One shoots Kpop (Pedidos Pausados)

"Daddy?"(Suho x TN)

Desperté sofocada, el corazón a mil por hora, una fina capa de sudor cubría mi piel, además de en mis bragas la humedad se hacía presente. Todo era debido a ese sueño húmedo en el que mi mejor amigo me azotaba mientras me tenía contra el escritorio, donde después de mi castigo me daba una deliciosa liberación al follarme duro y sin compasión.

Tocarme yo sola ya no era suficiente, lo necesitaba a él pero temía lo que  pudiera pasar después de rebasar esa delgada línea.

Frustrada por no poder conciliar me levanté y fui en busca de un vaso con agua para intentar apagar ese fuego que aún ardía dentro de mi. Me recargue en la encimera sin ningún pensamiento en concreto, eso provocó que mi mente imaginara que Suho me aprisionaba contra la superficie y sin ningún cuidado me penetrara para embestirme salvajemente mientras tiraba de mí cabello y me decía muchas cosas sucias al oído.

Aquella humedad en mi bragas volvió a aparecer pero aún con más fuerza, mi respiración se agitó y mi mano por voluntad propia fue directo a mi entrepierna donde comencé a consentir me y mover dos de mis dedos en círculos sobre la tela, algunos jadeos. Mi mente me hacía imaginar que mis dedos eran los Suho, eso provocó que jadeara su nombre algunas veces antes de correrme en mi mi pijama.

Deje descansar mi cabeza sobre la encimera mientras se normaliza a mí respiración.

-De cerca es aún mejor escucharte- me sobresalté por aquella voz, mi mejor amigo se había levantado. Mis nervios  estaban a flor de piel, había sido una mala idea tocarme fuera de mi habitación, por qué si, él y yo compartíamos departamento.

- Qué... Qué tanto escuchaste?- me negaba a mirarlo, estaba bastante avergonzada.

-Todo- sentí su presencia detrás de mí, sus manos aprisionaron mis caderas y se repego contra mí, sentí su prominente erección chocar contra mi trasero y eso me prendía de nuevo- sabes el martirio que paso cada vez que sueñas conmigo? Te escucho gemir mi nombre y jadear debido a mí. Me tengo que dar una mano cuando la que debería hacerlo eres tú.

Su voz aterciopelada me hacía temblar, su respiración chocaba contra mi oreja y sus dedos trataban figuras inteligibles sobre la piel desnuda de mi vientre.

-Suho... no pasemos el límite de la amistad a algo más...- sus dedos comenzaron su ascenso hasta llegar a mis senos, debajo de ellos pasaba suavemente las yemas de los dedos causando espasmo es mi.

-A estás alturas eso ya no importa, tú quieres que te folle y yo quiero follarte.- sin previo aviso una de sus manos se escabullo entre mis bragas y comenzó a delinear mi (aún) hinchado clítoris.

Algunos jadeos comenzaron a salir de mi boca, indicándole que estaba logrando su objetivo.

-Vamos pequeña, hoy quiero cumplir una de mis fantasías- me llevo hasta el sillón y ahí me recostó con mi culo un poco levantado - creo que debería castigarte por provocar muchas erecciones y no hacerte cargo.

Acto seguido bajo los shorts de pijama junto con mis bragas empapadas. Me estremecí al sentir el frío aire rozar mi caliente intimidad.

-Esta tan húmeda y es solo por mi verdad?- emití lo que pareció ser un sonido en afirmación- eres una pequeña zorra sucia, pero eres solo mía.

Llamarme zorra, sucia y que notará mi humedad me exitaba; la realidad era mucho mejor que mis sueños y no podía esperar a sentir su pene dentro de mi.

Sabía que el tiene un gran atribuyó ya que al vivir juntos, infinidad de veces lo había visto en sus pantalones de pijama que parecían agustarse a él perfectamente marcando el echo de que en muy pocas ocasiones usaba ropa interior para dormir.

Sentí su cálido aliento en mi intimidad, seguido de un lenguetazo; me estremecí y jadee y me aferré a un cojín de aquel sillón.

Sus lenguetazos se combinaban con una vehemente succión, jadeaba y gemía su nombre.

-Ah Suho...- recibí una sonora nalgada la cual me tomo por sorpresa.

-Por hoy no seré Suho- hizo una breve pausa en la cual se levantó y se inclinó sobre mi Para alcanzar mi oreja- hoy soy "Daddy".

Me estremecí por sus sensual voz, además de que sus dedos resbalaban entre mis pliegues, tomo mi cuello y tiró de el mientras introducía sus dedos en mi tan lenta y tortuosamente .

-Daddy....- comenzó a mover sus dedos más rápido y con su pulgar acariciaba mi clítoris.

-Vamos pequeña gime para mí, demuéstrame que tan necesitada estas- hice caso a su petición y le di lo que deseaba, suplique por el, por sentir su pene dentro de mi, quería empaparlo de mis fluidos y de una vez por todas satisfacer mi necesidad de él.

-Daddy te necesito...- gemi como la puta en que el me convertía.

-Qué necesitas de mi pequeña? Dimelo- su voz era sumamente exigente.

-Nacesito tu pene dentro de mi- sin mirarlo supe que sonreía con satisfacción.

Sin más, Suho me penetró de una vez, se aferró a mis caderas y comenzó a follarme sin piedad, mis gemidos no se hicieron esperar.

La habitación se llenó de el sucio y excitante sonido de nuestras pieles chocando, las respiraciones agitadas, algunos jadeos, mis agudos gemidos y sus roncos suspiros. Era una obra de arte escucharlo gemir y maldecir en mi nombre.

Sentía como mis paredes comenzaban a cerrarse entorno a él, así que se detuvo. Salió de mi dejando un vacío grande, se sentó en aquel sillón y me llamo haciendo que quedara sentada a horcajadas sobre él.

-Quiero verte cuando llegues al clímax, vamos mota a Daddy como lo has hecho con todos eso imbéciles que has tenido por novios- su voz tenía un tinte de celos y enojo, cosa que me excitaba de sobre manera.

Él guió su pene a mi entrada haciendo que entrara de una sola vez, me aferré a sus hombros mientras él se movía para penetrarme sin piedad, sus labios fueron directamente a mi cuello donde comenzó a dejar besos húmedos y mordidas que no lograban rebasar el límite del dolor placentero.

Sentí su pene ensancharse dentro de mi anunciando su inminente orgasmo, mis paredes se contraían a su alrededor; mis uñas se clavaban en sus hombros y de mi garganta salían aún más gemidos.

Suho se corrió dentro, llenando me de su líquido caliente. Me penetró hasta que llegó mi orgasmo, ambos estábamos exahustos con las respiraciones agitadas.

Él me miro y me besó salvajemente, su brazo paso por mi cintura y me atrajo más a él.

-Fue mejor de lo que pensé, eres increíble y ahora eres solo mía, ningún otro hombre puede tocarte- Suho me miraba con esos ojos penetrantes que me derretían en segundos.

-Suho, fue mejor que en mis sueños....

-Bueno, quiero que me cuentes cada uno de ellos para hacerlos realidad- su sonrisa libidinosa me decía que hablaba en serio y eso creaba una muy alta expectativa.

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Por ahora NO estoy recibiendo pedidos, gracias!