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25. El paso definitivo.

Tras haberse negado a comer lo precocinado que guardan Seungwoo y él, Byungchan acaba convenciendo a Jinhyuk para preparar algo por su cuenta. Acierta con la decisión tomada; Lee es buen cocinero y se puede ver cómo disfruta de agregar detalles a la comida. En el tiempo que les toma preparar todo no puede parar de sonreír, a pesar de haber estado a punto de cortarse con el cuchillo en más de una ocasión.

En espera a que se termine de calentar lo que queda, ambos jóvenes se sientan en el sofá. Los dos quieren hablar de mientras, pero no saben qué comentar. Byungchan acaba preguntando sobre sus dotes de cocinero:

—¿Dónde has aprendido a cocinar? Te he visto hacerlo todo con mucha agilidad y sin acabar sin dedos. ¿Cómo es eso? —Antes de responder, Jinhyuk se ríe al ver la tierna cara de impresión que tiene.

—Siempre que tengo tiempo, me gusta cocinar. Me relaja. Cuando iba al instituto solía cocinar para mi hermana y para mí siempre, aunque eso tenía como consecuencia que era todo preparado el día anterior.

—Es interesante. Yo no tengo mucho que contar, si te soy sincero —dedica una típica sonrisa de las suyas con una pizca de nerviosismo.

Como si de un acto reflejo se tratase, Jinhyuk se acerca a Byungchan un poco y posa la mano en su mejilla. Él lo observa e inconscientemente esboza una sonrisa que marca aún más sus ya notorios hoyuelos. Lee lo nota y de forma tierna le estruja cara; es un hecho que no se resiste a las cosas adorables y que por eso en ocasiones se comporta aniñadamente.

En cuestión de segundos sus caras quedan a pocos centímetros y pueden notar la respiración del otro. Jinhyuk desciende su mano desde la mejilla hasta el pecho del menor mientras que van acercando. Ambos cierran los ojos y están a nada de unir sus labios, pero no pasa.

—Byungchan —interrumpe lo que está por pasar —, te va el pulso muy rápido. ¿Estás bien?

Abren los ojos y Jinhyuk decide agrandar el espacio entre ellos dos. ¿Por qué? Ni él lo sabe. Cree que no debería, no en ese preciso momento. No solo a Byungchan, también a él, les va el pulso a una velocidad excesiva, están nerviosos aunque por fuera no se note lo más mínimo. Prefiere esperar aún sabiendo que ambos quieren, hay algo de lo que no está seguro y hasta comprobarlo no piensa dar el paso definitivo.

╰ 🌸 ╮

Después de haberse juntado con Wonjin para el intento de cambiar la normativa, Yunseong decide volver a contactar con él, esta vez con un propósito distinto. Ham accede si no es mucho tiempo el que están; como cada sábado tiene sus planes con sus amigos, al igual que Hwang.

Yunseong ha decidido no decirle de qué quiere que hablen exactamente, con miedo a que si lo hace él se niegue; tras haber tenido que rechazar a Minhee por razones no desea que las cosas se vuelvan incómodas entre los amigos de ambos ni entre ellos, pero no es tan sencillo. Tiene 18, muchos cambios de amistades y una mente desastrosa, quiera o no le cuesta mucho aclararse en temas románticos.

Ya que ha asegurado a Wonjin que no es algo que lleve mucho tiempo de lo que quiere hablar, acaba yendo un tanto a contrarreloj: se van a reunir a quince minutos de que tenga que ir con sus amigos.

—Wonjin, no quiero que pienses mal de mí por rechazar a Minhee. Que haga eso a tu amigo y seguido te pida ayuda suena cruel, pero no quiero eso, ¿vale? —Trata de explayarse cortamente antes de pedirle lo que quiere.

—Creo que ya sé adónde quieres llegar —responde, aliviándolo por su tranquila y amigable expresión —. No te preocupes, hyung, las cosas no tienen por qué volverse raras por algo que, en realidad, no va conmigo.

—Bien, lo que quería hacer es pedirte consejo, como te habrás imaginado —Ham asiente —. La principal razón por la que no quise salir con Minhee, además de que no me gusta, es que llevo tiempo enamorado de Donghyun. En el tiempo que lleva gustándome, he estado con mucha gente sin tener nada serio y ahora me aterra que él no confíe en mí.

—Hyung, si Keum te quiere va a tratar de confiar en ti todo lo posible. Cuando empecé con Hyungjun también estuve inseguro, sobre todo porque hasta ese entonces había algo extraño entre Minhee y yo —confiesa y se siente mejor.

Kang ya le contó toda la historia de ellos dos a Jungmo, siendo él el primero en saberlo, pero Wonjin jamás había contado a nadie nada respecto al tema además de a su pareja. Siente que puede confiar en Hwang para contárselo y que podría también servirle, por lo que le explica todo de una manera resumida:

—En el momento en el que conocí a Hyungjun, Minhee y yo solíamos quedar varias tardes para lo que fuese y acabábamos siempre besándonos. Nunca llegamos a nada más en ningún sentido, jamás llegamos a tener sentimientos el uno por el otro, pero me preocupaba que mi ahora novio lo supiera y se enfadara. Cuando empecé a tener sentimientos por él, lo que tenía con Min lo acabé para poder, de forma no cruel, conocer a Hyungjun y conquistarlo.

Yunseong escucha atento lo que el más joven le cuenta. A pesar de ser él el mayor, Wonjin tiene más experiencia en pedir citas y demás, lo que es obvio. Hwang nunca ha tenido pareja, a pesar de haber tenido algo con varias chicas de su clase y también con amigos suyos; Minhee es sólo uno de los varios chicos de su círculo de amigos con el que se ha besado y en ese grupo se incluyen, sorprendentemente, Minseo y Changuk. Pero ellos son importantes para él en sentido amistoso, Keum es más que eso.

—¿Tú crees que Donghyun me diría que sí, si le pidiese salir, sabiendo la cantidad de personas con las que he tenido algo? —Duda de qué podría pasar. No es ni nunca ha sido bueno expresando sus sentimientos.

—Tienes que ser confidente y sincero para eso. Lo creas o no, es muy fácil saber si hay sinceridad en las palabras de alguien —. Tras una pequeña pausa, continúa —: ahora mismo me estás hablando con mucha sinceridad. Si eres capaz de hablar así con Keum, no te podrá decir que no.

Ham tiene razón. Ambos se gustan, por lo que es más que suficiente que Hwang se abra a él y le diga lo que siente. Ni siquiera tiene por qué planearlo u organizar nada, tan solo tiene que aprender a mostrar sus sentimientos y ser capaz de dar el paso definitivo.