Capítulo XXXI: Dimensión oscura.

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Narra Thiago

Antes de tocar el llavín de la puerta miro a un lado de la calle, el camino se veía oscuro y desolado, necesitaba una caminata para pensar, levanto mi reloj para ver la hora y aún no es tan tarde, pudiera echarme una caminata hasta la cancha de tenis, siempre es reconfortante estar allí, Nath, Aidan y yo íbamos todo el tiempo a pasar el rato en las noches. Me giro y me dispongo a caminar, la ruta hacia la cancha es silenciosa y oscura, pero para nada tenebrosa, luego de varios minutos caminando llegué, pero por alguna razón está cerrada, a lo que decido saltarme las rejas para entrar, una vez dentro fui a acostarme en las gradas que están arriba de las habitaciones de aseo de los jugadores porque joder, tiene la mejor vista del cielo estrellado, un ruido me alerta-han de ser mapaches-pienso en voz alta-seguido de otro ruido más estruendoso que hace eco debajo de las gradas, lo que me hace sentar de golpe en las mismas-¿Hola?-pregunto con la esperanza de que alguien me responda, decidí bajar y entrar a las habitaciones de aseo-¿Hola?-pregunto al vacío de una habitación llena de lockers, una luz parpadeante y un gran espejo con un lavabo debajo, me adentro más en la habitación dejando que la puerta se cierre detrás, miro hacia las duchas-que extraño, no hay nadie-me giro para salir-Mmmmmm-se ahogan mis gritos en la mano totalmente negra que ahora ahoga los mismos, me giro y lo lanzo contra el gran espejo de la habitación, mi boca se abre para decir algo, pero las palabras no salen, no tenía rostro era totalmente una sombra, lo único visible eran sus ojos blancos a totalidad, esos que expresaban vacío, miedo, terror y frialdad; se acercó, me tomó del cuello y me alzó hacia arriba-iiijjj-suena mi garganta tratando de buscar aire, con su mano libre tocó el espejo, me lanzó nuevamente a él, cerré los ojos esperando el impacto, pero no, no hay alguno, abro los ojos y me encuentro-¿Qué?-me encuentro dentro del espejo, como un reflejo más de la realidad, golpeo desde adentro pero me es imposible salir, veo como levanta un mazo para romper el espejo, mis manos empiezan a golpear con desesperación desde dentro, pero aún es imposible salir.

-Oh, no hoy cabron-escucho una voz a lo lejano.

Pronto un chico en capucha patea el ente dentro del espejo-Dame tu mano- la extendí-¿listo? -asiento con la cabeza, seguido apoya su pie del lavabo y hala mi cuerpo fuera del espejo cayendo ambos al suelo-¡rápido destrúyelo! -deslizó el mazo por el piso hasta mí. Levantándose el ente trataba de salir, teniendo ya un brazo fuera impacte el espejo justo en el centro rompiendo así todo el mismo en pedazos, me lanzo nuevamente al piso con la respiración agitada.

-¿A quién le debo las gracias por no estar muerto? -pregunto con mi voz agitada.

-West, west Allen-se saca la capucha.

-¡POR UN CARAJO, ERES YO!

-Hola hermanito.

Mi cara de sorpresa y terror nunca habían sido una hasta el momento.

-AHAHAHAHAHAHHA, tranquilo no somos hermanos, solo soy tu doppelgänger.

Lo miré e instantáneamente quedé petrificado, helado. Respiré con dificultad, me temblaban las rodillas y mi espíritu era presa de un horror sin sentido e intolerable.

Aclaré mi garganta-No se supone que los doppelgängers son fantasmagóricos o en su defecto la maldad en persona de ti mismo.

-Técnicamente no existo y eso es falso, vivimos en un multiverso donde cada tierra tiene un tú y lo deberías saber, no eres de aquí porque si lo fueras esta no sería mi realidad.

-Pero se supone que siempre se pierde una conciencia-susurro para mí.

-EM, ¿cierto? -me preguntó al percatarse de mi comentario casi inaudible.

-Si, ¿tú también?

-Eso que acabas de ver-señala la mano petrificada del ente en el piso-es producto de EM.

-¿Y qué es eso de que no existes?

-Pues EM intentó fusionar 2 universos paralelos sin darse cuenta de que aún no poseían la misma frecuencia para ese proceso, aun así lo hizo y ahora tierra 27 se encuentra fuera de la órbita del multiverso.

-Wow, wow, wow, wow, alto ahí, ¿tierra 27 ¿tienen número? ¿Y cómo carajos sabes el número?

-¿En serio?, te acabo de decir que estás básicamente en otra dimensión del multiverso, ¿y tú te interesas por un número?, Audrey tenía razón, sí que estoy pendejo.

-Sigo aquí.

-Lo sé, no lo oculto, también me ofendí, ¿no tienen medidores de frecuencia de materias en tu tierra?

-¿Medi...que, de qué?

Golpea la palma de su mano contra su frente-Es un aparato que mide la frecuencia de la materia, así sabemos la tierra en la que estamos. Mira no sé qué tan atrasados sean en tu tierra, pero esta solía ser una muy avanzada que conocía de multiverso y dimensiones.

-¿Solía?

-Si desde que estamos en la dimensión oscura las cosas han cambiado, esas cosas que viste persiguen todo el tiempo a las personas.

-¿Qué?, pero si llevo una semana aquí y no había visto algo similar.

-Emites una frecuencia diferente, es por eso por lo que aún no nos hemos absorbido, la materia aquí vibra a una frecuencia negativa que es opuesta a la positiva del multiverso que conocemos.

-Y hablando de esas cosas, ¿por qué diablos esa me atacó?

-Ah, es que te pareces a mí y temo que la había estado molestando un poco.

Golpeé la parte posterior de su cabeza-Casi haces que nos maten.

-¡Auch! -se quejó por el golpe que le había propiciado-no, no, no, casi te matan.

-No seas pendejo, fue tu culpa.

-Nadie te manda a tener mi cara.

-West, west, west, pequeño west.

-Mi nombre es Thiago.

-¿Que carajos? -entrecerró lo ojos-no, no tienes cara de Thiago, ¿seguro que no eres West?

-Si seguro, ¿y esas sombras que? ¿por qué están aquí?

-Ahg, preguntas demasiado amigo, ¿sonaré así de molesto?

-Te aseguro que sí-respondí dándole una sonrisa de boca cerrada.

-Respondiendo a tu pregunta, este es su territorio, nosotros somos los invasores.

-Debo salir de aquí.

Se levanta enfrente de mí-¿Salir de aquí?, mejor ponte cómodo, una vez que entras a la dimensión oscura, jamás sales-me extiende su mano y yo la tomo para levantarme del piso-mejor ven, te llevaré a un lugar donde estarás a salvo, pero antes-se gira y se agacha en frente al espejo roto y toma la mano petrificada del ente.

-West, eso es asqueroso, déjalo tiene sangre.

-Cállate, ahora es un recuerdo-arranca los dedos de la mano y los lanza al piso-dejaré los dedos de recuerdo.

-¿A quién?

-A las demás sombras para que sepan que con WestAllen, nadie se mete.

Efecto Mandela  [Completa ✔️] Where stories live. Discover now