Capítulo XXVII: A intentarlo.

43 9 7
                                    

-¿En serio Aidan? ¿Tenemos que viajar? ¿Es la mejor excusa que pudiste inventar? ¿Qué médico dejará a un paciente de 1 año en coma, que probablemente olvidó hasta caminar, sin exámenes previos salir?, ¡y mucho menos viajar!

-Entré en pánico y fue lo único que se me ocurrió-cruza sus brazos sobre su pecho-además intenta convencer a un doctor tan terco como ese-reclama.

-Lo tonto no se te quita ni con saltos entre realidades-murmuro.

-Te escuché y sigo aquí-voltea sus ojos hacia arriba poniéndolos en blanco.

-Olvídalo, pero como saldremos de aquí, él dijo que no saldríamos sin su consentimiento y debo admitir algo, ese señor sí que es terco.

Mira hacia la ventana y nuevamente a Thiago dándole una sonrisa torcida.

-Oh, no, no, no, no, no, no, no, sé lo que estás pensando y no lo haré, la última vez que intenté salir así de un hospital quedé cojo por mucho tiempo, ni creas que cometeré esa tontería de nuevo.

-Tú decides, es la única vía de escape-mira hacia arriba dónde está el ducto de ventilación-al menos la única segura.

-¿En qué piso estamos?

-En el segundo.

-Aún no se si puedo caminar, tanto tiempo acostado debieron pasmar mis músculos.

-Dudo que con todo el ejercicio que hacías, pudieras haber perdido movimiento, chico fit-dice en un tono burlón.

-Agh, tú también con eso, les juro que mataré al próximo que lo diga.

-¿Ah?

-Perdón, es que Nath también me molestaba con eso-baja la cabeza en señal de tristeza.

-Tranquilo, pronto la recuperaremos.

Suspira-¿Y si no?

-Un paso a la vez, no ha llegado el momento de enfrentar esa situación hasta entonces hay un 50/50.

-¿Cuándo te volviste tan sabio?

-Cuando te volviste tan llorón-ríe a carcajadas.

-No te golpeo, porque te necesito para salir de aquí-entrecierra los ojos como si quisiera atravesarlo con la mirada.

-Aunque quisieras no podrías, estás cómo decirlo-acaricia su mentón sarcásticamente como si buscará una palabra-ah sí, obsoleto-explota a carcajadas nuevamente.

Ríe de igual manera-vernos reír así me recuerda tantas cosas bonitas del pasado, creo que he vivido tanto tiempo últimamente pegado a Nath que olvidé nuestra amistad por completo-¡Maldito bastardo!, cuando recupere fuerzas te mataré.

Saca un jugo de melocotón y una gelatina de una nevera pequeña dentro de la habitación-Toma princesita para que recargues fuerzas, no quiero que te desmayes-continua en un tono de burla.

Lo toma de mala gana-En serio me deberás tantas y me cobraré cada una, apenas podrás caminar cuando termine contigo.

Levanta una de sus cejas-¿Acaso te me estás insinuando princesita?

-¿Eh? -piensa un segundo sus palabras-¡asco!, en serio no acabas de decir eso.

Le da una mirada pícara y una sonrisa torcida.

Frunce el ceño-¿Acaso es esto tensión sexual? -pienso mientras como mi gelatina.

-¿Entonces la ventana o el ducto? -pregunta rompiendo el silencio.

-La ventana obviamente.

-Que poco aventurero es mi amigo.

-Necesito salir de aquí, pero vivo.

Efecto Mandela  [Completa ✔️] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora