19. Curiosas orejitas

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—Jimin ven aquí—dijo el de cabellos rosas con ambas manos en la cintura, miraba a los recién llegados con el ceñó fruncido—Ahora.

—¡No quiero!—respondió Jimin posicionándose detrás de Yoongi quien le miró confundido. 

—Desapareciste meses, te escapaste de nuestros hombres y ahora apareces aquí, con un humano. ¡Ven ahora!

Todo a su alrededor quedó en un profundo silencio, las criaturas detuvieron sus actividades para ver al rey, quien estaba molesto, Jimin tembló detrás de Yoongi, tomo una enorme bocanada de aire y salió de su escondite, con temor fue subiendo los escalones que lo separaban de los reyes, cuando estaba a medio camino, hizo una reverencia. 

—Lo lamento—dijo con voz temblorosa. 

—No es momento de dar un espectáculo, vamos a entrar—dijo tomando la mano de su esposo, miró a sus guardias quienes asintieron, Yoongi fue tomado de ambos brazos, este a diferencia de otras veces no puso resistencia, se concentró en Jimin quien emprendía su camino al castillo. 

Sus pies eran casi arrastrados por las escaleras, tenía en su garganta un enorme nudo, no sabía cómo salir de esa situación, era una broma irónica, por años se había creído mucho mejor que los Sihirli, se sentía con el derecho de deshacerse de ellos sin tener que pagar nada a cambio, el mejor cazador como era llamado, todos esos halagos y victorias, carecían de sentido si se encontraba en la boca del lobo, podía sentir las miradas sobre su espalda, unas que evaluaban con cuidada cada movimiento, no podía equivocarse, de lo contrario estaría muerto en una abrir y cerrar de ojos. 

—Mal día—susurro con una muca al ver las enormes puertas de cristal que se abrían ante ellos. 

Jimin le había dejado atrás y eso le asustaba aún más, su lengua astuta se había callado por completo, no tenía nada que decir, entre más silencioso fuera era mucho mejor, estaba seguro que si su padre le viera en esos momentos estaría gruñendo por su cobardía, le habría gritado "¡Mátalos a todos pedazo de idiota!"

El interior del castillo era aún más impresionante, le recordó a uno de esos famosos museos a los que nunca había acudido, repleto de oro y arte, de esculturas hechas de piedras brillantes y de colores, paisajes que nunca en su vida había visto, lo condujeron a rastras a una amplia habitación, dos tronos de diamante eran ocupados por los reyes, Jimin estaba a los pies de los tres escalones mirando a sus padres, los guardias le dejaron en el piso al lado de Jimin, quien ni siquiera le miró. 

—¿Por qué trajiste a ese humano?—dijo el pelirosa con una mueca—Sabes bien cuáles son las reglas.

Jimin tomo una enorme bocanada de aire.-Hubo un error, por accidente su amigo llegó a Sihirli, fue...por una sirena, estaban en la playa cuando no debían, yo accedí a ayudarlo porque es un amigo que conocí en el mundo humano, me ayudó y....

—Mientes—dijo el otro con el ceño fruncido—Estas mintiendo Jimin ¿Qué eres tú?—dijo refiriéndose a Yoongi quien estaba quieto, casi como si quisiese pasar desapercibido. 

—Él...-comenzó Jimin. 

—Suga—dijo el rubio con una sonrisa ladina—El cazador. 

El gesto de los reyes se profundizo, el primero se paró y de inmediato dio la orden, en menos de un parpadeo quince lanzas estaban apuntando a diferentes partes de su cuerpo, Jimin negó y caminó unos pasos hacía su padre. 

—¡No lo hagas!

—¡¿Te das cuenta de quien es él?! en sus manos corre la sangre de tu gente Jimin—gruño con ferocidad.

—Sé que los humanos no son los mejores, pero nosotros tampoco somo unos santos y lo sabes, esa fue una de las razones por las cuales me fui—Jimin no bajo la mirada ni un segundo, eso confundió a sus padres quienes recordaban a un chico sumiso y tierno, que obedecía a la perfección las órdenes de sus padres sin objeción alguna.—Por favor. 

En el Reino de las hadas ♡Yoonmin♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora