En el Reino de las hadas ♡Yoonmin♡

04. El mercado de las criaturas

Pasaron tres días desde la última vez que se vieron, Jungkook estaba cansado últimamente su cuerpo se sentía lleno de pesadez quería ignorarlo pero no podía, estaba perdiendo la fuerza y la energía, a ese paso moriría antes de los tres meses estipulados.

Yoongi el cazador le había llamado esa mañana dándole una dirección, se vistió con ropa cómoda y fue a su encuentro. No sabía ahora a que se enfrentarían, pero de alguna manera estaba entusiasmado.

Llegó a lo que parecía ser un callejón, no había nada interesante en ese lugar pero espero al rubio

—¡Mocoso adoptado por aquí! —gritaron dentro del callejón

Miró con el ceño fruncido como Yoongi se asomaba y le sonría, caminó a su encuentro adentrándose en ese húmedo y mal oliente lugar

—¿Qué haces aquí escondido? —pregunto con una ceja alzada —No me digas que ahora vamos tras ratas mutantes

—¿Tú familia? —dijo en tono de burla —No, iremos a conseguir tu maldito Oniuox, ven sígueme

—Dijiste que era muy difícil de conseguir ¿De verdad lo haremos en un callejón?

Yoongi soltó una carcajada —Aún te queda mucho por conocer mocoso

No le respondió, esa mañana en específico no tenía los ánimos para seguir las horribles bromas que lanzaba, parecía un mal intento de payaso de fiesta, caminaron por el horrible pasillo de piedra, en el fondo de este parecía haber una puerta de madera, el letrero era muy claro pero a Yoongi no le importó y pateó hasta que está se abrió

—Dice que está prohibida la entrada —dijo consternado

—¿Donde dice eso? —pregunto mirándolo

—En el letrero—señaló el pedazo de metal que colgaba en medio de la puerta

Yoongi lo miró y se encogió de hombros, lo tomó y lo lanzó alejos

—Yo no veo nada —rió—Ahora entra

—Pero...

—Vamos Moscoso —le miró sobre el hombro sonriendo —Te prometo que esto te va a gustar

Jungkook trago pero asintió, vio como Yoongi entraba y desaparecía, miró a su alrededor y al no ver a nadie entró después, se trataba de un pasillo oscuro, sus zapatos sonaban por los pequeños charcos que había en el piso, rogaba al cielo que fuera agua y no otra cosa desagradable. Yoongi frente a él chiflaba, era extraño verlo tan animado, no anduvieron por mucho tiempo, vio a lo lejos como la luz se abría paso, como en aquellas películas fantasiosas de mundos en un ropero o detrás de un muro, esas que veía cuando era niño y se preguntaba si los seres de Sihirli eran iguales de amables y bondadosos, lastimosamente supo al llegar a la adultez que no era así.

—Bienvenido al mercado de las criaturas —anunció Yoongi con una sonrisa sarcástica —Muy pocas personas saben de su existencia, es un lugar para los amantes del ocultismo o para quienes trabajan en esto como yo, conozco a alguien que puede tener algo de Oniuox, sígueme y no toques nada

Jungkook miró a su alrededor con asombro, aparentemente era como cualquiera otro mercado, había puestos de alimentos, ropa, baratijas y artefactos desconocidos, los comerciantes eran sorpresivamente criaturas y humanos, algunos tenían tres ojos mientras que otros tentáculos en lugar de brazos, la gente transitaba como si lo que vieran fuera lo más normal del mundo

—¡Pasa y prueba un rico estofado de agshar!—grito una mujer con hocico de cerdo a su lado, al verla se alejó pegándose a Yoongi

—¿Que es agshar?—pregunto en un susurro