CAPÍTULO 2

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El primer día de Santi en la escuela nos veían raro, aunque nadie preguntaba quién era más que las maestras, a nadie tuvimos que engañar para decir que éramos primos. Así pasaron las semanas y Santi creó nuevos  amigos y amigas, era divertido y hacía chistes todo el tiempo, a pesar de tener nuevas amistades él siempre me incluyó en su círculo.

La madre de Santi siempre nos recogía a ambos en la salida de la  escuela, y con los meses se hizo costumbre quedarme a jugar en su casa, así, hasta que mi madre pasaba por mí después de su trabajo, a la madre de Santi le gustaba vernos como amigos y lo sabía porque siempre sonreía cuando nos veía jugar o ver películas.

̶ Esta película es muy aburrida . ̶ Había comentado Santi cuando veíamos Moster Inc.

̶  Claro que no, es divertida. ̶  defendí mi película favorita.

̶ Lo dices porque eres niña y a las niñas les gusta todo eso, pero los mostros no son así, ellos son feos, de grandes colmillos, ojos rojos y cuando no hay luz ellos entran a tu cuarto y te comen. ̶  dijo tratando de asustarme a lo que yo no creí y seguí viendo la película sin hacerle caso, y él termino callado hasta que dio fin la película.

Con el tiempo Santi me mostró sus películas favoritas y una de ellas era Buscando a Nemo, lo que también era de mis favoritas, y coincidimos, nos gustaba tanto que, después de la escuela la veíamos hasta aprendernos los guiones.

El tiempo nos había hecho grandes amigos y unidos, ambos nos visitábamos, jugábamos, compartíamos secretos, y es que la relación de amigos niño-niña, se pensaría que era imposible, bueno, nosotros la hicimos posible. Sus visitas a mi casa frecuentemente y yo a la de él, nos había hecho formar parte de nuestras familias pasando días felices.

¿El día más feliz de Santi? El nacimiento de su hermana Susan, recuerdo que también me había emocionado tanto como él, solo que me daba un poco de celos pensar que él tendría una nueva niña en su vida y quizá dejaría de jugar conmigo.

Ese fin de semana con mi familia, fuimos a visitar a la familia Solan para conocer a la nueva integrante, no quise quedarme, estaba enojada con Santi porque mis pensamientos decían que él me cambiaría por Susan. Y estuve tan enojada que en la siguiente semana prefería quedarme en casa que ir a visitarlo, pues sabía que él estaba muy entretenido con su hermana.

Una semana y media después su visita me sorprendió, alguien había tocado el timbre de la casa y corrí a abrir, un Santi estaba parado frente a mí con un carrito de juguete en su mano.

  ̶ ¿Qué haces aquí y por qué vienes solo?

̶ Bueno, tu dejaste de visitarme, quería saber la razón y es que tenía tantas ganar de jugar con alguien y tú no ibas, y mi mamá me dejo venir.

̶ Bueno tienes a tu hermana, deberías jugar con ella. ̶  dije un poco molesta y evitando mirarlo.

̶ Susan es un bebé y está dormida casi todo el día, no puedo jugar con ella, y cuando se despierta solo lloriquea y eso me fastidia. – eso me hizo reír un poco y es que era real, los bebes a esa edad solo saben hacer del baño, comer y llorar.

̶ Bueno, no he ido porque pensé que estarías mejor sin mí, digo, ahora tienes a Susan.

̶ ¿Estabas enojada por Susan? ̶ No respondí a lo que él siguió  ̶  bueno, ¿Puedo pasar a jugar contigo?

Aún seguía algo molesta, pero comprendí que Susan apenas era una bebé, así que después de esa última pregunta lo dejé pasar y jugamos toda la tarde, vimos películas y nos quedamos dormidos, cuando desperté el ya no estaba, supongo que 
nunca me cambiaria, aunque sentía celos por Susan o Susi como le digo hoy en día, sabía que seguiríamos siendo los mismos.

Un Nuevo Amanecer Where stories live. Discover now