11. El cazador

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Yoongi provenía de una importante familia de cazadores, el apellido Min era considerado uno de los menores en cuestión de logística y recolección de datos sobre las criaturas mágicas, datos que luego les daban las pautas necesarias para realizar el armamento que les daría la muerte. Creer que podía crecer en un ambiente ameno donde le dejarán ser un pequeño niño era una utopía, porque desde el instante donde aprendió a caminar los intensos entrenamientos comenzaron.

No sabía del calor del amor o la atención, no, él sabía de golpes y arma, era el mayor de la familia por lo que tenía que dar el ejemplo de perfección y seguir poniendo en alto su apellido. Jamás tuvo navidades o cenas de cumpleaños, al principio esto no le importó pero tras el nacimiento de su pequeño hermano, Min Yoongi de siete años estaba preocupado porque sabía el peso que conllevaba en sus hombros al ser un cazador, él no deseaba eso para su pequeño hermano, no, quería que este tuviera todo aquello que él no podía disfrutar como era debido, necesitaba que su hermano tuviera una vida normal y haría lo que fuera para lograrlo.

Fue entonces que una idea loca se instauró en su mente. Él tomaría toda la responsabilidad y haría que su hermano Sawha no tuviera que hacer absolutamente nada. Su padre pareció feliz de su decisión y se concentró sólo en enseñarle a él, porque sabía que de sus dos hijos sólo Yoongi llegaría a ser un gran cazador, Sawha era un niño tierno y sensible mientras que el mayor era más analítico y maduro.

Sus entrenamientos eran duros, tanto que llegaba exhausto a casa,  sus ganas de salir y jugar se reducieron, pronto aprendió que su infancia estaba acabada. Casi no pasaba tiempo con Sawha quien resentía en gran medida su ausencia

—¿Vamos a jugar hoy?—preguntaba con una sonrisa

—Hoy no Sawha, papá va a entrenarme —sonreía y acariciaba sus cabellos negros

Aunque odiaba ver los ojitos tristes de su hermano sabía que el que él estuviera lejos les beneficiaba a ambos. Su hermano terminó por aceptarlo y dejó de pedirle jugar.

En una ocasión había llegado temprano y quería jugar por lo que le pregunto a su madre sobre Sawha. Ella dijo que había estado jugando cerca del río, este se encontraba a unos cientos metros de su casa por lo que corrió hacia el lugar.

Escucho la risa de su hermano y al irse acercando pudo ver algo que le lleno de temor, su pequeño hermano estaba jugando con un niño de cabello rosado, parecía algodón de azúcar. Su aroma dulce le confundió, estaba por acercarse pero decidió ver qué estaban haciendo

—Mi hermano es muy genial —decía el pequeño pelinegro —¿Tienes hermanos?

—Si, dos uno bebé y el otro no vive conmigo —sonrió ladino

El rostro de ese niño le parecía extraño, era tierno pero al mismo tiempo había algo que le hacía desconfiar. No fue hasta que el pequeño se despidió que supo la razón de su inseguridad. El niño sacó sus alas y se fue volando hasta el otro lado del bosque. Era un hada.

Molesto salió de su escondite y regaño a su hermano —¡No puedes hablar con las hadas son malas!

—¡No es cierto son buenas! —reñia el niño molesto

—¡Le diré a papá!—soltó antes de irse hacía la casa

Sawha se asustó y le siguió suplicando que no lo hiciera, afortunadamente para el menor su padre se encontraba en una misión. Yoongi le dijo que en cuanto regresará lo haría.

El pequeño tenía miedo, en la madrugada se despertó, se puso sus botitas y salió a buscar a su amigo y advertirle.

Cuando Yoongi se despertó en el medio de la noche porque quería ir al baño se dió cuenta que su hermanito no estaba en su cama, salió a buscarlo no sin antes tomar el arco y la flechas que su padre le había regalado. Debía llamar a su madre, tenía que hacerlo pero el pequeño creyó que era capaz de hacerlo solo.

Recorrió el bosque en busca de su pequeño hermano, llegó a la orilla del río y ahí los vio, el niño que había visto en la tarde, esa hada que estaba engatusando a su hermano le escuchaba atento. Yoongi se llenó de furia y levantó el arco y la flecha. Apunto al hada. Tiro...pero no le dió.

Dos seres altos emergieron del bosque y protegieron al hada, lo tomaron en brazos y se lo llevaron, Yoongi quedó helado porque esas criaturas no sólo se habían llevado al hada sino también a su hermano.

Junto a sus padres buscaron por días pero jamás los encontraron. Sawha estaba perdido para siempre.

—Esto paso porque eres débil Yoongi, jamás confíes en las hadas, ellas son traicioneras, debes aniquilarlas a todas.

Eso quedó grabado para siempre en su mente. Las hadas eran crueles y debían morir. Pero ¿Por qué no podía matar a la hadita que se había metido en su vida? ¿Por qué sentía dolor de solo pensarlo?

Gracias por esperar está historia, no estaba segura de que regresara pero le daré la oportunidad...

En el Reino de las hadas ♡Yoonmin♡Where stories live. Discover now