Capítulo VIII: Roto hasta los huesos.

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Deja caer el celular al suelo y sube la mirada hacia Nath, una mirada que quedaba cada vez más y más vacía.

-¡¿QUÉ DICE THIAGO?!-pregunta alterada al ver su expresión. Arrebata el relicario de su mano y lo lee-¡Mierda!, lo sabía, es mi culpa, al contarte todo esto, entras en automático a la investigación por lo tanto cambiaste de realidad y es mi culpa Thiago, lo siento-exclama con la voz quebradiza y caños de lágrimas que bajan por sus ojos.

-Se fue, ya no está, y lo peor es que me pelee con ella en la mañana-dice triste casi rozando a caer en lágrimas.

-Creo que lo podemos resolver, llamaré al profesor-dice hablando muy rápido.

-No-dice serio y ya con lágrimas brotando de sus ojos.

-Pero Thiago.

-Sabes que no la recuperaremos, basta-dice entre llantos e hincándose en el suelo.

-Es mi culpa no debí hablarte de esto-dice lanzado se al suelo y abrazándolo.

Se levanta del piso, con sus manos seca las lágrimas que brotan de sus ojos-No, no lo es, es culpa del estúpido efecto Mandela, ya me ha quitado más de lo esperado y no permitiré que le quite nada más a nadie más, eso...eso te lo puedo jurar-expresa con unos ojos ahogados en ira-es hora de jugar el mismo juego-saliendo del centro.

-¿A dónde vas?

- A casa, debo investigar hace cuánto murió, como murió y ver si puedo recuperarla.

-Espérame, solo cerraré y nos vamos-dice preocupada al ver tal frialdad en él.

-Ok.

Cierran el centro y van caminando a casa de Thiago, al llegar abren la puerta.

-¡Hermanito! -exclama una voz dulce y angelical desde el sillón de la sala de estar-al fin llegas-dice saltando del sillón y abrazándolo.

Abre sus ojos tan grande como 2 platos-¿Pero qué rayos? ¿Quién eres?-dice medio enojado y despegando al niño de su torso.

-Soy yo Damián, ¿no te acuerdas de mí? -dice triste y sollozando.

-Hola Damián, si tu hermano se acuerda de ti, solo está cansado, ¿me permites hablar con él? -se expresó ante él dulcemente y bajando su torso a la altura del niño.

-Está bien Nath, iré a mí habitación.

-Está bien cariño..

Sube las escaleras y se va.

-¿Qué con eso? -grita alterado.

-Habla bajo te va a escuchar.

-¡¿Y a mí qué?! -continúa gritando.

-A ver, no acaba de salir eso de tu boca, sé que estás molestó porque te arrebataron a tu mamá, pero ¿quieres culpar a alguien?, échame la culpa, porque ese niño no la tiene, está igual o hasta más confundido que tú. En su realidad ustedes han convivido siempre. Para él; él siempre ha existido, tú y yo sabemos que no pero ese angelito no lo sabe, así que mejor te calmas y vemos que sabe de esta realidad, a ver si por lo menos nos orientamos de que está pasando-le dice tratando de hacerlo entrar en razón.

-Ti...tienes razón, llámale.

-Damián, ¿puedes venir aquí por favor?

Sale de su habitación, baja las escaleras-¿Si Nath?

-Mira amorcito, tengo que hacer una investigación acerca de la familia de un amigo y te elegí a ti para que me ayudes, ¿va?

-Siiii, seré un súper detective-dice poniendo sus dedos alrededor de su ojo izquierdo en forma de monóculo.

Efecto Mandela  [Completa ✔️] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora