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20. Ganas.

Nunca lo va a admitir, pero a Suhwan le gusta ver a Yuvin mientras duerme. Es cuando más calmado está y cuando mejor puede apreciar la angelical faz que tiene. El viernes que casualmente se despierta antes que él, aprovecha un par de minutos para observarlo.

Ha decidido levantarse antes para lavarse el pelo y aplicarse las mascarillas, las cuales pronto tendrá que cambiar porque desea teñir su cabellera de negro. Yuvin, en principio, despertaría en media hora; suficiente para tomar una ducha en paz.

"Con lo bien que te ves así, ¿por qué cuando estás despierto eres tan insoportable?" piensa Suhwan. Pone una mano en una de sus mejillas y la acaricia con el pulgar, sin que él se dé cuenta de eso. Desea sacarle una foto también, pero no lo ve correcto, por lo que deja el móvil en la mesita de noche.

Tras varios minutos perdidos, decide ducharse finalmente. No está mucho más de veinte minutos en ello, pero en ese tiempo, empieza a dar vueltas a su cabeza. Reflexionando llega a una conclusión la cual le gustaría que no fuese así: le atrae Yuvin, más allá del físico.

El primer día, en el que por Kookheon conoció a Yuvin, sintió una pequeña atracción por Song, pero era sólo físicamente. No puede negar que el chico es guapo y que sus mejillas dan ganas de estrujarlas, pero está comenzando a ir más allá y no quiere que así sea.

"No puede gustarte tu compañero de habitación al que no soportas, Suhwan, no puede. Sólo estás confundido, es eso." Trata de convencerse a sí mismo de que por nada del mundo le gusta, se pone excusas tontas, pero eso no soluciona nada.

—¿Se puede? —Yuvin toca la puerta del baño mientras Suhwan se está cambiando de ropa. A él le da igual que lo vea sin camiseta y con el pelo mal, por lo que le deja pasar, pero para Song acaba siendo una situación embarazosa.

Entra para ver a su compañero con la parte inferior de la ropa puesta, en chanclas y sin camiseta. Es algo normal de ver en sitios como la playa o la piscina, pero tal vez por quién es el que está así, se sonroja al verlo.

Suhwan finge no haber notado la reacción del contrario y ríe por lo bajo cuando no le está mirando. Le encanta molestarlo, es gracioso verlo incómodo de esa manera, eso es lo que piensa él. Aunque también tiene en mente otra cosa: ¿por qué ha reaccionado así?

En su momento, Yuvin aclaró que era 100% heterosexual pero desde lo que le dijo él sobre la posibilidad de que fuese bisexual, la cosa ha cambiado. Suhwan no sabe, pero sí supone, que ha cambiado de opinión. Yendo más allá, puede que él le haya hecho cambiar de opinión no sólo por su comentario; no está seguro, pero le gustaría poder confirmarlo.

—¿No estás un poco alterado, Song? —Lo molesta, tratando de provocarlo sólo por reírse de sus reacciones.

—No inventes, enano —cruelmente responde, sabiendo que eso va a hacer rabiar al rubio —. ¿Por qué iba a estarlo?

—Ni se te ocurra llamarme así otra vez o me encargaré de acabar con tu reputación —amenaza. Lo que tiene la convivencia es que sabe dónde atacarlo; a él no le haría gracia que Suhwan contase cómo duerme o sus manías que sólo ha mostrado dentro de la habitación.

Acto seguido de escuchar eso, Yuvin reacciona agresivamente. Empuja a Suhwan hasta acorralarlo, quedando en la esquina que la mampara de la ducha y la pared crean y sin poder moverse por su cuerpo.

Suhwan mira a Yuvin con una sonrisa ladina, mientras que él le devuelve la mirada luciendo enfadado. Inconscientemente, sus cuerpos están más y más cerca. La expresión de Song se ve más calmada y la sonrisa de Choi cambia a una más nerviosa.

En cuestión de pocos segundos acaban uniendo sus bocas. Es un beso agresivo que refleja las ganas que ambos se tienen y que encaja a la perfección con la extraña relación que guardan. Jamás hubiesen imaginado que llegarían a besarse en medio de una discusión matutina, pero así surge, extrañamente.

╰ 🌼 ╮

Seungwoo había recibido una llamada de su hermana hacía unos días. Sunhwa tenía días libres en el trabajo y, aprovechando el futuro matrimonio de su padre, deseaba poder pasar el fin de semana junto a los cuatro. Él dijo que sí, pero no avisó a Byungchan en su momento.

—¿Adónde vas? —Le pregunta, cuando ve que lleva una gran mochila y un billete de autobús en la mano.

—Perdóname, Chan, mi hermana viene a la cuidad a pasar el fin de semana junto a nosotros por lo que estaré fuera. Se me olvidó avisarte de ello —le explica.

Entiende que se le haya pasado. Durante la semana, más de una tarde la ha pasado ayudando a estudiantes de cursos inferiores con clases particulares, por lo que el agotamiento mental y la falta de tiempo podrían haberle hecho olvidarse de qué tiene que notificar.

—Vuelvo el domingo por la tarde. Si se te ocurre traer a alguien a dormir o lo que sea, hazme la cama, lo único que pido —Seungwoo sabe que Byungchan no va a quedarse el finde entero sin hacer nada y que de alguna manera hará planes.

—Vale, nos vemos el domingo entonces. Trataré de cuidar la casa solo —ríe y se despide de su amigo.

Por lo general, hace los planes con Seungwoo para reunirse con el resto de sus amigos, pero siente que si no está él, quedar no es lo mismo. Sejun, Subin y el resto son muy agradables, aunque viven lejos y le gusta realizar el trayecto hasta donde quedan hablando de lo que sea con el mayor.

"¿Y si llamo a alguien para que venga?" Dice para sí mismo. No está mal, no es mala idea, entre sus amigos alguien habrá a quien pueda avisar. "Jinhyuk," piensa, "creo que debería quedar con él más. Esta es mi oportunidad."

Coge el móvil y le envía un mensaje. ¿Accederá? Espera que lo haga, se ven por la facultad de vez en cuando y se hablan por mensaje, conectan, pero nunca han estado a solas.