Capítulo XLIII: Desde lo más lejano de tu memoria.

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Narra Aidan

Ha pasado una semana desde el incidente con West y aún no despierta, el hecho de que no podemos llevarlo a un hospital con temor a que pase algo extraño me agobia, por otro lado, saber que Thiago está vivo me llena de alegría, sinceramente ya no sé cómo sentirme al respecto.

Estiro una mano hacia la perilla de la puerta y la abro-¿Nada aún? -coloco las bolsas de supermercado sobre la mesa.

-Movió un dedo, pero el profesor dice que son reflejos de su cuerpo.

-¿Y él dónde está?

-Salió por vendajes, sigue curando sus heridas.

-¿No han aparecido más rasguños?

-No Aidan, por décima octava vez, no, haces la misma pregunta cada 1 hora, cuando suceda algo relevante te aseguro que serás el primero en saberlo. Mejor preocúpate por dejar de salir, si te ven será un desastre.

Suenan las bisagras de la puerta.

-Ya llegué-suena una voz tras el sonido de la puerta al cerrarse. Se aproxima a la cocina-¡¿oh ya estás aquí?!, traje más vendajes-levanta una bolsa al aire.

-Yo iré a cambiar sus vendas esta vez-pronuncia Audrey quitándole la bolsa de las manos al profesor-sale de nuestra vista.

Tras 15 minutos de hablar con el profesor, unas palabras dejaron mi boca-Se ha tardado cambiando unos vendajes, ¿no?

-Sí, sus tallarines se están secando.

-Iré a ver qué pasa.

-Dile que sus tallarines se están secando-escucho al profesor decir detrás de mí.

Subo rápido las escaleras y me detengo al escuchar el llanto de Audrey, abro la puerta lentamente y su cara se levanta, con la parte trasera de su palma limpia sus lágrimas.

-¿Qué haces aquí? -pregunta con su voz entrecortada.

-Te estabas tardando, además el profesor insistía con que tus tallarines se están secando-digo con voz muy suave.

Una risa leve deja su boca.

-Al menos te saqué una sonrisa.

-¿Cuándo se supone que todo esto acaba?

-Diría que cuando alguien muera, pero ya es muy tarde para eso.

Mira a West-Amo a este ser, pero cada vez que sale, cada día que pasa, cada segundo que respiro, temo olvidarlo, nunca haberlo conocido o ver su vida desvanecerse en mis brazos.

-¿Sabes?, me gustan las tormentas, esas que llegan de repente sin esperarlas, sin sentirlas, sin predecirlas, me recuerdan que no tenemos poder alguno, que todo lo sucedido y lo que sucederá está escrito, pero ante esto somos niños aprendiendo a leer y adivinando las palabras, las tormentas me emocionan, sé que suena extraño pero me dan ganas de salir corriendo y sentir la lluvia golpeando mi cara, me gusta sentir el viento, ese que lucha por moverme aunque siempre termino siendo más fuerte que él, o al menos fingir serlo porque me asusta, no tengo un porqué, tal vez solo me asusta sentir todo eso y que me supere, que al fin la lluvia le haga daño a mi piel, que el viento pueda moverme o quizás solo me dé un resfriado, no lo sabré nunca. Ese es el punto de las tormentas terminen cuando terminen, terminen como terminen, solo sabes exactamente eso, que terminarán y eso es lo que nos gusta...

-¿Y qué tal si no termina? ¿Si evoluciona?

-¿Tanto miedo le tienes a una vida que no es normal?, solo imagina todas las personas allá fuera atrapados en una rutina, sin conocer lo que nosotros conocemos, sin imaginarse que donde están parados no es ni un 0.0000001 porciento del universo, pero si tanto miedo le tienes, corre de donde se origina la tormenta-miro a West-de quien origina la tormenta.

-¿Y apartarme de él?, ¡jamás!

-Entonces deberás aprender que un día lloverá granizo y dejará moretones, pero otro día solo será una lluvia leve que disfrutaras.

-No, Thiago, no, no, no, no-lo veo balbucear mientras sudor corre por su frente.

-¿Qué le pasa?

-No...no lo sé.

Sus ojos se abrieron rápidamente y se sentó de golpe en la cama.

-¿Qué? ¿Dónde carajos? ¿Y Thiago?

-Lo que faltaba, amnesia.

-Estaba con Thiago, hace un momento, pero yo...yo.

-Wow, wow, tranquilo viejo, solo fue un sueño, te desmayaste y...

-No, no lo fue-me interrumpe tan rápido como se le presenta la oportunidad-estaba con Thiago, bueno estaba en una especie de habitación blanca, pero era su voz, estuve con él y necesita nuestra ayuda.

Con cara de angustia grita-¡Profesor!, creo que lo necesitamos aquí arriba.

-Tuve que apagar tus tallarines porque se estaban secan...West despertaste.

-Wow, eso fue rápido.

-Ya venía subiendo a informarte lo de tus tallarines.

-Explica todo de nuevo, pero más despacio por favor.

-Lo último que recuerdo es ver a Audrey desvanecerse en el camino por ayuda, luego solo estaba allí en un lugar blanco, podía escuchar miles de pensamientos como si fuesen personas hablando, una vez que hablé por primera vez en ese lugar, los pensamientos pararon y la voz de Thiago surgió, podíamos hablar, escuchaba lo que él y sus pensamientos eran visibles para mí, fue todo muy extraño, pero necesito volver, estábamos en algo y...

-Lo que me temía, su conexión por vibración de frecuencia en la materia de sus cuerpos es más fuerte de lo que estimamos, y si Thiago está en peligro, West también lo está.

-¿No hay una forma de romper con ese enlace? -su voz suena preocupada.

-La única forma es sacando a Thiago de dónde está ahora, necesitamos que West logré conectarse con él estando consciente, así lo usaríamos como un canal de comunicación y Audrey podría ayudarlo a reparar la máquina de saltos.

-Traerlo aquí mataría a uno de ellos y ahora el peligro es doble por su igualdad en materia, además no sé si Thiago pueda conseguir todo lo necesario para reparar la máquina, incluso cuando se averió la primera vez, me fue difícil repararla.

-Si, pero esta vez son daños menores en comparación a la primera-escucho su débil voz hablar desde la cama.

-Funcione o no, debemos intentarlo-lo miré directamente a los ojos-¿crees que estés en condiciones de intentarlo?

-Esto no son cosas de opciones, hagámoslo.

Efecto Mandela  [Completa ✔️] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora