehyung.

Soltó una risa, apoyando su frente en la del peliazul.

Volvió a mirarlo a los ojos.

—Cualquier cosa que estés pensando, puedes compartirla conmigo, si algo te inquieta, o tienes miedo, u algún problema. Voy a escuchar y ayudarte —dijo Jungkook, bajo.

Taehyung soltó un pequeño suspiro.

Por un segundo Jungkook creyó que el chico iba a contarle de algo, de sus problemas, del porqué estaba tan enojado con el otro chico que estaba en hospital...

—Creo que la gente ya tiene suficiente con sus propios problemas —dijo Taehyung—. No quiero molestarte con los míos, tú... tienes los tuyos —lo último fue casi un susurro.

La imagen de su hermano cruzó por la mente de Jungkook unos segundos, sus ojos se cristalizaron.

Parpadeó varias veces para despejar su vista.

Luego volvió a mirar al peliazul.

Taehyung de había alejado de él y lo miraba apoyado en su silla.

—Hay problemas que uno a veces no puede resolver solos, Taehyung —dijo, mirándolo a los ojos. Te diré lo que creo. Creo que en ese departamento tienes los mejores recuerdos de tu novio, y por eso te duele tanto volver. Que me hayas pedido que venga contigo no es porque no quisieras perderme, es porque no quieres estar solo.

Taehyung comenzó a llorar en silencio.

—Y no estás solo, Taehyung. No te voy a dejar solo. Pero aún así, voy a ayudarte con tus problemas; sé que duele, y que van a doler, pero quiero conocer al Taehyung de antes, el Taehyung que estaba vivo. Escuché lo que le dijiste a ese chico, yo... no había reconocido tu voz muy bien, pero cuando entré y te ví de esa manera... supe que habías sido tú el de esas palabras. No quiero que estes muerto, quiero que vivas. Debes vivir, Taehyung, por los que están a tu lado y por los que ya no lo están.

Jungkook de había ido acercando al rostro del peliazul mientras hablaba.

El castaño limpiaba las lágrimas del chico con sus manos, acariciar sus mejillas.

Dejó un rápido beso sobre la comisura de Taehyung.

Y luego fue a buscar rápidamente la rampa al baúl. Taehyung no pudo evitar llevar su mano hacia sus labios, tocando donde los labios de Jungkook lo habían bendecido.

Sus mejillas se encendieron, e intentó disimular su sonrisa de estúpido.